Enganchados al ruido

El ruido no se combate con más ruido, únicamente lo alimenta. Cuando estás enganchado al ruido la única cura de desintoxicación que funciona es el silencio. No es fácil. Se sufre mucho y se pasa mal, pero funciona Durante el mes de mayo, mes de María, el IBEX ha proyectado máximos históricos, la economía española ha vuelto a mejorar sus previsiones a los ojos de la Comisión Europea mientras empeoraban las esperadas para los demás socios y los USA, la inflación ha rebajado la barrera del 2%, las hipotecas continuaron su retirada hacia tipos de interés previos a la guerra de Ucrania y el paro ha retrocedido a niveles anteriores a la Gran Recesión (mayo de 2008). Durante el mes que acaba de terminar hemos visto al novio de Díaz Ayuso contradecirse gravemente en sede judicial no una, sino dos veces (el ático lo compró el fiscalista para hacerle un favor y él no sabía lo que hacía su abogado), a Francisco Martínez, doblemente procesado exsecretario de Estado de Interior del ministro Jorge Díaz, entrar en la trena por otra tanda de presuntos delitos semejantes a las tandas previas, a la jueza de Catarroja respaldada por la Audiencia Provincial de Valencia, al juez Peinado forzado a encontrarse a sí mismo un error para archivar las investigaciones que le había ordenado archivar la Audiencia Provincial de Madrid en la causa general que instruye contra Begoña Gómez y a un juzgado de Madrid y otro de Leganés abrir sendos procesos por los protocolos de la vergüenza. Durante el mes pasado hemos visto a la mayoría de los países de UE alinearse con la posición de España e Irlanda sobre Gaza, la misma que, según el PP, convertía a Pedro Sánchez en amigo y socio de Hamás, o estar dispuestos a apoyar que todas las lenguas cooficiales en España lo sean también en Bruselas, cuando hace nada se nos aseguraba que sería imposible; lamentablemente lo de Eurovisión no pudo ser. Supone un borrón y una mancha muy grandes en el expediente, hay que reconocerlo. Negarlo sería engañarse. Mientras todo eso acontecía, la oposición ha preferido hablar de los devastadores wasaps de Ábalos y Koldo, reducidos finalmente a un cotilleo de cuñados, y las grabaciones de Leire Díez haciéndose la lista en piscinas infestadas de tiburones dispuestos a todo por zafarse de la cárcel que parece esperarles por su afición a defraudar con el gasóleo. Hasta aquí, todo normal. El gobierno hace su trabajo y la oposición el suyo; lo cual no implica que acierten. La derecha ha interiorizado de tal manera su consigna de que Sánchez es un presidente ilegítimo que sólo le vale el código penal para hacerle oposición. Cualquier otro asunto, desde la vivienda a la inoperancia legislativa, les parece un tema menor que no le importa a la gente. Están enganchados al ruido desde hace siete años. Lo anormal es que el Gobierno y el PSOE se hayan enganchado también al ruido, a pesar de haber comprobado decenas de veces lo malo que resulta para su salud. Si la realidad te da la razón, no te apuntes a la fantasía. Es una regla básica de la comunicación política. Si la concejala espía es fruto de su propia imaginación se acabará desvaneciendo, igual que las toneladas de gigabites que tenía el mítico colaborador con la Justicia Víctor de Aldama, el legendario informe de la UCO sobre Santos Cerdán, el parador de Teruel o los wasaps de la muerte. El Ejecutivo y el PSOE se han empeñado en querer convencernos de dos cosas a la vez que encajan mal: Leire Díez no es nadie, pero algo hay en lo que estaba “investigando”. El resultado no podía ser otro que más ruido y más desgracia. No se puede reclamar a Díaz Ayuso que cese a un guardia civil contratado para no dejar cabos sueltos por decir no sé qué en unos wasaps mientras abres un expediente informativo a la concejala que va por Madrid espiando en tu nombre. No hay que ser un lince para pillar la contradicción. Si en la UCO hay agentes actuando como activistas, se sabrá y alguna responsabilidad tendrán el Gobierno y el ministro que llevan siete años en el poder y no han sabido ordenar la casa. Se quejan los socialistas que no se habla de la agenda del gobierno, pero son los socialistas los primeros en empeñarse en comentar la agenda de los demás. El ruido no se combate con más ruido, únicamente lo alimenta. Cuando estás enganchado al ruido la única cura de desintoxicación que funciona es el silencio. No es fácil. Se sufre mucho y se pasa mal, pero funciona.

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