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Bolton, el ex asesor de seguridad nacional de Trump enfrentado a la Casa Blanca, acusado por mal uso de información clasificada

Bolton, el ex asesor de seguridad nacional de Trump enfrentado a la Casa Blanca, acusado por mal uso de información clasificada
La imputación llega después de las acusaciones contra otros rivales de Trump, como el exdirector del FBI James Comey y la fiscal general de Nueva York, Letitia James John Bolton, exasesor de seguridad nacional del primer gobierno de Trump, ha sido acusado formalmente este jueves en una investigación federal sobre el posible uso indebido de información clasificada, según informó a The Associated Press una persona familiarizada con el asunto. La investigación sobre Bolton, quien sirvió durante más de un año en el primer gobierno del presidente Donald Trump antes de ser despedido en 2019, salió a la luz pública en agosto cuando el FBI registró su domicilio en Maryland y su oficina en Washington en busca de documentos clasificados que pudiera haber conservado de sus años en el gobierno. Durante el registro de agosto, los agentes se incautaron múltiples documentos “clasificados”, “confidenciales” y “secretos” de la oficina de Bolton, según documentos judiciales. Algunos de los archivos incautados parecían estar relacionados con armas de destrucción masiva, “comunicación estratégica” nacional y la misión de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, según la información. La acusación formal sienta las bases para un caso judicial centrado en una figura clave en los círculos republicanos de política exterior, conocida por sus posturas radicales sobre el poder estadounidense y que, tras dejar el primer gobierno de Trump, se convirtió en una crítica prominente y vehemente al presidente. Si bien la investigación que ha dado lugar a la acusación formal comenzó antes del segundo mandato de Trump, el caso se desarrollará en el contexto de una sensación generalizada de que su Departamento de Justicia esté siendo utilizado como arma para perseguir a sus adversarios políticos. Así, esta imputación llega después de las acusaciones presentadas el mes pasado contra el exdirector del FBI James Comey por supuestamente mentir al Congreso, y contra la fiscal general de Nueva York, Letitia James, acusada de cometer fraude bancario y hacer una declaración falsa, cargos que ambos niegan. Ambos casos fueron presentados en un tribunal federal de Virginia por un fiscal que Trump nombró para el cargo tras su frustración por el hecho de que las investigaciones sobre sus enemigos no hubieran dado lugar a un procesamiento. El caso de Bolton, en cambio, fue presentado en Maryland por un fiscal federal que, antes de ser ascendido al cargo, había sido fiscal de carrera en la oficina. Las dudas sobre el uso de información clasificada por parte de Bolton son viejas. Tras dejar el cargo, enfrentó una demanda y una investigación del Departamento de Justicia relacionada con la información contenida en un libro que publicó en 2020, The Room Where it Happened, que retrataba a Trump como un hombre extremadamente desinformado en política exterior. La Administración Trump afirmó que el manuscrito de Bolton incluía información clasificada que, de ser expuesta, podría perjudicar la seguridad nacional. Los abogados de Bolton han afirmado que este siguió adelante con el libro después de que un funcionario del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, con quien Bolton había trabajado durante meses, afirmara que el manuscrito ya no contenía información clasificada. Una declaración jurada de una orden de registro, previamente desclasificada, indicaba que un funcionario del Consejo de Seguridad Nacional había revisado el manuscrito del libro y le había informado a Bolton en 2020 que parecía contener “cantidades significativas” de información clasificada, parte de alto secreto. El abogado de Bolton, Abbe Lowell, declaró que muchos de los documentos incautados en agosto fueron aprobados como parte de una revisión previa a la publicación del libro de Bolton. Añadió que muchos tenían décadas de antigüedad, provenientes de la larga trayectoria de Bolton en el Departamento de Estado, como fiscal general adjunto y embajador de Estados Unidos ante las Naciones Unidas. La acusación formal marca un momento crítico en la larga trayectoria de Bolton. Sirvió en el Departamento de Justicia durante la administración del presidente Ronald Reagan y fue el representante del Departamento de Estado en materia de control de armas durante la presidencia de George W. Bush. En 2018, Bolton fue nombrado para servir como el tercer asesor de seguridad nacional de Trump. Sin embargo, su breve mandato se caracterizó por disputas con el presidente sobre Corea del Norte, Irán y Ucrania. Estas desavenencias finalmente llevaron a la salida de Bolton, y Trump anunció en redes sociales en septiembre de 2019 que había aceptado su renuncia. Bolton criticó posteriormente el enfoque de Trump en política exterior y gobierno en su libro de 2020, incluso alegando que Trump vinculó directamente la ayuda militar con la disposición del país a investigar a Joe Biden, quien pronto sería su rival demócrata en las elecciones de 2020, y a miembros de su familia. Trump respondió criticando a Bolton como un “tipo fracasado” y un “loco” belicista. Trump también dijo en ese momento que el libro contenía “información altamente clasificada” y que Bolton “no tenía aprobación” para publicarlo.
eldiario
hace alrededor de 3 horas
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