cupure logo
dellosqueparalasporconunamillonesespaña

Un valor diferencial en un mercado de trabajo mutante

En el curso 2023-2024, 288.955 estudiantes se matricularon en un máster en España, lo que muestra una tendencia al alza, hasta el 32,6% en los últimos cinco cursos, según muestra el informe de « Datos y cifras del Sistema Universitario Español» publicado este año por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. En dicho curso se ofertaron más de 4.000 másteres en España y del total de universitarios, el 16,4% estaba matriculado en programas de máster. Los titulados en esta modalidad de estudios presentan una tasa de empleo del 87%, según la última Encuesta de Inserción Laboral del INE. Aunque el porcentaje de ofertas de empleo que exigen un máster es muy reducido, estos estudios permiten acceder a mejores condiciones salariales. Los másteres proporcionan una combinación de conocimientos científicos y técnicos especializados, competencias analíticas y habilidades transversales altamente valoradas en el mercado laboral, «como son el trabajo en equipo, la resolución de problemas complejos, la capacidad de adaptación al cambio y la comunicación eficaz», afirma Isabel Alonso, vicerrectora de Estudios de Posgrado de la UAM. Además, muchos programas de posgrado incluyen formación práctica y acceso a redes profesionales, «lo que incrementa notablemente la capacitación del estudiantado y su empleabilidad». Los datos que maneja la UAM indican que sus alumnos que cursan másteres suelen integrarse en el mercado laboral en menos tiempo que aquellos que solo tienen estudios de grado. En la última promoción analizada en el Observatorio de Empleabilidad de la UAM, correspondiente al curso 2021/2022, «el 94% de los titulados activos de máster UAM se encontraba trabajando al año de egreso, frente a un 89% de los titulados de grado», avanza la vicerrectora. Porcentajes que han mejorado con el paso del tiempo. «La especialización que ofrece el máster, junto con las oportunidades de prácticas y el contacto directo con empresas colaboradoras, acelera notablemente el proceso de inserción profesional», puntualiza. Desde la UAM apuntan que los sectores que más valoran el máster son aquellos que requieren una alta cualificación y actualización constante, como la consultoría, las finanzas, la tecnología, la salud, la educación, la energía y la industria. «La oferta de másteres se está adaptando continuamente a las demandas del entorno laboral. Se incorporan contenidos relacionados con la transformación digital, sostenibilidad, inteligencia artificial, gestión del cambio y competencias digitales. Además, se promueve la colaboración con empresas para diseñar programas más orientados a la práctica y con mayor enfoque profesional», explica Isabel Alonso. Y recuerda también que muchos estudiantes acceden a másteres de orientación profesionalizante como una vía para reorientar su carrera profesional, actualizar sus conocimientos o cambiar de sector. «Cursarlos es una oportunidad para redefinir el perfil profesional, adquirir nuevas competencias y explorar nuevas salidas laborales con mayor proyección de futuro», matiza. María Encinas de la Rosa, gerente de la Escuela de Negocios de la Cámara Oficial de Comercio , Industria y Servicios de Madrid, resalta tres principales objetivos a la hora de realizar un máster. El 'upskilling', «aumentar tus conocimientos en una materia», el 'reskilling', «actualizar los conocimientos de esa materia para no quedarte desactualizado» o bien porque te estás planteando el doctorado y un máster «puede ayudarte con respecto a los créditos y el enfoque». En este sentido, en cualquiera de los tres, afirma que la empleabilidad es un factor clave a la hora de elegir un máster. A los jóvenes que buscan esa especialización tras realizar su grado universitario «para que les ayude a incorporarse en la empresa y poder poner en práctica todo el conocimiento adquirido hasta entonces» «y a los profesionales en activo, el máster debería ser una palanca para progresar en su trayectoria en la empresa en la que trabajan y tener más oportunidades de mejorar su empleo o cambiar a otra empresa con mejores condiciones». Tiene claro que el máster es un punto de inflexión en la trayectoria de cualquier persona. «Para los recién egresados, representa una vía de acceso más directa y mejor cualificada al mercado laboral y para los profesionales en activo, supone una herramienta potente de actualización, recualificación o