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De la Gestapo al circo y a la pelea en el barro

De la Gestapo al circo y a la pelea en el barro
La información directa, el acierto de varios medios de dar la comparecencia de Sánchez en el Senado, es el camino para que los ciudadanos aten cabos de cómo el PP tergiversa la realidad a su medida y comprendan por qué ocurren muchas cosas que no deberían ocurrir La escenografía era casi de un interrogatorio de la Gestapo. Cinco o seis horas por delante con un presidente del acto agresivo y maleducado. Pero quedó, en efecto, en un patético espectáculo del peor circo de aficionados. No es una anécdota, sin embargo. El acierto de varios medios de dar la comparecencia del presidente Sánchez en el Senado -completa o en gran parte- por radios o televisiones permitió asistir a lo que estaba ocurriendo. Algo útil para que mucha gente entienda por fin de qué manera miente y deforma la realidad el PP ayudado por “sus” medios. Algunos públicos, o sea nuestros, como Telemadrid. Porque es el camino de que así lleguen a comprender muchas más cosas de las que ocurren y no deberían ocurrir. De entrada, destacar que si esto -salvo excepciones- es lo mejor que tienen en el Senado podríamos ir pensando en cuál es su utilidad democrática y si compensa el gasto que cuesta mantenerlo. Fuimos viendo que el interrogatorio se remontaba hasta al cierre en la pandemia -como un desdoro- que se llevó a cabo en todo el mundo, algo que no suele mencionarse: fue la primera paralización internacional de la historia. Tenían que llenar los 50 minutos de los que disponían y fueron sacando toda una cuenta de supuestos agravios. Un dislate. Visto el cariz que iba tomando aquello, Sánchez se sintió mucho más confortable para desplegar la ironía. Lo menos doloso para el nivel de los interrogadores. Demasiados bulos y falsas premisas (eldiario.es los recogió aquí). Lo patético llegó con el senador del PP, Alejo Miranda, tan nervioso de tener ante sí a su odiado Pedro Sánchez, que disparaba preguntas y no le dejaba ni responder y hasta llegó a retirar alguna: no le interesaban las respuestas. Hace falta ser muy torpe para elegir para esa misión no solo a un tipo inexperto sino, además, autor del Hospital Zendal, desde su puesto entonces en la Comunidad de Madrid. Resulta que, por si se investigaba el brutal aumento del presupuesto -de 50 millones a 170- lo aforaron en el Senado. Por cierto, esto hay que investigarlo, pero está la justicia tan ocupada en otros temas, ¿verdad? El propósito de Feijóo era -lo dijo- que Sánchez mintiera y fuera procesado incluso sin mentir. Los escasos “no me consta”, tan empleados hasta por Rajoy, no dieron lugar a ello. Visto el estrepitoso fracaso de su estrategia, el PP llegó a lamentar al término del pugilato “que Sánchez no hubiera dado ”un corte categórico“ que les permita ”llevarle ante la Justicia por falso testimonio“.   En vista de ello y cuando ya era un clamor el fracaso de la citación a Sánchez en el Senado, todavía fue peor su confesión: ”Lo que dependía de nosotros lo hemos logrado. En todo el mundo, en todas las televisiones, en todos los medios de todos los países, se va a ver al presidente del Gobierno de España respondiendo (o sin responder) a preguntas sobre la corrupción de su familia, su partido y su Ejecutivo. La deshonra es total. El objetivo está conseguido“. Pues ni eso. Ahora, que buscar ”la deshonra“ de un rival político es fascismo puro. Y cuando se tienen una treintena de juicios pendientes por corrupción, de esos de años de recorrido, una desfachatez cósmica. De inmediato comenzó lo que hacen siempre y cada vez ejecutan con menor pudor: mentir a saco, uno tras otro, emulando la metralleta de falacias de Feijóo en el debate que le costó las elecciones. Salieron en tromba Tellado, Bendodo, Dolors Monserrat, Muñoz, el pobre senador Miranda con una autoestima tan elevada que dijo:“Hemos visto a un presidente arrinconado por la verdad. Le hemos visto como es, como un mentiroso”. Sánchez estaba acabado, era una piltrafa, le habían sacado hasta las entretelas. Por la mañana, algo más sobrios de su borrachera de rabia, declaraban a Onda Cero -es quien lo ha publicado- su decepción por el “atropellado” interrogatorio a Sánchez y no descartan volver a citar a Sánchez. Leen bien: como les salió chungo el senador del Zendal se han planteado poner otro y volver a llamar a Sánchez.  Sus medios de propaganda -vamos a llamar a estas cosas por su nombre- no han defraudado al PP pintando una sesión radicalmente distinta a como fue. sin pensar en que muchas personas la vieron y saben que mienten. Esos adjetivos que matan el periodismo, esas visiones distorsionadas a propósito. Y también ha acudido el juez del Supremo que lleva el caso a pedir más investigaciones. Lo que es perfectamente lícito, por supuesto, solo que justo a las pocas horas del fiasco del Senado y conociendo a los medios, pues ha salido como ha salido: el juez ve ¡indicios de delito! , claman. No, lo que parece que ha hecho ha sido “plantear la hipótesis” de que Ábalos y Koldo “blanquearan” dinero con las liquidaciones de gastos del partido. Y allí están todos otra vez agarrados al clavo ardiendo que han caldeado. Así que hemos entrado de lleno en la pelea o las zancadillas en el barro. Los insultos y las mentiras han de tener un límite. No es admisible que un diputado del PP, Rafael Hernando, se refiera en términos de chulo de barra de bar a la esposa del presidente del gobierno (“cajera de putisaunas”, la llama), ni que -de nuevo- toda la caterva de la cúspide del PP se explaye en líneas similares sobre Sánchez. El PP, desesperado de rabia, ha añadido en esta tanda unas publicaciones de una puerilidad sonrojante, Un partido con aspiraciones de gobierno no se puede permitir comparar, desde su cuenta oficial, al ministro Óscar Puente con un mono como si el tuit lo hubiera puesto un niño de 8 años, o soltar con otra imagen grotesca de Sánchez que el PSOE solo sabe sembrar odio. Esta es de Feijóo. ¿Qué se puede esperar de un gobierno de esta gente? Lo que hay, lo que cada vez es más evidente. Unos fracasos de gestión atronadores, con gravísimas consecuencias, y unas mentiras descomunales para taparlos, una crispación irritante para que la sociedad deteste la política y la deje en sus sucias manos. Cabe la esperanza de que con mucha más información que hasta hace poco -en los medios independientes, en TVE ahora también- muchas personas aten cabos de cómo el PP tergiversa la realidad a su medida y ametralla de la mañana a la noche con esos mensajes. El correligionario mayor de esta gente, Donald Trump, dejará desde este sábado sin vales de comida a 42 millones de personas con la excusa del cierre del gobierno que puede solventar sin privarles de alimentos. Se dispone además a reanudar las pruebas nucleares. Y, según The Guardian, el Pentágono ha dado orden a las guardias de los Estados de formar “fuerzas de reacción rápida” para “control de multitudes”. ¿Se les ocurre quién en España podría hacer lo mismo? vales de comida incluidos. Por el norte de Europa -Irlanda y Países Bajos- empiezan a soplar otros vientos. Una ciudadanía cansada del despliegue de ineficacia y odio reflexiona ya que ese no es el camino. En España es aún peor lo que quieren que venga, tan sucio en fondo y forma que precisa reacciones drásticas de quien puede aplicarlas. Si desde el gobierno -y gobierno acosado- no se puede ustedes dirán qué hacemos.
eldiario
hace alrededor de 21 horas
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