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Elogio del disidente

Elogio del disidente
A Carlos Hugo le han llamado traidor por no comulgar con el bloque bolañesco. Qué quieren, pensar con la cabeza y tener el corazón en la zona siniestra no te convierte en un títere de nadie. "Preguntaría si ser de izquierdas es seguir adocenadamente la disciplina de voto", ha dicho el tipo El odio de la libertad se pone muy a menudo la máscara de su defensa. J.F Revel  Dicen que cada español llevamos dentro un ácrata en potencia. Ojalá. A fin de cuentas conservar la capacidad de rebelarte al menos por dentro, y en caso necesario por fuera, contra el toque de silbato de la obediencia nos convertía en un pueblo especial. Escarnio del gregarismo. La música militar no me levanta, la otra tampoco. Bienaventurados los disidentes porque ellos dormirán en paz.  Eso era antes. Ahora la disidencia por convicción se castiga al menos con ese intento patético de señalar como enemigo al disidente. Vengo pues, con toda la intención, a hacer elogio de quien sin renunciar a sus ideas renuncia a las disciplinas. Claro que voy a hablar de Carlos Hugo Preciado pero no solo. Ha sido el ver cómo un tipo de izquierda casi radical, una toga procedente de Comisiones Obreras o un obrero de la toga, el tipo prestigioso al que darían su voto hasta muchos jueces conservadores era demonizado y apartado y estigmatizado y arrancado del denominado “bloque progresista”. Pues ole tus lereles Carlos Hugo. Como yo no me asomo ahora a este mundo y como tengo muy claro dónde has estado siempre, me daría la risa si no me entrara el pánico ante la campañita que te han montado. Carlos Hugo ya no es progresista, que pena que le sostenga el ánimo el secretario general del PCE. Te tienes que reír por no llorar. Carlos Hugo Preciado no solo es un magistrado querido y respetado sino que es un señor con convicciones de izquierda de las que se defienden con los actos y con bonhomía, porque una cosa no empece la otra. Por eso es tan grave que se pretenda lincharlo por obrar con independencia, con esa que le convierte en un ser valioso y no en un soldado.  A Carlos Hugo le han llamado traidor por no comulgar con el bloque bolañesco. Qué quieren, pensar con la cabeza y tener el corazón en la zona siniestra no te convierte en un títere de nadie. “Preguntaría si ser de izquierdas es seguir adocenadamente la disciplina de voto”, ha dicho el tipo. Reconozco que me cae bien de siempre, pero ahora que está a punto de caer conmigo y con tantos otros en la fosa de los “traidores” por pensar y por obrar en consecuencia, me cae mil veces mejor. Adocenadamente es el peor de los insultos, más que facha, que ahora gusta tanto esparcir. Así que me rindo en el elogio al disidente porque el criterio propio y la valentía es el bien más Preciado.  Me ha dado muchísimo alipori leer y escuchar las diatribas en medios sobre el comportamiento disidente del vocal que ya no es progresista, no, solo sigue siendo un hombre de izquierdas de los de siempre, de los que piensan y actúan según sus pensamientos y no según el silbato que le toquen. Ha sido un instante casi pornográfico porque cuestiones que no son nuevas -los bloques, las obediencias partidistas, los grupos comandados por sendos señores de los partidos- pero que se disimulaban, que había que escarbar para encontrar y para confirmar, ahora se exhiben depiladas, espatarradas y con cámara de aumento como si nada importara ya, como si no hubiera institucionalidad, como si solo importara demostrarle al que manda que tú sigues a su lado y no te has descarriado.  Así que sí, me cae de pinga el descarriado Carlos Hugo como me está empezando a caer de miedo Perelló. Mira que es flojita hablando, que a una mujer con mi ímpetu le puede parecer melindrosa en sus formas pero héteme aquí que no se mueve un pelo de lo que la carrera judicial demanda, que no es otra cosa que la defensa de su independencia y la propia independencia de la presidencia. La adoran los jueces, que lo sepan y eso, con la racha que llevamos de Consejos, es ya un logro de impresión. Así que venga, elogio también a Perelló aunque me gustaría que se diera más brío y fuera un poco más agresiva. Me conformo con que sea ella misma y no un peón de brega.  “Preguntaría si el criterio para dirimir la orientación conservadora de un voto es con quién se vota o qué se vota”, decía Preciado. ¡Al fin, alguien que recuerda que la esencia de las cosas no dependen de con quien coincidas sino de su verdadera sustancia! Ese simple aserto nos evitaría muchísimos disgustos en este país. Lo que importa es lo sustantivo, el interés general, la sustancia de las cosas y no quién las apoye a la vez que tú. Consenso dices clavando en mi mirada tu mirada azul.  Me congratula comprobar que quedan gentes dispuestas a usar la cabeza y sus principios para regir su actuación, le guste a quien le guste y le disguste a quien le disguste. Es que un país sin estas personas es impensable, es una papilla informe, no es una sociedad libre ni democrática. Por eso conviene elogiar al disidente, porque al obediente no hace falta aplaudirle, tiene su premio en el suave discurrir de la masa. Y mientras los corifeos le acusan al disidente de haber buscado un puesto, o de haberse vendido por dinero o de tener miedo o querer preservar su vida, lo cierto es que no hacen sino proyectar sobre el que osa las propias miserias.  Bienvenido sea el disidente, el que no comulga, el que tiene ideas propias y está dispuesto a defenderlas, el que no cambia de principios según cambia el panorama, el que está dispuesto a arriesgar por ser consecuente, el que da la cara y no se arruga, el que no se doblega, el que no se adocena, el que está dispuesto a argumentar y a debatirlo todo, el que incluso contempla la posibilidad cierta de haberse equivocado honestamente.  El elogio del disidente es un ejercicio necesario para todos. Aún más si quieren para los que se llaman progresistas y pretenden imponer una disciplina férrea aún en el error. Da igual, al que disiente con motivos y por convicción no se le arredra con tan poco.  Preciado es un héroe común como tantos hay y tantos más vendrán. Loado sea. 
eldiario
hace alrededor de 9 horas
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