cupure logo
delquelossinmáspalestinamejorescomotrumpviñeta

El pufo de Wegow y los niños de papá

El pufo de Wegow y los niños de papá
El de Wegow es otro ejemplo de éxito del relato de la meritocracia, una pantomima creada para que pijos como sus dueños puedan vivir del dinero de todos aquellos que se creen que algún día podrán crear una empresa, quebrarla y seguir viviendo como si no hubiera pasado nada La plataforma de venta de entradas Wegow ha presentado un preconcurso de acreedores y ha dejado en una situación límite a muchas bandas españolas a las que debe el dinero de las entradas vendidas de sus conciertos. Al comunicado que envió esta semana anunciando su situación económica límite se vino una cascada de mensajes de bandas que sin nombrarla por motivos legales se referían a la empresa de ticketing que ha dejado en la ruina a muchas bandas, grupos y solistas que han gastado mucho dinero en sus conciertos y ahora se quedan sin el dinero de las entradas. Mientras lanzaba el comunicado seguía vendiendo entradas, por si podía recoger más dinero que no iba a dar a sus legítimos dueños.  Al leer la noticia la historia me sonaba a la de un niño de papá que jugaba a empresario y dejaba en la estacada a un montón de gente que no se puede permitir perder el fruto de su trabajo. No me equivocaba, porque este es otro de esos casos de niñatos de familia bien con padres millonarios que van dejando por el camino cadáveres y se gastan el dinero ajeno sin que su nivel de vida se vea afectado ni un ápice a pesar de su ineptitud, porque siempre tiene la red del papa millonario. Es muy fácil emprender cuando tu vida no depende de que la empresa genere recursos y pueda caer.  La empresa Wegow es de Gonzalo García-Miñaur Careaga y de José María Ozamiz Salazar. El abuelo de Gonzalo García-Miñaur, miembro de una de las familias conocidas de industriales vascos es Adolfo Careaga Fontecha. El abuelo de uno de los cofundadores de Wegow fue miembro de diversos consejos de la administración del País Vasco y presidente del Puerto de Bilbao. Su padre, emparentado con los Urquijo, fue alcalde de Bilbao y gastaba su tiempo jugando al golf en Neguri. No hay rama de la familia del emprendedor que ha dejado colgadas a decenas de familias con su pufo que no tenga presencia en Neguri. Están todos, los Careaga, los Rotaeche, Los Ybarra, los Urquijo. La endogamia de siempre. No podía faltar su presencia en el consejo de administración de Garibao, la empresa de papá, dedicada a la logística aduanera y de transporte internacional.  En el consejo de Administración de Wegow no faltaban apellidos como los Delclaux, emparentados con los de la Sota. No falta nadie de la burguesía vasca en la compañía, en la que luego entraron los creadores de Tuenti. Es uno de los ejemplos de manual de empresa creada por niños pijos que juegan con el dinero de los demás porque nunca les hará falta ganar dinero con las empresas. Son una casta de irresponsables que siempre pueden dejar caer una empresa y comenzar con otra porque no saben lo que es depender del dinero para poder vivir, porque les ha caído siempre del cielo y debajo tienen una red que nunca les dejará caer a ellos.  No falla la experiencia de negocio. En una de esas entrevistas que nos encantan a los que creemos que la meritocracia es un camelo, decían que se les ocurrió crear la empresa porque les molaba ir de conciertos y se perdían algunos y, claro, montaron una empresa. Con el dinero de papa, por supuesto. El de Wegow es otro ejemplo de éxito del relato de la meritocracia, una pantomima creada para que pijos como sus dueños puedan vivir del dinero de todos aquellos que se creen que algún día podrán crear una empresa, quebrarla y seguir viviendo como si no hubiera pasado nada. Un nuevo caso del talento de los hijos de millonarios que se dedican a engañar a incautos haciéndoles creer que sus familias perviven por un bien superior aprendido en los grandes colegios de élite.  No les quepa duda de que estos tipos caerán de pie, dentro de unos meses saldrán con una nueva empresa recogiendo pasta de Business Angels que invierten con el dinero de su padre para que todos puedan seguir retroalimentándose. En la próxima entrevista cuando estos vendehumos creen su nueva startup venderán que para crear una empresa de éxito antes es necesario caer y levantarse. Esta quiebra que ha dejado a muchas bandas en la ruina la usarán como marketing de su próximo pufo. Muchos de los músicos a los que dejarán sin blanca no podrán levantarse porque no tienen a nadie que los levante y tendrán que buscarse la vida como asalariados allá donde puedan. Recuerden, esos que arruinan a gente humilde son los que instauran el relato de la cultura del esfuerzo.
eldiario
hace alrededor de 12 horas
Compartir enlace
Leer mas >>

Comentarios

Opiniones