incluso de cambio de sector», resalta la gerente. La clave está «en elegir un programa alineado con los objetivos profesionales del estudiante y con una orientación práctica y conectada con la realidad empresarial». En cualquier caso, recuerda que un postgrado mejora el 'expertise' de un alumno y ese conocimiento se consolida una vez que se pone en práctica en la empresa, por lo que es muy importante que los másteres faciliten prácticas a aquellos alumnos que las necesitan para tener experiencia laboral en ese área o bien para reconducir su trayectoria, «algo que hoy en día es muy habitual en diferentes profesiones que se están viendo menos demandadas y también derivado del crecimiento exponencial y las oportunidades que genera el sector tecnológico y ambiental por ejemplo». María Encinas de la Rosa entiende que la empleabilidad debe ser un criterio estratégico especialmente en un entorno tan competitivo y cambiante como el actual. «Un máster no solo debe proporcionar conocimientos técnicos y teóricos, sino también potenciar las competencias y habilidades que demandan las empresas», puntualiza. Por eso en los programas de postgrado trabajan para que sus alumnos adquieran también «una visión estratégica, capacidad de adaptación y redes de contacto profesional que les permitan avanzar o reorientar su carrera». Parece claro que si el mercado está permanentemente en constante cambio y evolución los programas de postgrado han de estar en permanente revisión de contenidos y metodologías y especializaciones. «Las empresas demandan hoy perfiles más completos, que combinen conocimientos técnicos con competencias digitales, de liderazgo y sostenibilidad. También observamos un interés creciente por programas que integren tecnología, liderazgo y propósito social», avanza. Helen Wilkinson, directora de Posgrados de la Universidad Villanueva, también afirma que la oferta de másteres ha ido adaptándose cada vez más a las nuevas necesidades de las empresas. «Actualmente, los programas se esfuerzan por incluir formación en habilidades digitales, temas de innovación y sostenibilidad y fomentar el liderazgo, que son áreas clave en el mercado laboral actual», destaca. Cree que el enfoque creciente en habilidades blandas, como la comunicación, el trabajo en equipo, la adaptabilidad y en definitiva el liderazgo, «es muy lógico en un mundo donde la IA va a resolver muchos problemas de conocimiento, pero no es capaz de liderar personas, comunicar con empatía, negociar o adaptarse según el entorno», puntualiza. Un máster aporta varias habilidades que son muy valoradas en el mercado de trabajo. Por un lado, conocimientos especializados, «te proporciona una formación profunda en un área concreta, lo que te hace más competente y preparado para roles especializados y de gestión» a lo que hay que añadir pensamiento crítico y analítico. «Aprendes a analizar situaciones complejas, resolver problemas y tomar decisiones fundamentadas, habilidades especialmente buscadas por las empresas en nuestro mundo de hoy, donde los seres humanos deben utilizar la IA pero con juicio crítico», explica Wilkinson. Se desarrolla capacidad de investigación una vez que los proyectos y trabajos fin de máster fortalecen la capacidad de mantener un «chip mental de apertura para buscar información, analizarla y aplicarla, conectando conocimientos variados de diferentes asignaturas». Estudios que mejoran las habilidades de comunicación, el trabajo en equipo, liderazgo y networking así como adaptabilidad y aprendizaje continuo. Sin olvidar también la parte de las habilidades digitales y tecnológicas. «Un máster demuestra compromiso, dedicación y una motivación por seguir aprendiendo y mejorando las propias habilidades, indica que la persona ha querido esforzarse por adquirir conocimientos especializados en un área concreta; es decir, indica capacidad de resiliencia, de perseverancia, lo cual hoy día es muy importante», destaca la directora de Posgrado de la Universidad de Villanueva. De ahí muchas empresas ven en un máster una señal de que el candidato está dispuesto a invertir en su desarrollo profesional y «de que tiene un nivel de madurez en las habilidades críticas que se requieren en un puesto de trabajo». En consecuencia, tienen más facilidades para encontrar trabajo y sentirse más sólidos en su puesto. En el caso concreto de esta universidad, el ratio de empleabilidad es del 96%. En la Escuela de Postgrado de la Universidad Francisco de Vitoria (UFV), por