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Resistir vuelve a ser una opción

La entrada en prisión de Cerdán ha cambiado el paradigma de la crisis del socialismo. No hay solución buena con la que combatir esa imagen, salvo la de las elecciones anticipadas que piden las derechas y a las que Sánchez de momento no está dispuesto, aunque haya varios secretarios generales que ya las reclamen. Cuestión distinta es que todos ellos la verbalicen en el Comité Federal del próximo sábadoEl Gobierno pide perdón por haber confiado en Cerdán y dice que su entrada en prisión es “decepcionante y dolorosa”La entrada en prisión de Cerdán desbarata la estrategia de Sánchez a cinco días de un crítico comité federal A la pandemia, al volcán, a la guerra, al apagón… ¿Y a la corrupción? Resistir para vencer ha sido el eslogan de Negrín que Pedro Sánchez, en su inmensa capacidad de adaptación frente a situaciones adversas, ha seguido siempre. La pregunta que sobrevuela estos días es si seguirá siendo así en adelante. Depende del día. De la hora. Del minuto. El presidente del Gobierno tiene momentos críticos y muchas dudas sobre cuál debe ser la decisión ante una crisis de gran envergadura en el PSOE y en el Gobierno. Porque, por mucho empeño que ponga, no hay encapsulamiento posible de un asunto tremendamente turbio que afecta al corazón del partido, pero que solo fue posible gracias a la necesaria cooperación del Ministerio de Transportes. La entrada en prisión de Santos Cerdán ha cambiado el paradigma para muchos cuadros intermedios del socialismo. Y no es para menos. Es la primera vez en la historia del PSOE que un secretario de Organización acaba entre rejas. No hay solución buena con la que combatir esa imagen, salvo la de las elecciones anticipadas que piden las derechas y a las que Sánchez no parece dispuesto por el momento, aunque ya haya varios secretarios generales que las apunten como el escenario más oportuno. Cuestión distinta es que todos ellos la verbalicen en el Comité Federal del próximo sábado. El congreso extraordinario que reclaman varios dirigentes del entorno cercano del presidente permitiría al hoy secretario general ganar de calle unas primarias. Nadie con posibilidades de éxito se mediría con Sánchez si decidiera apostar por esa opción, que sería en todo caso en clave de partido, pero insuficiente para trasladar un mensaje de rotundidad al electorado. Además, si en el ínterin de ese cónclave hubiera una escalada del caso Cerdán/Ábalos/Koldo, de poco serviría la convocatoria de un congreso. Y lo mismo ocurriría con una consulta a la militancia en clave plebiscitaria sobre el liderazgo de Sánchez que también se ha barajado. Huelga decir que referirse a Cerdán, como ha hecho María Jesús Montero, como “una persona que nada tiene que ver con el PSOE” es, además de una boutade, una dosis de recuerdo del patrón que el PP siguió para poner distancia de sus casos de corrupción con el célebre “ese señor del que usted me habla” con el que Rajoy despachó una pregunta sobre Luis Bárcenas. Que el sindicato de críticos habituales o el viejo testamento del PSOE no tengan apenas predicamento entre la militancia y tampoco posibilidad de articular una alternativa viable a Sánchez no exime al presidente de tomar decisiones contundentes, asumir la responsabilidad que le corresponde y articular fórmulas que eviten que con el partido en el Gobierno, el PSOE desaparezca, como ha ocurrido desde 2018. Y esto no se consigue solo con la aprobación de un nuevo código de conducta y unos cuantos cambios estéticos. El relevo de Cerdán, sea hombre o mujer, ha de ser una figura de peso, indiscutible, con autoridad en los territorios, de trayectoria impecable, con criterio propio y, a poder ser, que no haya estado en la órbita del sanchismo desde sus comienzos. Militantes, dirigentes, ministros y cargos institucionales especulan sin parar entre ellos y consigo mismos, pero desde luego no con el presidente del Gobierno que, tocado pero no hundido aún, mantiene su agenda con normalidad como ha demostrado durante la cumbre de Sevilla e intercambiado posibles escenarios con un reducido número de socialistas. La decisión no la tomará hasta unas horas antes del Comité Federal del próximo sábado. Y por lo que trasladan quienes frecuentan el chat en el que el presidente intercambia impresiones con los miembros de la dirección federal es él quien más emite señales de resistencia, pese a la gravedad de la situación y el impacto emocional que ha supuesto la entrada en prisión de Cerdán. El árbol del socialismo, escribió este martes, en ese sistema de mensajería, es “alto, robusto y superará todas las adversidades. No perdamos la mirada larga y sigamos adelante”. Traducción: resistir vuelve a ser una opción en Sánchez, aunque él prefiera conjugar el verbo avanzar. Al menos, de momento. De aquí al sábado, todo puede pasar. No olviden que hablamos de alguien con una inmensa habilidad para sorprender a propios y a extraños.

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