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Cómo funciona la ayuda de 30.000 euros que podrán pedir los jóvenes para alquilar con opción a compra

Cómo funciona la ayuda de 30.000 euros que podrán pedir los jóvenes para alquilar con opción a compra
La implantación de todas estas medidas dependerá en gran medida de la colaboración con las comunidades autónomas, que son las que tienen la competencia directa en materia de vivienda¿Se puede cobrar el paro y trabajar como autónomo a la vez? Esto dice el SEPE El acceso a la vivienda se ha consolidado como uno de los grandes problemas estructurales de la economía española. Los menores de 35 años son el grupo más afectado por la escalada de precios, atrapados entre sueldos que apenas avanzan y alquileres que suben a doble dígito en muchas ciudades. En este contexto, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció un nuevo paquete de medidas con el que busca aliviar las tensiones del mercado inmobiliario y facilitar la emancipación juvenil. La medida más llamativa es una ayuda directa de hasta 30.000 euros para quienes firmen un contrato de alquiler con opción a compra. Así es la propuesta El planteamiento del Ejecutivo es que esta aportación funcione como una inversión inicial: si el inquilino ejerce finalmente la compra, el importe se descontará del precio de la vivienda. Con ello se persigue transformar el gasto mensual en un camino hacia la propiedad, ofreciendo una salida intermedia a quienes no pueden afrontar de golpe una hipoteca pero tampoco quieren quedar atrapados de manera indefinida en el alquiler. Sánchez subrayó que el objetivo es “proteger a los trabajadores jóvenes, no sólo en los aspectos retributivos de su relación laboral sino en su derecho al respeto de las condiciones laborales acordadas, a la conciliación de la vida familiar y personal y a la protección de la salud”. Lo que incluye El paquete no se limita a la ayuda económica. Una de las novedades es la creación de un seguro de impago que busca dar tranquilidad a las dos partes del contrato: el propietario contará con una garantía frente a posibles incumplimientos y el inquilino podrá acceder a la vivienda con menor presión. El Gobierno defiende que este instrumento puede animar a que más propietarios pongan en el mercado sus viviendas vacías, ampliando así una oferta que hoy resulta claramente insuficiente frente a la demanda. Otra de las líneas de actuación apunta a la llamada España vaciada. El Ejecutivo prevé habilitar un programa de ayudas específicas en municipios de menos de 10.000 habitantes. El doble objetivo es fijar población en territorios afectados por la despoblación y facilitar el acceso a la vivienda en áreas donde los ingresos son menores y la oferta es escasa o está poco adaptada a las necesidades actuales. Con esta medida, el Gobierno intenta combinar la política de vivienda con la de reequilibrio territorial. Condicionado por las comunidades autónomas La implantación de todas estas medidas dependerá en gran medida de la colaboración con las comunidades autónomas, que son las que tienen la competencia directa en materia de vivienda. Sánchez recalcó que la coordinación será “esencial” para asegurar que las ayudas lleguen a los colectivos a los que van dirigidas y para que puedan adaptarse a las particularidades de cada región. Esa cogobernanza se plantea como condición necesaria para que el plan no quede en una mera declaración de intenciones. El Gobierno también ha puesto el foco en el impacto del alquiler turístico. La proliferación de pisos destinados a visitantes ha reducido la oferta de viviendas residenciales en muchas ciudades y ha contribuido a tensionar aún más los precios. El presidente anunció que el Ejecutivo se compromete a trabajar con comunidades y ayuntamientos para frenar esta dinámica y está dispuesto a impulsar cambios normativos que devuelvan parte de esas viviendas al mercado tradicional. La referencia al alquiler vacacional es un reconocimiento explícito de que este fenómeno se ha convertido en uno de los principales factores de distorsión. Una propuesta condicionada por el contexto actual Las medidas llegan en un contexto especialmente complejo. El precio del alquiler en capitales como Madrid o Barcelona ha registrado incrementos de dos cifras en el último año, mientras que los salarios apenas han crecido. La brecha entre ingresos y gasto en vivienda expulsa cada vez a más jóvenes del mercado, obligándolos a compartir pisos con varias personas o a retrasar indefinidamente su emancipación. La ayuda de 30.000 euros pretende aliviar esa presión, aunque su eficacia dependerá de la rapidez de aplicación y del volumen de beneficiarios que puedan acceder a ella. El Ejecutivo defiende que este paquete representa un compromiso firme con el derecho a la vivienda y asegura que evaluará periódicamente su impacto. El reto es considerable: garantizar que las ayudas no se traduzcan en un nuevo estímulo a los precios, sino en una mejora real de las condiciones de acceso. En un país donde la emancipación juvenil se retrasa ya hasta los 30 años de media, la medida busca ofrecer una vía de salida frente a un problema que se ha convertido en una de las principales preocupaciones de la sociedad española.

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