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Si Rusia quería poner nerviosa a Europa, lo ha conseguido. Alemania y Francia preparan un escenario impensable desde 1945

Si Rusia quería poner nerviosa a Europa, lo ha conseguido. Alemania y Francia preparan un escenario impensable desde 1945
A las incursiones de Rusia en el espacio aéreo europeo que tuvieron lugar la semana pasada en Polonia, Rumanía y Estonia, se ha sumado otra en Dinamarca con consecuencias caóticas para las aerolíneas. La OTAN ha elevado la voz mientras Moscú parece poner a prueba la cohesión aliada en el Báltico. De fondo: una serie de movimientos que indican dos cosas: la ansiedad se ha disparado en Europa, y algunos comienzan a prepararse para un escenario bélico.Dinamarca no da crédito. Dinamarca ha calificado como un “ataque sin precedentes” las incursiones de drones que han obligado a cerrar durante horas los aeropuertos de Copenhague y Oslo, dejando a decenas de miles de pasajeros varados, en un episodio que se engloba a la ola de violaciones aéreas y ataques con drones en días pasados a Polonia, Rumanía y Estonia. Las aeronaves aparecieron desde múltiples direcciones, alternando luces y luego desapareciendo, y las autoridades danesas las atribuyen a "un operador capaz", mientras el Kremlin lo niega. La primera ministra Mette Frederiksen habló de la agresión “más grave” contra una infraestructura crítica de Dinamarca y no descartó ninguna hipótesis, opinión respaldada por líderes como el presidente ucraniano Zelenski y por portavoces de la UE, que ven un patrón de acciones imprudentes por parte de Rusia. La OTAN celebró reuniones bajo el Artículo 4, condenó las violaciones y subrayó que reforzará capacidades y disuasión, y algunos funcionarios ya contemplan la posibilidad de respuestas más contundentes (incluso derribos) si se repiten estas provocaciones. En Xataka Dos soldados rusos escondidos escribieron algo inédito a un dron. Ese día en Ucrania cambiaron las reglas de las guerras Francia y los preparativos. En Francia, la polémica ha estallado tras una publicación de Le Canard enchaîné, que revelaba una carta enviada en julio por la ministra de Sanidad, Catherine Vautrin, en la que pedía a las agencias de salud francesas prepararse para un posible “compromiso mayor” en marzo de 2026. En el documento se instaba a los hospitales a estar listos para atender a varios miles de soldados durante periodos que podrían extenderse de 10 a 180 días, lo que incluía tanto tropas francesas como extranjeras. La noticia, pese a proceder de un medio satírico, generó en redes acusaciones de que Emmanuel Macron estaría planeando secretamente llevar al país a la guerra contra Rusia. La extrema derecha, representada por el eurodiputado Thierry Mariani, fue más allá al sugerir que un conflicto permitiría suspender las elecciones presidenciales de 2027.La aclaración oficial. El Ministerio de Sanidad no negó la autenticidad de la carta, pero matizó su objetivo: se trataba de una planificación preventiva frente a posibles riesgos y amenazas que podrían afectar al sistema hospitalario, incluida la llegada de un gran número de víctimas de un conflicto internacional. La medida, según el centro de crisis ministerial, buscaba garantizar la capacidad del sistema sanitario civil para absorber un flujo masivo de pacientes militares en caso de que Francia, como miembro de la OTAN y aliado de Ucrania, se viera involucrada indirectamente en un escenario bélico. No era, por tanto, un plan de guerra per se, sino un ejercicio de anticipación ante contingencias. Alemania y los preparativos. Ocurre que Alemania sí ha comenzado a planificar de forma explícita cómo afrontar un eventual conflicto a gran escala entre la OTAN y Rusia, escenario que muchos analistas de la alianza sitúan en torno a 2029.  Explicaba Reuters que el cálculo que marca esta preparación es tan sobrio como inquietante: hasta 1.000 soldados alemanes heridos por día podrían requerir atención médica en caso de una confrontación abierta, cifra que el propio Inspector General de Sanidad, Ralf Hoffmann, califica como realista en función de la intensidad de los combates y de las unidades implicadas. Lecciones de Ucrania. La guerra en Ucrania ha cambiado radicalmente la naturaleza de las lesiones. Si antes predominaban las heridas de bala, hoy el panorama está dominado por los efectos devastadores de drones, municiones merodeadoras y explosivos, que generan amputaciones, quemaduras y traumatismos múltiples.  