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Coches familiares para una vuelta al cole más práctica

Con el inicio del nuevo curso escolar, muchas familias se enfrentan a un desafío: el transporte. La elección del coche familiar no es una decisión trivial, ya que se convierte en una herramienta fundamental para los trayectos diarios, las actividades extraescolares y las escapadas de fin de semana. Aunque el segmento de los SUV domina el mercado, existen otras opciones igualmente válidas y, en algunos casos, más eficientes o prácticas, como los monovolúmenes, las carrocerías familiares (SW) y los derivados de furgonetas, que en la práctica se han convertido en los herederos de los modelos monovolumen que prácticamente han desaparecido del mercado en España. La clave para acertar en la compra reside en priorizar tres aspectos: la seguridad, la practicidad y la eficiencia. El coche familiar con carrocería tipo SW (Station Wagon) es a menudo la opción más racional para las familias. Su principal baza es la capacidad del maletero. Un SW ofrece un espacio de carga largo y bajo, perfecto para meter un carrito de bebé sin necesidad de plegarlo o las mochilas del colegio sin sacrificar visibilidad. Además, al compartir plataforma y motorizaciones con el turismo del que derivan, su consumo de combustible y su comportamiento en carretera son superiores a las de un SUV o monovolumen. Pero su diseño no goza de la misma popularidad que el de los SUV. Sus precios son muy competitivos, situándose en un rango entre los 20.000 y los 40.000 euros, con modelos de entrada ligeramente más asequibles que los de los SUV equivalentes. El Sport Utility Vehicle (SUV) se ha consolidado como el vehículo familiar por excelencia en España. Su estética robusta y su posición de conducción elevada lo han convertido en la opción preferida de millones de conductores. Su principal atractivo es la sensación de seguridad que transmite gracias a su mayor tamaño y altura. La posición de conducción elevada ofrece una mejor visibilidad del tráfico y facilita el acceso al coche, especialmente si utilizamos sillitas infantiles. Además, su diseño es percibido como más moderno y atractivo por el público. En cuanto a los «contras», su forma compacta no siempre se traduce en un maletero tan espacioso o aprovechable como el de un SW. Su mayor peso y peor aerodinámica se reflejan en un mayor consumo de combustible en comparación con un turismo convencional. Los precios de los SUV suelen oscilar entre los 22.000 y los 45.000 euros, dependiendo de la marca, el equipamiento y la motorización. Aunque su popularidad ha decaído en favor de los SUV, el monovolumen sigue siendo el campeón indiscutible de la practicidad y la modularidad del espacio. Ofrecen un interior diáfano y optimizado para la familia. La mayoría cuenta con asientos individuales, lo que permite una mayor flexibilidad para distribuir a los pasajeros y los sistemas de retención infantil. La entrada y salida del vehículo es extremadamente cómoda y, en algunos modelos, las puertas correderas eliminan el riesgo de golpes en espacios de aparcamiento reducidos. Su estética es menos atractiva para el mercado actual y su conducción no es tan dinámica. El consumo de combustible es comparable al de un SUV. El número de modelos en el mercado se ha reducido, pero aún se pueden encontrar con precios que van desde los 25.000 hasta los 42.000 euros. Para las familias que priorizan el espacio y la robustez por encima de todo, los derivados de furgoneta, conocidos como combi, son una elección inmejorable. Su principal cualidad es la máxima capacidad interior y del maletero. El espacio vertical es inmenso, lo que facilita el transporte de objetos voluminosos. Son vehículos diseñados para aguantar un uso intensivo, con un coste de mantenimiento muy competitivo. Su diseño y su experiencia de conducción más simple pueden no ser atractivos para todos. Suelen ser más asequibles, con precios que parten de unos 18.000 euros.
abc.es
hace alrededor de 19 horas
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