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Las luces y sombras de la IA como gran arma de precisión defensiva

La inteligencia artificial está siendo un factor transformador en el sector de la defensa, materializándose como catalizador de cambios en capacidades operativas. Tal y como resalta Nicolás Marchal, director del Departamento de Seguridad y Defensa de la Universidad de Nebrija, «su implementación facilita la optimización de procesos decisorios mediante el análisis de volúmenes masivos de datos en tiempo real, permitiendo la identificación anticipada de amenazas y la elaboración de respuestas estratégicas con niveles de precisión anteriormente inalcanzables». Asimismo, potencia el desarrollo de sistemas autónomos y semi-autónomos, mejora la eficiencia logística mediante mantenimiento predictivo, e incrementa capacidades de vigilancia y ciberseguridad, «transformando las arquitecturas defensivas», añade. Paralelamente, la integración de IA en sistemas de armamento avanzado ha permitido una significativa mejora en la precisión de identificación de objetivos y minimización de daños colaterales, mientras su aplicación en entornos de entrenamiento mediante simulaciones de alta fidelidad optimiza la preparación táctica de las fuerzas armadas. «Esta convergencia tecnológica está redefiniendo los parámetros operativos militares, aunque también plantea interrogantes jurídicos referentes a la preservación del control humano significativo sobre decisiones críticas y la necesaria conformidad con marcos normativos internacionales, constituyendo un equilibrio complejo», explica Marchal. En cuanto a los riesgos de la IA en el sector, habla de alucinaciones, una distorsión que «representa un riesgo operativo de primer orden, susceptible de generar consecuencias adversas multidimensionales». También puede implicar falta de privacidad, ya que plantea «desafíos jurídicos significativos cuando dicho procesamiento incorpora datos sensibles» y sesgos, porque la base de datos que alimenta las decisiones de la IA «pueden llegar a condicionar las respuestas, y en el sector de la Defensa, operar con información sesgada o parcial es un gran riesgo que no se puede permitir». El profesor de la Universidad Nebrija afirma que la evolución de la IA en el sector de la defensa evidencia una tendencia expansiva. «Las proyecciones del mercado estiman un crecimiento substancial del sector, con una valoración proyectada de 16.170 millones de dólares para 2031, lo que refleja la priorización estratégica de estas tecnologías en los presupuestos defensivos globales», avanza el docente. Esta intensificación se sustenta en la incorporación sistemática de la IA en documentos doctrinales y estratégicos de seguridad nacional, donde se conceptualiza como vector transformador con capacidad disruptiva sobre arquitecturas operativas convencionales, estableciendo un marco normativo-conceptual para su desarrollo e implementación a escala institucional. Thales es una de las empresas donde la IA ocupa un papel central en su estrategia tecnológica y es un componente esencial en el desarrollo de sus soluciones, especialmente en áreas tan críticas como la defensa, la ciberseguridad y el sector espacial. «En el contexto geopolítico en el que nos encontramos la IA nos permite procesar y analizar grandes volúmenes de datos en tiempo real, lo que nos ayuda a tomar decisiones clave con mayor rapidez, precisión y fiabilidad. Así, nuestras soluciones basadas en IA nos permiten acelerar la identificación de amenazas y reforzar la soberanía tecnológica en toda Europa», explica Leticia Monasterio, ingeniera de IA en la división de New Technology and Innovation de Thales España. La compañía apuesta por una IA de confianza, desarrollada sobre principios éticos, de transparencia. «No solo buscamos avanzar en capacidades tecnológicas, sino hacerlo siempre desde una base sólida de seguridad y responsabilidad. Para nosotros, la innovación responsable es una prioridad, y estamos convencidos de que liderar el desarrollo de esta tecnología en Europa es esencial para proteger los valores que compartimos como sociedad», resalta Monasterio. En Thales están integrando esta tecnología innovadora en más de 100 productos «lo que nos permite lograr una detección y clasificación de amenazas más rápida y precisa, y es que la IA tiene la capacidad de acelerar hasta cien veces el reconocimiento de objetivos, incluso en entornos altamente complejos», indica la ingeniera. Además de mejorar la eficiencia operativa, también optimiza la toma de decisiones en tiempo real, «permitiéndonos actuar con mayor rapidez ante situaciones de crisis. Un claro ejemplo de esta evolución es el sistema antidrones que desplegamos para garantizar la seguridad de los Juegos Olímpicos de París 2024», comenta Leticia Monasterio. Uno de los proyectos en IA de la compañía es FaRADAI, con el que se pretende poner dicha tecnología «al servicio de quienes toman decisiones en contextos tácticos complejos». No obstante, recuerdan que la IA «nunca debe sustituir el criterio del profesional, sino complementarlo. La última palabra siempre debe pertenecer al ser humano». En el caso de Indra, la empresa española ha sido pionera en la integración de esta tecnología en sus soluciones, ofreciendo sistemas avanzados con un mayor nivel de soberanía tecnológica, clave para la autonomía estratégica nacional y europea. «Este enfoque no se limita a la optimización de la operativa habitual de los sistemas, sino que abarca un espectro de escenarios donde la IA juega también un papel fundamental en el dominio efectivo del plano cognitivo, incluyendo la gestión y análisis de ingentes volúmenes de datos de todo tipo, el sofisticar la generación de inteligencia, agilizar los procesos de planeamiento o priorizar y simplificar los procesos de toma de decisión», explican fuentes de Indra. La compañía ha incorporado la IA en áreas estratégicas como sistemas de mando y control, ciberdefensa, radares, equipos optrónicos, guerra electrónica, gestión y securización de comunicaciones, inteligencia satelital, simulación avanzada o sistemas autónomos colaborativos. «Siempre manteniendo un enfoque de aumentar de forma efectiva y práctica las capacidades operativas y en un marco de evolución continua de la tecnología de defensa», resaltan. Desde Indra esperan una mayor presencia de la IA en el sector de la defensa. «A medida que la digitalización se incrementa, la necesidad de gestionar de forma efectiva un dominio cognitivo cada vez más relevante pero también más complejo exigirá el despliegue cada vez mayor de una IA que automatice donde sea posible y agilice ayudado a priorizar y desplegar decisiones de forma efectiva la decisiones de un mando y control aumentado pero donde la decisión final es siempre humana», subrayan fuentes internas. Una tendencia que será cada vez más pronunciada en todos los niveles táctico, operacional y estratégico, «proceso indispensable para traducir en capacidad operativa diferencial la superioridad cognitiva en los escenarios de operaciones». De cara al futuro, Indra tiene claro que la clave no es simplemente reaccionar ante los cambios, «sino adoptar un enfoque proactivo, liderando el impulso hacia una defensa más inteligente y avanzada». Para ello hace falta un enfoque integral que asegura que la IA «es un elemento central en la evolución de la defensa del futuro pero siempre alineada con la doctrina en vigor, el cumplimiento normativo y sobre bases soberanas y seguras».
abc.es
hace alrededor de 21 horas
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