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Lo que busca Israel en Irán no está a la vista. Se llama Fordow y se esconde bajo una montaña prácticamente impenetrable

Lo que busca Israel en Irán no está a la vista. Se llama Fordow y se esconde bajo una montaña prácticamente impenetrable
Ocurrió la semana pasada. La operación israelí Am Kalavi (León Creciente) sobre Irán no fue un simple ataque más. La ofensiva, hoy convertida en una batalla entre ambas naciones, busca dos cosas que difícilmente ocurrirán a corto plazo. La primera: provocar la caída del régimen de los ayatolás con un llamamiento a la población a levantarse contra sus gobernantes. La segunda: desmantelar el programa nuclear, y en ese punto destacaba un nombre sobremanera: Fordow. La montaña nuclear. Sí, en el corazón de las preocupaciones estratégicas de Israel se alza una estructura imponente, invisible a simple vista pero decisiva en la disputa nuclear con Irán: la instalación de enriquecimiento de uranio de Fordow, excavada medio kilómetro bajo una montaña rocosa cerca de la ciudad sagrada de Qom. Este búnker subterráneo, rodeado por un anillo de defensas aéreas y protegido por hormigón reforzado, representa tanto un símbolo de la determinación iraní por blindar su programa nuclear como un desafío técnico extremo para cualquier intento de destrucción desde el aire. Para los estrategas israelíes, Fordow no solo equivale a una fortaleza geológica impenetrable, sino también a la posible génesis de una “ruptura nuclear” (break out), es decir, el punto de no retorno en el que Irán pueda convertir su uranio altamente enriquecido en material apto para armas nucleares. En Xataka Mientras Europa busca desesperadamente alternativa al gas ruso, una provincia española ya la ha encontrado: Burgos Dos enfoques, dos amenazas. Mientras Israel logró infligir daños significativos en Natanz (otra planta de enriquecimiento más expuesta y menos profunda) a través de ataques que posiblemente inutilizaron su infraestructura eléctrica y centrifugadoras, Fordow sigue activa a pesar de los intentos, con capacidades operativas intactas y mayor resistencia a ataques convencionales. Según los análisis del Instituto para la Ciencia y la Seguridad Internacional (ISIS), Fordow alberga 408 kg de uranio altamente enriquecido y podría procesar 25 kg de uranio apto para armas en apenas dos o tres días, lo suficiente para fabricar hasta nueve bombas nucleares en tres semanas. Bombas antibúnker. A diferencia de Natanz, Fordow está diseñada no para el enriquecimiento civil a gran escala, sino para garantizar la continuidad del programa incluso tras un ataque, algo que subraya su importancia estratégica. Enterrada mucho más profundo que su contraparte, ni siquiera las bombas antibúnker más potentes de Estados Unidos, como la Massive Ordenance Penetrator, podrían garantizar su destrucción total. Imagen satelital del área donde está enterrada Fordow Orígenes secretos y legado. Contaba el Financial Times el fin de semana que Fordow se construyó en secreto y se reveló en 2009 mediante una desclasificación de inteligencia liderada por Estados Unidos, Reino Unido y Francia, lo que provocó una rara condena pública de Rusia y un llamado de atención de China. A pesar de la presión internacional, Irán defendió la legalidad del sitio y su carácter supuestamente pacífico. Aquella revelación dio pie a sanciones más duras y, finalmente, a su inclusión en el acuerdo nuclear multilateral de 2015 (JCPOA), mediante el cual Irán accedió a reconvertir Fordow en un centro de investigación, reducir el número de centrifugadoras, suspender el enriquecimiento y someterse a inspecciones reforzadas. ¿Qué pasó? Que la retirada de Estados Unidos del acuerdo en 2018, bajo la presidencia de Trump, reactivó las ambiciones nucleares iraníes y, tras un sabotaje en Natanz en 2021 atribuido a Israel, Fordow volvió a funcionar como núcleo operativo del programa de enriquecimiento al 60%. Riesgo de una ruptura nuclear. El temor actual no radica solo en la existencia de Fordow, sino en que esta instalación pueda convertirse en el eje de una ruptura deliberada del Tratado de No Proliferación Nuclear, un escenario en el que Irán abandonaría sus compromisos con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), aceleraría el enriquecimiento y ensamblaría armas nucleares a contrarreloj. Todo supuestos, pero esta posibilidad se ve agravada por el desarrollo de un nuevo complejo aún más profundo y sofisticado en la montaña Kūh-e Kolang Gaz Lā, también conocida como Pickaxe, al sur de Natanz. A diferencia de Fordow, Pickaxe cuenta con al menos cuatro entradas y mayor espacio subterráneo, lo que complica cualquier intento de clausura mediante bombardeos. Plus: Irán ha impedido hasta ahora que el OIEA inspeccione esta nueva instalación, lo que alimenta sospechas sobre la posible ocultación de material fisible o incluso la construcción clandestina de una bomba nuclear en caso de conflicto abierto. Precedente histórico. Fordow es la única gran base militar subterránea en el mundo que ha sido atacada directamente, un hecho que marca un hito en los riesgos asumidos por Israel al autorizar ataques contra objetivos tan sensibles. A pesar de que las evaluaciones de inteligencia estadounidenses no indican que Irán haya retomado formalmente un programa de armas nucleares desde que lo suspendió en 2003, la infraestructura técnica, la acumulación de uranio y la disposición estratégica de instalaciones como Fordow y Pickaxe indican que, si Teherán decidiera dar ese paso, los medios materiales ya están listos. En este contexto, los ataques israelíes no solo buscan prevenir un desarrollo nuclear inminente, sino también enviar un mensaje disuasorio ante un eventual “punto de quiebre” iraní. Con todo, cualquier escalada podría arrastrar a Estados Unidos al conflicto y redibujar el mapa de alianzas y tensiones en una región ya sobrecargada de rivalidades atómicas. En Xataka Poca gente sabe para qué sirven las bolas rojas de los cables de alta tensión: son una sencilla forma de salvar vidas El enigma de la montaña. Por tanto, Fordow no es solo un sitio nuclear: es un símbolo de resistencia, sospecha, ambición y miedo mutuo. Si se quiere también, representa la determinación iraní de proteger su programa a toda costa y la convicción de que su mera existencia es una amenaza existencial. De hecho, su profundidad geológica es también la metáfora de lo complejo y arraigado del dilema nuclear en Medio Oriente: una combinación de desafíos técnicos, tácticos y diplomáticos que ni siquiera las bombas más potentes pueden resolver por sí solas. Imagen | Maxar En Xataka | Israel lleva desde 1973 sin afrontar una gran guerra regional. El ataque de Irán está cerca de cambiarlo En Xataka | Israel tiene un arma de defensa eficaz en la Cúpula de Hierro. Excepto si todos sus enemigos atacan a la vez - La noticia Lo que busca Israel en Irán no está a la vista. Se llama Fordow y se esconde bajo una montaña prácticamente impenetrable fue publicada originalmente en Xataka por Miguel Jorge .
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hace alrededor de 7 horas
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