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Policías como carne de cañón

Al ministro de Transportes, Óscar Puente, le pareció que las quejas por las protestas propalestinas y la cancelación del final de la Vuelta respondían a «una sobreactuación», pero en los altercados resultaron heridos hasta veintidós policías . No se han encontrado palabras de solidaridad y cariño hacia estos agentes por parte de Fernando Grande-Marlaska, ni mucho menos del presidente del Gobierno, que alentó las protestas previamente y se mostró orgulloso de lo sucedido a posteriori. Que semejante cantidad de heridos se contabilicen al tiempo que solo se detuviera a solo dos personas da medida de los defectos que mostraba el despliegue y de la consciente asimetría de la operación y las órdenes que recibieron los efectivos. ABC se hace eco hoy del testimonio de los policías desplegados el domingo en Madrid, que concluyen que el Ministerio del Interior «diseñó el dispositivo para que fracasara «. No podemos desgajar este hecho del apoyo que el propio Sánchez diera al boicot a la Vuelta, y no cabe otra cosa que imaginar cómo el Gobierno ha perseguido sus intereses políticos a cambio de usar a los agentes como carne de cañón ante los violentos de la manifestación.

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