cupure logo
queparalosunatienecondellasporespaña

Está ocurriendo algo que Rusia no imaginaba ni en sus mejores sueños: que EEUU le compre la "paz” que ofrece a Ucrania

Está ocurriendo algo que Rusia no imaginaba ni en sus mejores sueños: que EEUU le compre la "paz” que ofrece a Ucrania
El fin de semana comenzó un “viaje” que ha terminado con la reunión de Trump con Zelenski y los líderes europeos y las negociaciones sobre el final de la guerra de Ucrania como telón de fondo. En el último encuentro se evitó el choque temido, pero dejó a la vista un proceso de paz incierto y lleno de trampas. Mientras Kiev y sus aliados buscaban garantías de seguridad claras y frenar la idea de que ceder territorio sea condición previa, Moscú ya ha logrado algo que no imaginaba ni en sus mejores sueños: tener una baraja ganadora. El último encuentro. Esta percepción general de victoria en Moscú se da por varios factores, pero principalmente gracias a la torpeza del enviado Steve Witkoff y la complacencia de Trump a que las exigencias territoriales de Rusia se asuman como punto de partida. Putin insiste en que Ucrania abandone lo que aún controla en Donetsk y Lugansk, una cesión imposible para Zelenski sin incurrir en un suicidio político y militar, pero cuya negativa podría ser presentada como un obstáculo para la paz. Europa ha preferido centrar sus esfuerzos en vagas promesas de “protección estilo Artículo 5” de la OTAN, carentes de precisión y compromisos militares efectivos, mientras Trump ofrece solo “ayuda y coordinación” indirecta. En Xataka No es que la guerra haya entrado en su fase Mad Max, es que Ucrania está utilizando los camiones de vimos en la película El fracaso de Alaska. La clave de toda la negociación hasta ahora se dio el fin de semana. La cumbre celebrada en Anchorage entre Trump y Putin resultó en un fiasco diplomático que dejó en entredicho la estrategia estadounidense hacia la guerra en Ucrania. Trump buscaba arrancar un alto el fuego inmediato, pero Putin se negó a ceder, reafirmando unos objetivos que equivalen, en la práctica, a la capitulación ucraniana. A cambio del trato de invitado de honor y de la rehabilitación simbólica de un líder bajo constante escrutinio en Occidente, el presidente estadounidense apenas obtuvo cumplidos vacíos. Lejos de presionar, renunció a amenazar con consecuencias severas y ni siquiera mencionó la posibilidad de un encuentro a tres bandas con Zelenski, lo que dejó en evidencia una posición de debilidad y una preocupante alineación con la narrativa rusa. Putin se impone. Durante la rueda de prensa conjunta, Putin insistió en que para lograr una solución sostenible debían atenderse las “causas profundas” del conflicto, eufemismo que en su léxico implica revertir la expansión de la OTAN desde 1997, garantizar que Ucrania no se una jamás a la Alianza Atlántica, reducir el tamaño de las fuerzas armadas de Kiev y consolidar la pérdida de territorios ocupados. Dicho de otra forma, un rediseño de la arquitectura de seguridad europea bajo parámetros dictados por Moscú. Trump, lejos de rechazar estas pretensiones, dio a entender que estaba dispuesto a discutirlas, trasladando además la carga de alcanzar un acuerdo a Ucrania y a sus aliados europeos. El encuentro de 2018 Negociación a medida. Trump asumió la tesis de Putin de avanzar hacia un acuerdo global en lugar de un alto el fuego provisional, opción que antes compartía Kiev pero que hoy, con avances en el frente, favorece únicamente a Moscú, permitiéndole dilatar conversaciones y consolidar ocupaciones. Las exigencias territoriales rusas, que incluyen obligar a Ucrania a renunciar al cuarto de Donetsk y a parte de Lugansk todavía bajo su control, constituyen una línea roja para Kiev y Europa. Trump, sin embargo, declaró haber coincidido con Putin “en la mayoría de los puntos”, lo que sugiere una peligrosa disposición a validar una suerte de amputación territorial que debilitaría militarmente a Ucrania, desestabilizaría su política interna y abriría la puerta a nuevas agresiones rusas. El enigma USA. Recordaba el Financial Times que este viraje plantea dos lecturas inquietantes: o bien Trump simpatiza de fondo con la lógica de fuerza bruta que legitima la anexión territorial, o bien es moldeado con facilidad por su último interlocutor, sin una estrategia propia coherente. De ser el primer caso, Ucrania y Europa se enfrentarían a un obstáculo insalvable. En el segundo, todavía podrían intentar reorientar su postura en futuras reuniones. En cualquier caso, el éxito diplomático que los europeos creyeron haber asegurado la semana anterior al encuentro se ha demostrado ilusorio y pasajero. Repetición de patrones. Recordaba el New York Times que la escena de Anchorage evocó con fuerza el encuentro de Helsinki en 2018, cuando Trump confió más en la palabra de Putin que en los propios servicios de inteligencia estadounidenses. Otra vez, la cercanía personal con el mandatario ruso se tradujo en concesiones estratégicas. Para muchos observadores, la cumbre recordó los ecos del Acuerdo de Múnich de 1938, cuando Neville Chamberlain cedió parte de Checoslovaquia a Hitler en un vano intento de apaciguamiento. Figuras como Boris Johnson no dudaron en calificar el episodio de “vomitivo” y de uno de los peores momentos de la diplomacia internacional moderna. En Xataka Lo peor no es que llevemos los 20 días más calurosos de la historia de agosto: es que dependemos del Caribe para corregirlo Horizonte de incertidumbre. Aunque Trump habló de “acuerdos” y Putin aludió a un misterioso “entendimiento” alcanzado en Alaska, no hay señales de que el Kremlin esté dispuesto a renunciar a sus demandas más extremas. La aparente euforia de la delegación estadounidense contrasta con la cruda realidad: no hay alto el fuego, no hay sanciones adicionales y no hay plazo que limite la ofensiva rusa. Así, la guerra, lejos de acercarse a su final, se prolonga con un nuevo ingrediente de inquietud: la disposición del presidente estadounidense a legitimar las exigencias de Moscú en nombre de una paz que, de materializarse en los términos actuales, tendría más de capitulación que de solución duradera. Imagen | Сергей Бобылёв, Kremlin.ru En Xataka | Rusia tiene hasta cuatro robots inéditos en una guerra. La respuesta de Ucrania tampoco la habíamos visto: Flamingo En Xataka | Ucrania ha abierto el último dron de Rusia y no sale de su asombro: es la primera vez que China hace algo así - La noticia Está ocurriendo algo que Rusia no imaginaba ni en sus mejores sueños: que EEUU le compre la "paz” que ofrece a Ucrania fue publicada originalmente en Xataka por Miguel Jorge .

Comentarios

Noticias tecnológicas