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La revelación del montaje con la cocaína a Miguel Urbán impulsa la investigación sobre la guerra sucia a Podemos

La revelación del montaje con la cocaína a Miguel Urbán impulsa la investigación sobre la guerra sucia a Podemos
Un policía que utilizó el caso falso para rastrear a Pablo Iglesias declarará como investigado y deberá responder a de quién recibió la orden El invento bajo secreto de la Policía contra Podemos: Miguel Urbán y 40 kilos de coca en el pub Nueva Visión de Malasaña Las maniobras policiales para evitar que Podemos alcanzara el Gobierno en 2016 cumplen nueve años con novedades en la causa judicial que las investiga. El próximo 3 de julio deberá comparecer como investigado en la Audiencia Nacional un agente de la Policía Nacional que dejó su rastro al buscar información sobre Pablo Iglesias en bases de datos restringidas. El agente utilizó como argumento que otro dirigente de Podemos entonces, Miguel Urbán, era investigado en un presunto caso de narcotráfico, un estrambótico montaje que desveló hace tres semanas elDiario.es. La guerra sucia a Podemos durante el último Gobierno del Partido Popular es objeto de una causa judicial abierta hace 16 meses en el juzgado de Santiago Pedraz. Tiene su origen en algunos de los mensajes incautados al antiguo número dos del Ministerio del Interior durante la investigación del caso Kitchen, en los que trata con mandos policiales sobre cómo desacreditar a Podemos cuando el partido de Iglesias aspiraba a superar al PSOE y ser la fuerza predominante en un Gobierno de progreso. En la causa de la Audiencia Nacional están imputados el propio secretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez y un grupo de mandos policiales de aquella primera legislatura de Mariano Rajoy. Se trataría de uno de los tres vértices de actuación de la brigada política del PP, junto a la Operación Cataluña y el espionaje a Luis Bárcenas con cargo a los fondos reservados (Kitchen). La Unidad de Asuntos Internos envió un voluminoso informe al juzgado informando de las búsquedas de diputados de Podemos que aparecían en las bases de datos policiales. Muchas de ellas respondían a cuestiones rutinarias, incluso de protección de los políticos electos, pero otras se habían realizado desde unidades especializadas sin que constara investigación alguna sobre los miembros de Podemos. La respuesta de la Policía a la exigencia de explicaciones por parte de la Audiencia Nacional ha revelado, años después, la existencia investigaciones de dudosa justificación contra Podemos en un momento crítico, el primer semestre de 2016. Se trata del periodo entre las elecciones de diciembre de 2015, donde Podemos obtuvo su récord de 69 diputados, y las siguientes de junio de 2016, en las que aspiraba al ‘sorpasso’ al PSOE y desalojar al PP del Gobierno. Una inspectora jefe de la UDEF firmaba los escritos a la Audiencia Nacional en los que intentaba justificar la existencia de las operaciones bautizadas como Venus, Bolívar y Cardenal. Esta última indagaba en una supuesta venta de 40 kilos de cocaína de Venezuela, en el primer semestre de 2016, por parte del entonces europarlamentario de Podemos Miguel Urbán, con el objetivo de financiar irregularmente al partido. Un pub de Malasaña, el Nueva Visión de Johnny, y un Urbán desparramando droga por la barra remataban el disparatado relato del confidente. La rocambolesca historia tenía un objetivo claro por parte de la cúpula policial: encontrar aval judicial para entrar en las cuentas de los dirigentes de Podemos y del partido e insistir en la obsesión, que descarriló finalmente, de que el partido dependía del dinero de Irán y Venezuela. Había que actuar rápido, antes de los comicios de junio de 2016, y la Policía orquestó la falsa cuenta en Granadinas del líder de Podemos o el dosier PISA (Pablo Iglesias Sociedad Anónima), además del increíble relato que describía a Miguel Urbán como narcotraficante. El número de identificación policial de un agente consta en las búsquedas sobre Pablo Iglesias. La jefa de ese policía es quien firmó los oficios remitidos a la Audiencia Nacional ofreciendo distintas justificaciones para investigar al entonces líder de Podemos. elDiario.es tuvo acceso a las diligencias de investigación de la Fiscalía Antidroga que recogen el montaje policial. Con esa información, los abogados de Podemos solicitaron la incorporación de esa documentación. El rastro de la inspectora jefe Silvia El fiscal del caso, Vicente Rodríguez Mota, se ha opuesto a que se recabe de Antidroga esa documentación pero ha apoyado que preste declaración como imputado el policía que accedió a las bases de datos. Considera “improcedente” la explicación ofrecida por la inspectora jefe de la UDEF a la Audiencia Nacional. Todo apunta a que la declaración del policía precederá a la de Silvia O.M, la responsable de la UDEF autora de los oficios. Se da la circunstancia de que esta jefa de la UDEF participó en otras dos turbias operaciones contra Podemos. En una de ellas, presencialmente. Fue uno de los responsables policiales que viajó a Nueva York en 2016 para recabar confirmación de una fotocopia que señalaba a la Fundación CEPS, por la que habían pasado fundadores de Podemos, de 6,7 millones de euros de Venezuela seis años antes de que se creara el partido. Los agentes lograron una firma de Rafael Isea, ex viceministro del Gobierno de Hugo Chávez que luego declaró haber sido engañado por los agentes españoles. La inspectora jefe de la UDEF, todavía en la unidad de investigación, también informó de las consultas realizadas a dirigentes de Podemos en relación con la orden que recibieron de ampliar el informe PISA. Las tres investigaciones habrían decaído por falta de indicios, se encargaba de señalar en su informe a Pedraz. Al frente de la UDEF estaba entonces José Manuel García Catalán, comisario hoy jubilado que viajó igualmente a Nueva York y que participó en el encuentro en el que un miembro de la brigada política, José Ángel Fuentes Gago, le dice al exministro venezolano Isea que están allí con “un mandato” de Rajoy y que si consiguen que no gobierne Podemos “mejor para todos”. García Catalán declaró como testigo y apuntó a la posibilidad de haber visitado el baño justo cuando Fuentes Gago dijo eso.
eldiario
hace alrededor de 10 horas
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