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Hambre de amor

Era una conversación distraída y puede que en realidad estuviéramos hablando de otra cosa y mi hija me tomó la mano y me acarició el dorso ya arrugado. Me han salido algunas manchas pero ella también las acarició junto con las arrugas, notando lo derruido y queriéndolo. El héroe que fui convertido en un ángel de la calle que busca su camino de regreso. Me gusta ser querido así, cuando el árbol está desnudo pero la raíz es más profunda que un razonamiento . Dios se va a pescar y nosotros somos los peces, y queremos ocultar nuestro corazón, pero al final picamos porque tenemos hambre de amor. Veo cómo me estropeo, lo que ya no se regenera, mis movimientos... Ver Más

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