Hoffmann subraya que el “corredor de muerte” de diez kilómetros a cada lado del frente ucraniano, plagado de UAVs hostiles, muestra cómo las evacuaciones médicas inmediatas se han vuelto casi imposibles: los heridos a menudo deben ser estabilizados durante horas bajo fuego constante antes de poder ser trasladados. Cómo evacuar. Con este horizonte, Berlín está estudiando ampliar sus capacidades de transporte médico flexible, inspirándose en la experiencia ucraniana con trenes hospital. Se baraja incorporar trenes, autobuses y un mayor número de aeronaves sanitarias, con el objetivo de garantizar evacuaciones escalonadas: atención inicial en el frente, estabilización intermedia y traslado final a hospitales dentro del territorio alemán.  Esta cadena logística médica exige un sistema robusto, descentralizado y capaz de operar bajo amenaza aérea y electrónica. El plan contempla que los heridos reciban cuidados definitivos sobre todo en hospitales civiles, con un volumen estimado de 15.000 camas reservadas dentro de una capacidad total nacional de 440.000. La coordinación entre el servicio médico militar y el sistema sanitario civil será esencial, y el cuerpo médico de las Fuerzas Armadas, actualmente de 15.000 efectivos, deberá ampliarse de forma significativa para afrontar la magnitud del desafío. El Kremlin y al Artículo 5. Explicaba el Financial Times que todo este clima de extrema ansiedad en Europa responde, posiblemente, a una táctica de Moscú: demostrar que la cláusula de defensa colectiva de la OTAN, el Artículo 5, carece de valor real. Una respuesta vacilante ante una provocación podría abrir la puerta a que Rusia intente “desgajar” pequeños Estados europeos sin enfrentarse al bloque en su conjunto.  Escenarios como una incursión terrestre bajo el pretexto de proteger a minorías rusas en los países bálticos forman parte de los temores recurrentes de los planificadores militares. Para ello, Moscú cuenta con la incertidumbre que rodea a Washington, cuya aportación representa alrededor del 40 % de las capacidades militares de la Alianza en Europa. La incógnita Trump. El factor estadounidense es decisivo. Con unidades de artillería HIMARS y compañías de tanques ya desplegadas en el Báltico, la presencia militar es significativa, pero la pregunta clave es qué haría Donald Trump en caso de una agresión abierta.  La desconfianza es mutua: en Washington algunos ven a los bálticos como excesivamente ideológicos y agresivos frente a Moscú, mientras que en Tallin se recuerda el voto de Estados Unidos junto a Rusia en la ONU como una señal de alerta. La volatilidad del presidente añade un elemento impredecible: así como sorprendió autorizando ataques a Irán, podría reaccionar de manera inesperada en una crisis en Europa del Este. Entre el miedo y la dependencia. Las grandes potencias europeas son firmes en su condena a Rusia, pero rehúyen imaginar un enfrentamiento sin el respaldo militar estadounidense. La idea de una fuerza de “reaseguro” exclusivamente europea tropieza con dudas sobre su eficacia sin el “paraguas” de Washington. Aun así, la realidad es que tropas británicas, francesas, alemanas, canadienses, polacas y finlandesas están desplegadas en la región y probablemente acudirían en defensa de Estonia, Letonia y Lituania, conscientes de que su propia seguridad depende del destino de estos pequeños Estados. En 3D Juegos Australia se las prometía muy felices con las tierras raras de Jaén, pero no contaban con su mayor temor a día de hoy Conclusión: prevención. Pese a que un ataque abierto contra un miembro de la OTAN sería una apuesta extremadamente arriesgada, el precedente de 2022, cuando el Kremlin ordenó la ofensiva contra Kiev a pesar de los enormes riesgos, demuestra que Moscú es capaz de jugar con fuego.Ni Francia ni Alemania están planeando una guerra, pero sí están preparando un escenario no deseado dentro de un entorno europeo cada vez más inestable. En el caso de París, la preparación hospitalaria refleja una visión pragmática de la defensa nacional, consciente de que la guerra en Ucrania ha demostrado la rapidez con que un conflicto puede desbordar sistemas sanitarios enteros. Para Alemania, esta planificación envía un mensaje: reconoce la posibilidad de un choque directo con Rusia y asume que, de producirse, la magnitud de los heridos obligaría a movilizar toda su infraestructura médica nacional. La preparación no es solo técnica, sino estratégica: significa aceptar que la defensa europea en caso de agresión rusa requerirá un esfuerzo total de sus sociedades, un retorno a escenarios de guerra industrial que no se contemplaban en el continente desde 1945.Imagen | 7th Army Training Command, NATOEn Xataka | Italia, Alemania, Suecia y Finlandia han hecho algo que parecía impensable: lanzar sus cazas en busca de aviones rusos En Xataka | Rusia y Ucrania han llegado a la misma y extraña conclusión por culpa de los drones: continuar la lucha bajo tierra  - La noticia Si Rusia quería poner nerviosa a Europa, lo ha conseguido. Alemania y Francia preparan un escenario impensable desde 1945 fue publicada originalmente en Xataka por Miguel Jorge .

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