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España deja atrás el complejo del mercado pequeño: sus startups nacen pensando en global

España deja atrás el complejo del mercado pequeño: sus startups nacen pensando en global
Factorial anunció hace unos días que ya ha alcanzado los 100 millones de dólares de ingresos anuales recurrentes, convirtiéndose en una de las veinte scaleups europeas que logran esta cifra en la última década.La startup de recursos humanos fundada en Barcelona por Jordi Romero, Bernat Farrero y Pau Ramon sirve ya a más de 14.000 empresas en diez países.Por qué es importante. Esta cifra marca un cambio de mentalidad en el ecosistema español. Durante muchos años, las startups del país se han centrado en el mercado doméstico de 48 millones de habitantes (desde este año ya 49), tratando la expansión internacional como un segundo paso opcional. Factorial es distinta: desde 2019 pensó en global, no en local.“Somos igual de listos, guapos, altos y fuertes en cualquier lugar del mundo”, han dicho sus fundadores. Una frase que resume la nueva actitud: España como trampolín, no como destino final.En perspectiva. Otros casos recientes refuerzan esta tendencia:Lingokids ha levantado 120 millones de dólares para escalar su producto educativo global.Ultralytics, con sedes en Madrid y Londres, procesa 2.000 millones de inferencias diarias en 200 países.Wallbox, nacida en Barcelona, cotiza en Nueva York y vende cargadores eléctricos en más de 80 mercados, si bien lleva años con su valoración desplomándose.Jobandtalent se ha expandido con fuerza en Reino Unido y Estados Unidos tras consolidarse en España.Glovo demostró la capacidad de una startup española de expandirse a decenas de países en tiempo récord, si bien está en manos de Delivery Hero.También hay ejemplos menos brillantes, como el de Fever, hoy convertida en un referente global del entretenimiento, que fracasó en su primer intento de internacionalización y tuvo que reenfocar su estrategia antes de volver a crecer. Casos que muestran que salir fuera pronto es una oportunidad, pero también un riesgo. En Xataka Tenemos un problema con la IA: casi todas las startups están dedicándose a ella El contexto. Hablar de los “49 millones” es quedarse corto: no es solo el tamaño del mercado, sino su fragmentación. Escalar un producto B2B en España supone enfrentarse a barreras regulatorias, dispersión de clientes y un poder adquisitivo inferior al de los grandes hubs europeos.Ahí está la diferencia con mercados como Alemania, Francia o Reino Unido, donde muchas startups pueden crecer en local antes de salir fuera. En ese sentido, España se está acercando a la lógica de países pequeños donde proliferan los unicornios, como Lituania (Vinted, NordVPN) o Noruega (Opera, reMarkable), obligados a nacer globales. Entre líneas. El cambio va más allá de la estrategia. Es una revolución mental que deja atrás el “síndrome del impostor” tecnológico español. En los 2000 y 2010, el éxito solía ser vender a un comprador extranjero (como Tuenti a Telefónica o Social Point a Take-Two). Hoy, el horizonte es distinto: Mantener la independencia.Cotizar en bolsa.Convertirse en compradores en lugar de adquiridos. Factorial ha rechazado ofertas de compra y planea llegar a 1.000 millones de ingresos sin venderse. La amenaza. Esta nueva ambición también destapa las carencias del ecosistema. Hacen falta... Fondos capaces de liderar rondas de 50 o 100 millones.Un talento internacional que todavía no fluye con la misma facilidad hacia Madrid o Barcelona que hacia Londres o Berlín.Y una cultura inversora más dispuesta a asumir riesgo a largo plazo. El mercado español de capital riesgo ha crecido, pero sigue limitado frente a los hubs dominantes de Europa. Profundiza. España, sin embargo, cuenta con ventajas estructurales para sostener este giro: El español conecta con 500 millones de hablantes y abre un puente natural hacia Latinoamérica.La posición geográfica sitúa al país como bisagra entre Europa y América. Los costes de talento siguen siendo competitivos frente a los grandes centros europeos (AKA "somos más baratos"). En un mundo donde el teletrabajo permite atraer ingenieros y gestores desde cualquier parte, España puede convertirse en un polo atractivo no solo para crear, sino para retener empresas globales. En juego. El giro hacia lo global es un cambio de rol para España en la economía digital. España puede convertirse en exportador de tecnología con capacidad de influencia global, o resignarse a seguir siendo un vivero de adquisiciones para multinacionales extranjeras. La diferencia la marcará la madurez de su capital riesgo, la capacidad de atraer y retener talento internacional y la ambición de sus fundadores. Factorial y sus contemporáneas han demostrado que es posible, ahora falta ver si serán excepción o precedente. En Xataka | El unicornio español que no deja de crecer: el imparable ascenso de Factorial dentro de la industria tecnológica Imagen destacada | Factorial - La noticia España deja atrás el complejo del mercado pequeño: sus startups nacen pensando en global fue publicada originalmente en Xataka por Javier Lacort .

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