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Corredor, en la picota

Corredor, en la picota
El argumento de la derecha para señalar a la presidenta de Red Eléctrica no debiera ser su militancia socialista, porque hay una larga lista de políticos del PP y del PSOE que fueron “enchufados” en la empresa, sino su tránsito de un clamoroso silencio a una pasmosa locuacidad para sacudirse cualquier responsabilidad, pese a que aún no se conocen las causas del apagónLa presidenta de Red Eléctrica niega responsabilidad de la empresa en el apagón y descarta dimitir La picota era el lugar donde se impartía justicia en la Edad Media, donde se exponía a los delincuentes, se azotaba a los malhechores o se mostraban los restos de los ajusticiados. Las había de madera o de piedra y, generalmente, estaban a las afueras de los pueblos como advertencia a los forasteros. Un decreto de las Cortes de Cádiz ordenó su demolición, pero como Fernando VII suprimió gran parte de su legislación, incluso en 1817 se construyó una en Rioseco de Soria. Hoy todavía algunas siguen en pie, pero la expresión “poner en la picota” ha quedado para señalar el descrédito de alguien por haber cometido algún error o falta. El apagón que sufrió España el pasado lunes mantiene abiertas, 72 horas después, muchas preguntas sobre las causas del accidente y sobre quién o quiénes fueron los responsables de que todo el país se fuera a negro. Y las distintas investigaciones ya abiertas no parece que vayan a arrojar luz de forma inmediata porque hay millones de datos que analizar y demasiados intereses cruzados que dificultarán, seguro, llegar al fondo de la cuestión. Pasarán meses hasta conocer la verdad y determinar quién o quiénes tendrán que hacer frente a las multimillonarias indemnizaciones que empezarán a llegar. Pero si hay alguien que desde el primer momento ha estado en la picota esa ha sido la presidenta de Red Eléctrica, Beatriz Corredor. Por su clamoroso silencio durante las primeras 48 horas tras el incidente, por sus contradictorias afirmaciones en las dos entrevistas que tuvo a bien conceder cuando ya habían transcurrido tres días del apagón y se había restablecido la totalidad del servicio y porque no se puede garantizar, como hizo después de tres días, que no había riesgo de que se repitiera el incidente sin saber la causa que lo había provocado. Es una contradicción y es una temeridad.  Aunque el Gobierno haya mostrado, con más que evidente tibieza, su respaldo a Beatriz Corredor, no hay un solo técnico que no haya señalado a la empresa privada y cotizada con un 20% de  participación del Estado. O porque pecara de optimista en la planificación eléctrica y no previera un respaldo suficiente de otras tecnologías distintas a la solar y eólica que compensaran las oscilaciones. O porque descuidara la seguridad del suministro. O porque la compañía descartara un posible sabotaje, sin que el Gobierno hubiera cerrado la puerta a este extremo. O porque, a posteriori y sin saber la causa del incidente, dijese con pasmosa locuacidad que la red no tuvo ningún fallo y que si hubo algún incidente extraordinario, no fue en la red. El caso es que, aunque el fallo se hubiese producido en una generadora gestionada por una operadora privada, la responsable de activar los mecanismos de seguridad es en último caso Red Eléctrica. De ahí el enfado que en algunos ministerios ha provocado la rapidez con la que REDEIA se sacudió cualquier responsabilidad y de ahí también la exigencia de que entregara los datos brutos de la “caja negra” de la red de distribución para que sea examinada por técnicos ajenos a Red Eléctrica.  Si el propio Gobierno desconfía, como es el caso, de la actuación de una presidenta que fue nombrada por Pedro Sánchez no debe sorprender que la oposición del PP, en su habitual estado de sobreexcitación haya pedido con urgencia la dimisión de Corredor. Lo verdaderamente extraño es que haya hecho del eje de su crítica la militancia socialista de la que fuera ministra de Vivienda con José Luis Rodríguez Zapatero teniendo en sus filas una larga lista de exministros y altos cargos que también han estado en nómina de Red Eléctrica y de diferentes operadoras privadas que han servido de puerta giratoria para políticos de distinto signo desde tiempo inmemorial.  Sin duda este es otro ángulo ciego a no perder de vista en la batalla que aún está por librar porque aquí en la picota, además de Corredor, estarán otros muchos. Y tampoco el de los motivos del enfrentamiento entre la hoy Vicepresidenta primera de la Comisión Europea para la Transición Limpia, Justa y Competitiva, Teresa Ribera, y el anterior presidente de REDEIA, Jordi Sevilla que llevaron a la dimisión de este último y el nombramiento sobrevenido de Corredor.
eldiario
hace alrededor de 13 horas
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