ejemplo, hay una gran preocupación por aportar competencias de análisis relacional con otras disciplinas, de forma que el alumno sea capaz de entender e interactuar desde su profesión con otras disciplinas. «Hemos detectado una alta demanda de las empresas, pues las tareas tienden a ser globales y multidisciplinares, incluso en el mismo sector», subraya Félix Suárez, director de la escuela. Todo ello se construye sobre una sólida formación técnica y humana, «dotando al alumno de conocimientos especializados, habilidades sociales y una actitud de servicio a la sociedad». Desde hace años realizan anualmente un estudio de empleabilidad y eficacia formativa. Los datos de su último Barómetro de Empleabilidad indican que el 91,30 % de sus alumnos trabajan tres meses después de finalizar el programa que han realizado, de los cuales 78,2 % lo hacen con contrato indefinido. «La gran mayoría de los alumnos máster, encuentra trabajo antes, en mejores condiciones y ganan más», afirma Suárez. En la UFV creen que en todos los sectores se valora la realización de un máster ya que «el postgrado aborda estudios especializados de mayor nivel que los propios del grado. Sin duda es un esfuerzo extra, pero la experiencia nos dice que merece la pena». Félix Suárez también constata que cada vez más las empresas valoran estudios de formación humanística de postgrado como complemento formativo, independientemente del sector o actividad en el que se desempeñan, «pues dota a los alumnos de una visión enriquecedora e integral de la realidad empresarial y social». El informe del ministerio muestra las ramas de enseñanza más demandadas en los estudios de máster, donde destaca especialmente Ciencias Sociales y Jurídicas con 166.926 matriculados (57,8%), siendo todavía más predominantes en las universidades privadas (69,3%). Los Máster en la rama de Ciencias Sociales y Jurídicas de las privadas, con más de 100.000 matriculados, superan en más de 34.000 alumnos a los de las públicas, así como en más de 5.400 en la de Ciencias de la Salud. En el resto de las ramas destacan los alumnos de las universidades públicas, especialmente en Ingeniería y Arquitectura. María Encinas de la Rosa, gerente de la Escuela de Negocios de la Cámara Oficial de Comercio, Industria y Servicios de Madrid, indica que los sectores con mayor demanda en la actualidad son aquellos vinculados a comercio internacional y la gestión de la cadena de suministro en un mundo sin fronteras donde la competitividad se impone sobre las estrategias más locales. «Los nuevos modelos de organización, la gestión del talento, la diversidad, la igualdad y la inclusión y los diferentes modelos de trabajo híbrido demandan profesionales formados en la dirección y gestión de personas». Con respecto a la evolución constante del sector tecnológico y marketing digital, «impera todo lo relacionado con la transformación digital, la integración de la IA y el análisis del dato».  También la sostenibilidad no es solo una tendencia, «sino una necesidad urgente y transversal que está redefiniendo la manera en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos con el entorno», subraya María Encinas de la Rosa. En el ámbito empresarial «es rentable; es imprescindible generar un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente. Por eso, los programas de postgrado deben integrar la sostenibilidad como un eje estratégico, no solo desde una perspectiva ambiental, sino también social y de buen gobierno», puntualiza. Considera que formar profesionales con una visión sostenible significa preparar líderes capaces de tomar decisiones responsables, anticiparse a los riesgos del futuro y contribuir a modelos de negocio más éticos, resilientes y competitivos. «La sostenibilidad ya no es una opción, es un valor diferencial y un motor de innovación», recalca. Helen Wilkinson, directora de Posgrados de la Universidad Villanueva, pone como ejemplo algunos másteres especialmente valorados en el mercado laboral. En el ámbito de Salud y Ciencias de la Vida, el máster universitario en Neuropsicología Clínica; en Marketing y Comunicación, el máster universitario en Marketing Digital donde se forman en todo lo relacionado en temas de Retail Media e E-commerce. Ya en Educación, también se está pidiendo mucha especialización a los docentes, y está el máster universitario en Neuropsicología y Educación y otro en Psicopedagogía.
abc.es
hace alrededor de 6 horas
Compartir enlace
Leer mas >>

Comentarios

Noticias de negocios