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La apuesta de Japón para volver a liderar la industria de los chips se sostiene sobre estas tres empresas

La apuesta de Japón para volver a liderar la industria de los chips se sostiene sobre estas tres empresas
Para Japón, al igual que para Corea del Sur, Taiwán, China o EEUU, la industria de los semiconductores tiene un carácter estratégico no solo por el profundo impacto beneficioso que tiene en su economía, sino también por el impulso que da a su capacidad tecnológica. Este es el contexto en el que el Gobierno japonés anunció a mediados del pasado mes de noviembre un plan público que inyectará en las empresas que se dedican al diseño y la fabricación de chips nada menos que 325.000 millones de dólares en un plazo de diez años. Además, prepara 65.000 millones adicionales que persiguen respaldar la actividad de las empresas locales. No cabe duda de que es una apuesta muy fuerte y más ambiciosa incluso que las diseñadas por EEUU, China o Europa. Solo Corea del Sur prepara una inversión económica de una envergadura similar. Las primeras reacciones de las empresas niponas no se han hecho esperar. "Estamos trabajando con nuestros clientes para desarrollar tecnologías que se adentran cuatro generaciones en el futuro". Estas palabras de Nobuto Doi, vicepresidente de Tokyo Electron, son toda una declaración de intenciones. No obstante, antes de seguir adelante en este artículo es importante que repasemos brevemente de dónde viene Japón. A finales de la década de los 80 este país asiático dominaba la industria global de los circuitos integrados con una contundencia indiscutible. NEC, Toshiba, Hitachi, Fujitsu, Mitsubishi, Matsushita y otras compañías niponas acaparaban en 1988 nada menos que el 50% de la industria de los chips. Sin embargo, hoy ninguna de estas empresas está posicionada entre los líderes de un sector dominado con puño de hierro por las compañías taiwanesas, estadounidenses, chinas, surcoreanas y alemanas. Tokyo Electron: la ASML japonesa Esta compañía es uno de los pilares de la industria nipona de los circuitos integrados. Se dedica al diseño y la fabricación de equipos de litografía y procesado de obleas, por lo que con frecuencia sus máquinas conviven en las plantas de TSMC, Intel, Samsung, Micron Technology o SK Hynix, entre otras compañías, con los equipos de la empresa neerlandesa ASML o la estadounidense Applied Materials. Su importancia para Japón es tal que actualmente es una de las compañías japonesas que se están viendo respaldadas por las subvenciones aprobadas por el Gobierno nipón. En Xataka Trece años después de su descubrimiento el bosón de Higgs sigue siendo un misterio. La IA ya le está poniendo fin La nueva planta de Tokyo Electron en Oshu estará destinada a la fabricación de equipos avanzados de deposición de obleas y a la logística De hecho, está construyendo varios edificios en la prefectura de Miyagi que presumiblemente estarán terminados en 2025. El proyecto más ambicioso que abordará en estas instalaciones consistirá en el diseño y la fabricación de unos equipos de grabado de obleas mediante plasma muy avanzados. Son, precisamente, las máquinas de las que habla Nobuto Doi en la declaración que he incluido en el segundo párrafo de este artículo. Estos equipos están involucrados en la definición del patrón que posteriormente va a ser transferido a la oblea. La empresa japonesa Hitachi también tiene máquinas de grabado de obleas por plasma, pero la voz cantante en este mercado en particular la tiene Tokyo Electron. Al parecer los ingenieros de esta última compañía están trabajando codo con codo con sus clientes para desarrollar soluciones que, según Doi, se posicionarán cuatro generaciones por delante. No obstante, su plan va más allá de las instalaciones de la prefectura de Miyagi. Y es que Tokyo Electron también está construyendo una nueva planta en Oshu, en la prefectura de Iwate, que estará destinada a la fabricación de equipos avanzados de deposición de obleas y a la logística. De algo podemos estar seguros: Tokyo Electron es la ASML japonesa. Sin ella el ambicioso plan pergeñado por el Gobierno nipón para su industria de los semiconductores no sería viable. Rapidus Corporation: la punta de lanza de Japón La compañía que está destinada a competir de tú a tú con TSMC, Intel o Samsung en el mercado de la producción de chips es Rapidus Corporation. De hecho, ha sido creada expresamente para volver a colocar a Japón a la vanguardia de los circuitos integrados. Esta es una compañía muy joven. Fue fundada el 10 de agosto de 2022 por el Gobierno japonés con un capital inicial de 7.346 millones de yenes (algo menos de 46 millones de euros) aportado por, y aquí viene lo interesante, Sony, Toyota, NEC, SoftBank, Kioxia, Denso, Nippon Telegraph y MUFG Bank. En Xataka LG OLED C5, análisis: lo hace todo tan bien que nos obliga a