Los bastardos que se gastan el dinero de la sanidad en prostíbulos

Si de verdad te preocupa el advenimiento de un gobierno ultra no puedes ser tibio con la corrupción y tienes que exigir una respuesta implacable. Es tiempo de exigir responsabilidades sin piedad porque la izquierda es mucho más que las siglas de un partido o el futuro de un gobierno puntual No importa lo justo que sea, no importa lo que creas, no importa lo que te gustaría que fuera, pero la corrupción en la izquierda es infinitamente más grave, incluso siendo de menos calado que otros casos de la derecha, porque abona y engrasa la maquinaria anti política que es el abono del crecimiento fascista. Si de verdad te preocupa el advenimiento de un gobierno ultra en España tiene que preocuparte que la respuesta del gobierno al infame caso de corrupción del triángulo comisionista y putero que mandaba en el PSOE se quede en la rueda de prensa del presidente pidiendo perdón y hablando de una auditoría absurda. Solo faltaría que después de lo que dice el informe de la UCO no hiciera esos movimientos. Solo si de verdad eres un antifascista convencido pondrás por delante los intereses generales a los de cualquier partido sobre los que sientas simpatía. Es tiempo de exigir responsabilidades sin piedad porque la izquierda es mucho más que las siglas de un partido o el futuro de un gobierno puntual. En esta tesitura es donde se ven los que de verdad tienen valores antifascistas por encima de los de cualquier partido. Si de verdad te preocupa el advenimiento de un gobierno ultra no puedes ser tibio con la corrupción y tienes que exigir una respuesta implacable, algo que por el momento no se ha dado. No hay nada que garantice más un gobierno PP-VOX que un partido con corrupción y un gobierno pensando solo en sus intereses y supervivencia. Con la respuesta que ha dado Pedro Sánchez esta semana, en 2027 tendremos a los ultras más rabiosos y sin filtros. Solo servirá para posponer y agravar el problema. Es imperativo exigir contundencia o dimisión. No encuentro otra salida que una moción de confianza con la que renovar el apoyo y apostar por una segunda parte de legislatura que tenga como línea fundamental unas reformas ambiciosas sobre democratización y lucha contra la corrupción empezando por hacer responsables a los partidos de devolver hasta el último céntimo de lo robado por sus miembros del mismo modo que a las empresas, como Acciona, que han participado del latrocinio. Si una empresa que participa de mordidas no puede volver a contratar con la administración pública hasta la restitución agravada de cada euro robado se cuidará mucho de tomar medidas de control efectivas. Si la izquierda poscomunista no hubiera tirado por la borda el capital político que tuvo en la última década estaría en disposición de mostrarse como alternativa en una situación como esta, pero eso es llorar por la leche derramada, ya no es posible. Solo les queda salvar los restos y eso no es posible siendo mera comparsa en un gobierno acechado y al que le espera un reguero de noticias terribles sobre corrupción. No han visto nada con lo que queda por llegar. Háganme caso. Por eso mismo no se le puede pedir a los socios que sean partícipes de sostener a un gobierno liderado por un partido con un caso de corrupción tan escandaloso si no es haciendo mucho más de lo que estarían dispuestos a hacer en condiciones normales. Si quieren que la izquierda y sus socios asuman el riesgo de contaminarse apoyándolos tienen que ofrecer mucho más de lo dado hasta ahora y no pasa por medidas de justicia socia que Junts no aceptará, pero sí por una democratización radical del Estado hasta puntos ni siquiera contemplados hasta el momento. Vienen más cosas y peores. Esto es solo el principio y es preciso abordar con seriedad el problema. Hay indicios en el informe de la UCO que hacen prever que vendrán terribles noticias, que los casos no se circunscribirán a los ahora implicados y que las grabaciones de Koldo pueden hacer temblar incluso a los que puedan explicar o contextualizar audios que serán devastadores. Este caso no es lawfare, ni una campaña de la extrema derecha, ni casos falsos y preparados por la policía patriótica, esto no es otro juez Peinado buscando donde no hay ni un juez Hurtado pasando de las pruebas para empujar al fiscal. Esto es un caso gravísimo de corrupción que no ha hecho más que empezar y que debe llevar a todo aquel que tenga algo de honestidad a actuar con mucha más fiereza que si el caso fuera de Ayuso, Feijóo o Abascal. Porque si algo tiene que hacer diferente a la izquierda es la intolerancia radical frente a quien usa el dinero público para putas cuando algunos nos dejamos la salud para defender la importancia de pagar impuestos para financiar los servicios públicos que garanticen la igualdad de oportunidades. En multitud de ocasiones he puesto el ejemplo de cómo la sanidad pública ha posibilitado que mi madre tenga la posibilidad de sobrevivir a su cáncer con un nivel de vida aceptable gracias a un tratamiento carísimo que jamás podríamos pagar en nuestra familia. Lo he hecho para criticar a aquellos que tienen un discurso contra los impuestos y ahora tengo que asistir a Koldo García y José Luis Ábalos repartiéndose mujeres pobres y explotadas con nuestro dinero. Estos canallas de mierda se han gastado el dinero de nuestra sanidad en irse de putas, porque si hablamos de los enfermos de cáncer para criticar a los que se van a Andorra por no pagar impuestos qué no deberemos decir a esta recua de miserables que se reparten el dinero con el que pagamos los recursos públicos para que se vayan de fiesta, paguen pisos a sus amantes y se follen a mujeres explotadas mientras las denigran en conversaciones de babosos cerdos mafiosos. Malditos bastardos. Vosotros sois los culpables de que pueda llegar el fascismo y el pueblo os juzgará. No olvidaremos lo que habéis hecho.

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