La degradación socialista

La tocata y fuga Miguel Ángel Gallardo para lograr un puesto como diputado y un presunto aforamiento antes de la apertura de juicio oral contra él y contra el hermano de Pedro Sánchez resulta obscena a toda sensibilidad democrática El bárbaro no puede sustraerse a la idea de que él, porque es él, puede simultáneamente faltar a la ley y reclamar el amparo de la ley G.K. Chesterton La tocata y fuga de Miguel Ángel Gallardo para lograr un puesto como diputado y un presunto aforamiento antes de la apertura de juicio oral contra él y contra el hermano del presidente del Gobierno es uno de los episodios más obscenamente ostentosos de utilización de tácticas legales espurias para conseguir un objetivo nada honroso. Es prácticamente imposible -el adverbio es más bien cuestión de estilo- que nadie que conozca los principios y la lógica democrática y que tenga respeto a la decencia aplauda este episodio tragicómico. Es una vergüenza democrática y es una vergüenza para cualquiera que, como es mi caso, haya votado socialista. Jamás pensé que la desfachatez pudiera alcanzar tales cotas de miseria. Son ya demasiadas cuestiones intolerables y esta en concreto, esta es un esperpento que degrada la calidad democrática a límites inadmisibles. Repasemos la carrerita para conseguir estar aforado antes de que se dictara auto de apertura de juicio oral contra el propio Gallardo y contra el hermano del presidente del Gobierno por delitos de prevaricación administrativa y tráfico de influencias, ambos delitos de corrupción. Dejemos aparte si son culpables o no, si los indicios devendrán en prueba suficiente y todas estas cuestiones que van a dirimir los jueces; todo ello es absolutamente irrelevante a la hora de analizar el comportamiento de los socialistas extremeños que, obviamente, no sólo no han actuado solos sino que han sido respaldados desde el Gobierno. Para que se entienda el porqué de la “carrerita” y el pisoteo de tanto principio hay que explicar que el Pleno de la Sala II del Tribunal Supremo determinó que “una vez aperturado el juicio oral” ya no hay cambio de fuero que valga. Esta decisión se tomó a raíz del cachondeo procesal que supusieron los desaforamientos de los implicados en Gürtell que así se cortaron. Sí, con los aforamientos ya se ha jugado antes, con la diferencia de que los peperos se desaforaban, o sea dimitían, mientras que Gallardo se ha aforado y para ello se ha nombrado diputado. La “carrerita” empieza el mismo día 16 de mayor cuando, desdiciéndose de sus palabras, Gallardo afirma que piensa entrar en la Asamblea para hacer mejor oposición y lo hace coincidiendo con los avances procesales que los han procesado. ¿Qué hacer para lograr ese puesto y ese aforamiento? Lo saben: obligan a dejar el acta a Maricruz Rodríguez, a la que prometen otro puesto, y consiguen que los cuatro suplentes que deberían haberla ocupado vayan a un notario y renuncien. Siempre a disposición del partido, cómo no. Hasta aquí tenemos ya una anómala disposición de los puestos de representantes sometidos a la votación del pueblo, que votó a unos para que el escaño acabe en otro totalmente diferente. Ejemplaridad democrática habrá quien lo llame. Una vez despejado el panorama, -es un clásico, ya se hizo dimitir a Victoria Camps para dar el puesto vitalicio en el Consejo de Estado a Teresa Fernández de la Vega o a Amelia Valcárcel se la cesó del mismo órgano para colocar a Elena Valenciano-, Gallardo corrió a hacerse con la credencial y a registrarse como diputado. ¡Bravo, ya estoy aforado en la foto finish! No está tan claro puesto que no ha prestado juramento ni ha sido proclamado y de ello se derivará abundante lío. Y es que la magistrada ya ha aperturado el juicio oral -recuerden que es el rubicón marcado por el TS- y aunque ella también ha hecho su particular carrera para que no burlen la jurisdicción, no es cierto que debiera esperar a la resolución de unos recursos no suspensivos que, precisamente lo son, para que el proceso pueda continuar. Nunca se hace, por mucho que lo diga Bolaños. Hasta aquí tenemos la vergüenza y el bochorno de la utilización de los cargos electos como si el elector no contara -usar la letra de la ley y violar su espíritu- y aún nos queda por analizar el intento de patrimonializar los cargos, obviando que el nombramiento discrecional no ampara el nombramiento arbitrario. Resulta que la abnegada Maricruz había levantado el culo del escaño no a cambio de irse a su casa sino con la promesa de otro asiento mejor. Ese asiento era el de subdelegada del Gobierno y, de hecho, a la subdelegada en el puesto, Isabel Cortés, ya le habían dicho que la cesarían sin otro motivo que hacerle hueco a la abnegada. Esta maniobra se abortó al ser conocida y lo hizo el propio Delegado del Gobierno que tenía que avalarla; alguien le diría que cesar sin otro motivo que culminar una operación de este estilo podía llevarle a cometer delito de prevaricación administrativa dado que se trataba, sin duda, de una resolución claramente injusta -Cortés no ha hecho nada malo y lo está haciendo bien- perfectamente a sabiendas. ¿De verdad hay alguien que crea que por más espíritu progresista o de izquierdas que se tenga se puede avalar un enjuague como este? Si tienes la jeta de cemento ya todo es posible, de ahí a que engañes a alguien, va todo un trecho. No, no se puede tolerar porque es deshonesto e indecente. Tanto como cambiar tus estatutos que decían que cuando se abriera juicio oral contra alguien en el partido se iba, para decir ahora que esto se hará cuando haya condena. Se trata de una clara bajada de listón ético, que empezó con los imputados y acaba con los condenados fuera, una degradación del estándar democrático. Tanto como la de meter a los amigos y a las novias en puestos públicos. No me vengan con que se lleva haciendo toda la vida, porque es indecente siempre y porque no se votó a unos para que fueran igual de indignos que los otros. En todo caso yo siempre he señalado el nepotismo, lo hice también en solitario con los cambios ad hoc que se hicieron para beneficiar a la hija del juez Marchena, y es que da igual quién lo haga porque es el qué lo inaceptable. No se puede asegurar que sea delito, lo dirán los jueces y las pruebas, pero que Gallardo se llevó a su amigo David y que David se trajo a su amigo de Moncloa es una evidencia que se encuentra en el sumario. Que Ábalos y Koldo tenían un SEPE privado para amiguitas, lo han ratificado ellas mismas. Porca vergonya, socialistas. Para terminar lo del aforamiento, que ha sido efectivamente tratar de elegir al juez que prefieres, tampoco tiene por qué servir a sus fines. No tengo ninguna información que me lleve a pensar que los tres magistrados de la Sala Civil-Penal del TSJ de Extremadura estén podridos o sean maleables o hayan perdido su imparcialidad o su técnica y eso con la nefanda figura del magistrado autonómico y todo. Lo que sí sucedería es que Gallardo arrastraría la competencia sobre Sánchez y Carrero y con todo el lío el asunto se dilataría en el tiempo que presumo que es lo que se busca. Aún no está claro que suceda siquiera aunque la trapacería se haya llevado a efecto. No todo vale. Esta fullería ha sido tan burda que resulta obscena a toda sensibilidad democrática. No nos rebajemos aceptando todo lo que nos echen. Esto es difícil que lo revalide nadie que no sea un forofo y que aún mantenga un mínimo de capacidad crítica. Da mucha lástima, mucha. Viendo esto ¿quién nos queda que pueda tirar la primera piedra?

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