plantearnos si tiene sentido gastar más en un televisor OLED El capital inicial invertido en la constitución de esta compañía no es muy abultado, pero no cabe duda de que las empresas que participan en ella tienen una relevancia indiscutible en los sectores de la tecnología, la automoción y las telecomunicaciones. Actualmente Rapidus está poniendo a punto una planta de fabricación de circuitos integrados en el norte de Japón, en la ciudad de Chitose (Hokkaido), en la que planea producir semiconductores de 2 nm. Los primeros prototipos de estos chips ya están listos, pero la fabricación a gran escala no llegará en el mejor de los casos hasta 2027. Rapidus está poniendo a punto una planta de fabricación de chips en el norte de Japón en la que planea producir semiconductores de 2 nm Lo que está provocando que la nueva fábrica de Rapidus acapare las miradas del sector de los semiconductores es que, según Atsuyoshi Koike, que es el presidente de la compañía, estará completamente automatizada. Su propósito es recurrir a los robots y la inteligencia artificial (IA) para poner a punto una línea de producción automatizada que estará especializada en la fabricación de chips de 2 nm para aplicaciones de IA. Su plan consiste, en definitiva, en producir circuitos integrados más rápido, con un coste más bajo y con más calidad. Para fabricar estos semiconductores se utilizan los equipos de litografía de ultravioleta extremo (UVE) que produce la compañía neerlandesa ASML, y prácticamente todos los procesos de fabricación son automáticos. Sin embargo, las fases de prueba y validación, interconexión y empaquetado de los chips todavía se llevan a cabo en gran medida de forma manual en la mayor parte de las plantas de fabricación. Según Rapidus su tecnología de automatización de todos estos procesos le permitirá reducir el tiempo de entrega de sus chips un 66% frente a los tiempos que ofrecen habitualmente TSMC y Samsung. JSR Corporation: el monopolio de la fotorresistencia está en sus manos Hay una empresa nipona que es indiscutiblemente líder en su especialidad. Es poco conocida fuera del ámbito de los semiconductores, y, sin embargo, es uno de los baluartes de Japón. Se llama JSR Corporation y está especializada en la producción de materiales fotorresistentes. Los equipos de fotolitografía que diseña y produce ASML se responsabilizan, muy a grandes rasgos, de transferir el patrón geométrico descrito por la máscara con muchísima precisión a la superficie de la oblea de silicio. En este ámbito podemos observar el patrón como el "dibujo" que delimita la distribución de los transistores, las conexiones y los demás elementos que conforman un circuito integrado. No obstante, antes de llegar a este paso tan importante es necesario someter las obleas a un proceso conocido como deposición. En él suelen intervenir los equipos fabricados por Tokyo Electron o Applied Materials. Su propósito es preparar las obleas de silicio para la transferencia del patrón geométrico depositando sobre ellas una capa finísima de material. Dependiendo del tipo de chip que se esté fabricando será necesario emplear un material u otro. Durante las últimas dos décadas todas las empresas especializadas en la producción de materiales fotorresistentes han sido niponas Una de las técnicas de deposición más utilizadas se conoce como oxidación, y consiste en sacar partido a la capacidad del silicio de formar una capa finísima de óxido al reaccionar con el agua. Su propósito es proteger los transistores y los demás componentes de los chips de la contaminación externa. No obstante, antes de llevar a cabo la transferencia del patrón geométrico a la oblea utilizando un equipo de litografía es necesario verter sobre ella un líquido capaz de absorber la luz y preservar el patrón. Esta es la función del fluido fotorresistente. Durante las últimas dos décadas todas las empresas especializadas en la producción de materiales fotorresistentes han sido niponas. De hecho, Japón tiene desde entonces el monopolio de este mercado, que actualmente está liderado por JSR Corporation. Esta compañía suministra sus líquidos fotorresistentes a la mayor parte de los fabricantes de semiconductores que he mencionado en este artículo, contribuyendo a sostener el liderazgo de Japón en un ámbito muy importante que habitualmente pasa desapercibido: el de la fabricación de materiales avanzados para producir circuitos integrados. En Xataka | Japón toma la iniciativa con la fusión nuclear y fija una fecha extremadamente ambiciosa: la década de 2030 En Xataka | Ha llegado la era de los zetaFLOPS: Japón prepara un superordenador 1.000 veces más potente que el más poderoso - La noticia La apuesta de Japón para volver a liderar la industria de los chips se sostiene sobre estas tres empresas fue publicada originalmente en Xataka por Juan Carlos López .

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