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El accionista y consejero David Martínez rompe el rechazo unánime del Sabadell y anuncia que acudirá a la opa de BBVA

La unanimidad del consejo de administración de Banco Sabadell contra el precio de la opa de BBVA se rompe tras la mejora del precio en un 10% acometida por la entidad vasca. La mayoría del órgano considera que la oferta infravalora el valor del banco y recomienda no acudir, pero David Martínez , consejero y accionista significativo, se erige como el miembro díscolo de la opinión mayoritaria al dar a conocer que aceptará la oferta. El mexicano, que está sentado en el consejo al tener un 3,86% del accionariado, ha reflejado en el nuevo informe del consejo del Sabadell sobre la opa una posición totalmente opuesta a la del resto de sus compañeros de órgano. «Manifiesto mi reconocimiento al equipo directivo y empleados de Sabadell por haber construido un banco sólido y con futuro robusto. He decidido participar en la oferta presentada por BBVA porque considero que la futura consolidación en España de ambas instituciones dará lugar a una entidad aún más competitiva», indica Martínez. El inversor asegura también que se ha prestado demasiada atención a la cuestión del precio y, a su juicio, «este factor es secundario a los beneficios estratégicos de la integración de las entidades en el largo plazo. Igualmente estimo que la interferencia política ejercida ha afectado negativamente a la contraprestación de esta oferta». Por todo ello, Martínez ha comunicado que acudirá a la opa de BBVA y ha manifestado también que se abstiene «de suscribir el presente informe dado que no comparto algunas de las opiniones y argumentos expresados en el mismo». En el primer informe que realizó el consejo sobre la oferta inicial hace pocas semanas, este consejero dijo que no acudiría a ese precio y también se abstuvo de apoyar el documento que salió del órgano. El informe del consejo después de que el BBVA haya incrementado un 10% el precio, y que no ha sido apoyado por Martínez, va en línea con el primer rechazo que ya emitieron hace pocas semanas. «El consejo considera que la opa en curso obtendrá un muy bajo nivel de aceptación», se atreve a vaticinar el órgano, que insiste en que siguen recomendando a sus accionistas no acudir por tres razones. La primera razón es el precio, que resulta «significativamente inferior al valor del proyecto de Banco Sabadell en solitario. El consejo ha analizado distintos métodos de valoración y considera que Banco Sabadell tiene un potencial de revalorización de hasta un 26% sobre el precio ofrecido por BBVA», según el documento, al tiempo que añaden que en realidad el banco vasco lo que hace es ofrecer un precio muy similar al que ya cotiza el Sabadell por su cuenta. «En operaciones comparables la prima de control ofrecida suele situarse en torno al 40% por encima de la cotización de la sociedad afectada, mientras que en la oferta es prácticamente inexistente», inciden. En segundo lugar, el informe detalla que «la remuneración total prevista a los accionistas de Banco Sabadell en los próximos tres años, entre dividendos y recompras, es claramente superior a la que percibirían aceptando la actual oferta. Entre 2025 y 2027 Banco Sabadell espera realizar distribuciones de dividendos y capital a sus accionistas de en torno a un 40% de su cotización actual, incluido un dividendo extraordinario en efectivo de 50 céntimos por acción vinculado a la venta de TSB que se abonará previsiblemente durante el primer trimestre de 2026. En cambio, los accionistas que aceptaran la actual oferta recibirían unas distribuciones previstas de dividendos y capital entre un 21% y un 28% menores en ese periodo». Es por ello que apuntan a «la capacidad superior de Banco Sabadell de remunerar a sus accionistas». En tercer lugar, la opinión mayoritaria del consejo es la de que «acudir ahora a la opa en curso tiene riesgos relevantes», como que en caso de que BBVA rebajara el umbral mínimo de aceptación a entre el 30 y el 50%, los accionistas que acudieran tendrían que pagar impuestos al perderse la neutralidad fiscal. Y añaden, además, que en ese escenario los que hayan acudido se perderían la segunda opa que BBVA estaría obligado a lanzar previsiblemente «a un precio superior al de la primera». Esa posibilidad de que suceda una segunda opa, que tendría que ser en efectivo, provocaría a juicio del consejo que «BBVA podría tener que reducir en hasta 12.000 millones de euros sus dividendos futuros o ampliar capital por un importe de hasta 12.000 millones de euros para hacer frente a la segunda opa en efectivo . Esto podría provocar una caída en el precio de las acciones de BBVA que afectaría a quienes hubieran ido a la opa en curso». Relacionado con ello, el consejo del Sabadell destaca que «BBVA debería haber precisado con toda claridad cómo y cuándo se determinará el precio de esa segunda opa obligatoria en efectivo, ofrecer estimaciones suficientes sobre los eventuales impactos que dicha opa podría tener en su capital y cómo tiene previsto afrontarlos, así como un adecuado reflejo de los riesgos a los que la acción de BBVA quedaría expuesta durante ese periodo», algo que el banco catalán indica que no se ha aclarado. Ante esta situación, el documento del consejo señala que «si no desea aceptar la oferta, no haga nada». Con esta información sobre la mesa, los accionistas del Sabadell tendrán para decidir hasta el 10 de octubre, cuando termina el periodo de aceptación. Asimismo, Banco Sabadell ha aprovechado la deliberación en el consejo de administración sobre la opa de BBVA para «incrementar el objetivo de remuneración al accionista con cargo al ejercicio 2025 desde su nivel actual de 1.300 millones de euros a alrededor de 1.450 millones de euros», según ha informado la entidad. El banco hace esto público teniendo en cuenta que el periodo de aceptación de la opa termina el próximo 10 de octubre y quiere, así, tentar a sus accionistas para tratar de repeler al banco vasco; más aún después del golpe que supone que se quiebre el rechazo unánime del consejo. Para ello se sirve de la fuerte generación de capital de 70 puntos básicos que ha tenido en estos primeros ocho meses del año y cuyo exceso tiene el compromiso de repartir entre los accionistas. Asimismo, el consejo de administración, siguiendo la política de retribución al accionista del grupo, «ha aprobado la distribución de un segundo dividendo a cuenta de los resultados del ejercicio en curso por un importe de 7 céntimos de euro brutos, en efectivo, pagadero el próximo 29 de diciembre, que se añade al primer dividendo a cuenta de los resultados del presente ejercicio, por el mismo importe, satisfecho el pasado 29 de agosto». Y la entidad se encarga de recordar a sus accionistas que solo lo cobrarán aquellos que no acepten la opa de BBVA. Con esto, el banco trata de responder al anuncio que hizo precisamente ayer la entidad vasca al comunicar a última hora de la tarde un dividendo récord a cuenta de 2025 de 32 céntimos brutos por acción. En ese anuncio, el BBVA también hacía hincapié en que solo lo cobrarían los que aceptaran la operación. También, para que los accionistas dispongan de toda la información sobre la marcha del banco, la entidad catalana ha comunicado parte de sus resultados a cierre de agosto, algo que no es nada habitual. «El beneficio neto atribuido acumulado a agosto de 2025 es de 1.262 millones de euros, lo que representa una rentabilidad sobre fondos propios tangibles (RoTE) del 15,1% y una mejora interanual del 11%. En términos comerciales, el crédito vivo crece a un ritmo del 6,4% en el perímetro ex–TSB y los recursos totales de clientes lo hacen a un ritmo del 7,3%, en ambos casos frente a agosto de 2024», recogen los catalanes.
abc.es
hace alrededor de 5 horas
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