cupure logo
quecondelpsoeunacatalánparagazaquélas

Apagón y oscurantismo oficial

Han transcurrido cuatro semanas desde el apagón masivo que dejó sin electricidad a toda la península ibérica el pasado 28 de abril y la única explicación oficial que ha dado el Gobierno sobre las causas de este gravísimo incidente es que los españoles deben esperar otros cinco meses más, hasta el otoño, para saber cuál es la verdad. «No voy a trasladar hipótesis ni conjeturas a la ciudadanía española», explicó Sara Aagesen, la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica durante una comparecencia parlamentaria a comienzos de mayo en la que se escudó en el hecho de que los reguladores europeos suelen tardar seis meses en elaborar «un informe fáctico». Pero esta falta de transparencia del Ejecutivo español le ha estallado en su propia cara. Se ha generado un vacío informativo que ha sido llenado por especulaciones, filtraciones y teorías, algunas de ellas procedentes de medios internacionales como 'The Daily Telegraph', que ha publicado que el apagón fue consecuencia de un «experimento» del Gobierno español para probar la resiliencia del sistema eléctrico al emplear un alto porcentaje de energías renovables, en preparación para el cierre de las centrales nucleares previsto a partir de 2027. La vicepresidenta María Jesús Montero y la ministra de Ciencia, Diana Morant, tacharon rápidamente de «bulo» la información del diario británico. Sin embargo, la credibilidad del Gobierno en este asunto es tan baja que, como ha podido comprobar el corresponsal de ABC en Bruselas, la hipótesis del «experimento» gubernamental ya está en boca de los técnicos y expertos que deben evaluar el informe que España tiene que enviar en el término de tres meses. El oscurantismo oficial no es el único error cometido por el Ejecutivo con el apagón. También está la incoherencia de sus discursos. La opinión pública no entiende cómo es posible que se necesite medio año para conocer las causas de lo ocurrido, pero Aagesen es capaz de asegurar con gran convicción desde el primer momento que la responsabilidad no ha sido de las energías renovables. El presidente del Gobierno fue el principal valedor de la tesis del ciberataque, que ahora, casi un mes después, parece descartada. Estas inconsistencias y dilaciones en la comunicación oficial han sido criticadas por diversos sectores que demandan una mayor celeridad y claridad en la información proporcionada a la ciudadanía. La falta de una respuesta rápida y transparente no solo alimenta la desconfianza, sino que también pone en entredicho la gestión de la transición energética en España. Es fundamental que las autoridades proporcionen información precisa y oportuna para evitar que el debate sobre las energías renovables se contamine y dé la impresión de que el Gobierno sólo quiere ganar tiempo. De hecho, al cabo de un mes desde el apagón, todavía no ha surgido evidencia firme que desmienta la que desde el primer momento ha sido la hipótesis preferida de la mayoría de los expertos españoles: que las redes fueron incapaces de gestionar la introducción masiva de energías renovables y que la falta de energía síncrona, como la de origen nuclear, desestabilizó el sistema. Un indicio que refuerza esta hipótesis es que Red Eléctrica cambió el mix energético al día siguiente para añadir más ciclos combinados de gas y operar sobre seguro. La transición hacia un modelo energético más sostenible es un objetivo compartido, pero requiere de una gestión responsable por parte del Gobierno y una comunicación efectiva para mantener el respaldo ciudadano.

Comentarios

Opiniones