cupure logo
dellosunaleirequefontaneralascrisisparapor

La cloaca de enfrente

La cloaca de enfrente
No hay cloacas mejores y peores, porque este es un país avanzado y democrático. La única aceptable es la que no existe La cloaca es un eufemismo para referirse a que se den las circunstancias para que personas con tanto poder como comisarios policiales, guardias civiles, jueces, fiscales, jefes de Hacienda o cualquier cargo en una institución con poder de decisión sobre la vida de cualquier ciudadano puedan vengarse de él o su organización con premeditación y arbitrariedad. Para ese fin tan personal y espurio empleará el poderoso brazo de lo público y se esconderá tras él, dándole apariencia de profesionalidad a lo que es una revancha o dolor infligido contra enemigos personales o políticos. A veces es necesaria la concurrencia de medios –conscientes del truco o no– para amplificar el escarnio, pero lo que es seguro es que siempre será necesario que esa organización mire, de un modo u otro, hacia otro lado y que haya gente poderosa interesada en que no desaparezca la cloaca. Incluso que la necesite, poniéndose a su servicio. O la alimente. Durante el gobierno de Rajoy se espió al tesorero del PP, Luis Bárcenas, en cuya casa también apareció un falso cura pidiendo el pendrive con información de la caja B, en uno de los episodios más estrambóticos de la historia política de este país. Se inventaron con photoshop unas cuentas falsas de Pablo Iglesias en el Caribe. Se quisieron encalomar delitos a líderes independentistas o un asunto de drogas al mayor Trapero. Se enredó en asuntos turbios e inventados a funcionarios públicos. Hay grabaciones, denuncias o testimonios de todo ello, aunque no todo haya llegado a juicio. A veces la cloaca no es estructural y la transita un hombre solo en favor de sí mismo, como el mando policial condenado por violencia machista cuyos compañeros entraron supuestamente seis veces al sistema Viogén donde está toda la información de su exmujer y sus hijas. O se pudo utilizar para asustar y castigar, como el caso abierto en 2023 en un juzgado de Tarragona por inspecciones tributarias a periodistas y políticos en la época de Cristóbal Montoro. La llegada del Gobierno de Pedro Sánchez supuso un revulsivo para una cloaca que ya supuraba calles arriba y cuyas consecuencias aún ocupan juzgados de instrucción y causas judiciales. Las grabaciones hechas públicas la semana pasada a una militante del PSOE que busca información que pueda deslegitimar a mandos de la UCO o a un fiscal nos devuelve a aquella época que creíamos superada, unas informaciones que han arrasado con la agenda pública y la iniciativa de Gobierno. Es importante tomarlo en serio, aclararlo e investigarlo, saber si es un síntoma y qué conexiones tiene. Como es importante no hacer, de antemano, elucubraciones y comparaciones tan gruesas como simplistas. El audio completo que ha transcendido, el de la reunión de la socialista Leire Díez con empresarios de hidrocarburos, evidencia también, a lo largo de sus 53 minutos, que hay ejecutivos que se jactan de tener a sueldo a agentes que les pasan información muy sensible y que dicen conocer las teclas más ocultas del engranaje policial y judicial de este país. Qué pintaba allí una persona del PSOE ofreciéndole pactos con Fiscalía (que no se produjeron) es una pregunta que aún no ha sido aclarada. En nombre de quién o para qué, tampoco. Qué iba a hacer con esa información Leire Díez tampoco se conoce, más allá de la explicación poco plausible de escribir un libro. Quizás en la rueda de prensa que organiza este miércoles, tras darse de baja como afiliada, queden despejadas algunas de estas equis. Las cloacas no son ninguna metáfora o entelequia, son un riesgo para la democracia y, en el anterior gobierno, muchas personas, poderosas o no, salieron dañadas y no han sido reparadas. El Gobierno que ganó una moción de censura afeándolas no debería defenderse ahora acusando, aunque sea con hemeroteca contrastada, de que la cloaca de enfrente es peor o es más grande. El partido que sostenía un gobierno donde anidaron estructuras de chantaje y espionaje no tiene tampoco demasiados motivos para sacar pecho ni para enturbiar con afirmaciones y eslóganes groseros lo que aún debe aclararse. No hay cloacas mejores y peores, porque este es un país avanzado y democrático. La única aceptable es la que no existe.

Comentarios

Opiniones