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Sin proyecto y sin memoria

Sin proyecto y sin memoria
Feijóo reaparece en la prensa gallega, tras días de silencio por el escándalo Montoro, para una nueva entrega de su ofensiva antisanchista y presumir de no haber nombrado jamás a nadie implicado en un caso de corrupción. ¿Cómo dice? ¿Recuerda el caso Campeón? ¿Y al exalcalde de Santiago? ¿Le suena el nombre de Joaquín Varela? ¿Y el de Carlos Silva? ¿Y el de Pablo Cobián?Marcial Dorado rememora su amistad con Feijóo: "Algo pagaría" Andaba Alberto Núñez Feijóo desaparecido, tras el escándalo Montoro, cuando este domingo decidió irrumpir en las páginas de la prensa gallega. No termina el presidente del PP de hacerse con la dinámica madrileña. Ni política ni periodística. Así que habló para la Voz de Galicia: que si no tiene ansiedad –aunque lo parezca– por llegar a la presidencia del Gobierno; que si le faltan cuatro votos para una moción de censura; que si el buenismo en la inmigración va contra el migrante regular; que si en 30 años en política no ha nombrado a nadie que esté metido en un supuesto caso de corrupción…. ¡Stop! No es la primera vez que realiza dicha afirmación con tanta solemnidad como desmemoria. Por lo que sea, el periodista no le interrumpe con un ¿cómo dice? ¿No recuerda el caso Campeón? ¿Y al exalcalde de Santiago? ¿Le suena el nombre de Joaquín Varela? ¿Y el de Carlos Silva? ¿Y el de Pablo Cobián? Nada. El líder del PP sufrió un ataque repentino de amnesia y al periodista tampoco le vinieron a la memoria ninguno de los casos de corrupción que salpicaron, en efecto, a cargos elegidos por Feijóo durante su etapa al frente del PPdeG y de la Xunta de Galicia. El primero, allá por 2009, en plena carrera electoral a la Xunta, el hoy líder de los populares se vio obligado a forzar la dimisión de su cabeza de lista por Ourense, Luis Carrera, cuando la Cadena Ser desveló que había cobrado 240.000 euros en comisiones de una cuenta de un paraíso fiscal en las Islas Caimán. Tres años después, en 2012, dimitió, después de ser condenado por defraudar a Hacienda 291.000 euros a través de su empresa inmobiliaria el alcalde de Santiago, Gerardo Conde Roa, un hombre que tuvo el apoyo y el aval de Feijóo para ser candidato Y ya como presidente de la Xunta, Joaquín Varela, director del Igape, un organismo de promoción económica, y el diputado autonómico Pablo Cobián dimitieron y fueron condenados por tráfico de influencias en el marco de la operación Campeón. Cobián fue condenado a ocho meses de prisión, dos años y tres meses de inhabilitación y una multa de 45.135 euros por un delito de tráfico de influencias. También la portavoz del PPdeG, Paula Prado, estuvo imputada por hasta cuatro delitos de corrupción en el marco de la operación Pokémon, si bien en su caso, el TSXG la exculpó dos años después. Pero Feijóo no se acuerda de nada de ello. O sí. A saber. Hace tiempo que la mentira es inherente a un liderazgo que no tiene más proyecto que echar del Gobierno a Pedro Sánchez. No habla de economía, ni de políticas públicas, ni de medio ambiente, ni de pensiones, ni de política territorial…. Lo suyo son las frases hechas, los eslóganes simplones, las mentiras y la destrucción del adversario. No tiene más. Ni proyecto ni memoria porque no hay forma de saber detalles sobre el diseño de la España que se propone construir si llega al Gobierno. De hecho, en la misma entrevista en la que le flojea la memoria sobre los casos de corrupción que sí afectaron a cargos relacionados con sus gobiernos en Galicia, se le pregunta si la corrupción será el único eje de su próxima campaña electoral o priorizará su proyecto de país y el silencio al respecto es bastante elocuente: “Me gustaría que en mi país no hubiese corrupción y que esto no fuese parte del problema político. Hay 490 folios de la UCO y seguimos esperando más. La Audiencia Nacional, los juzgados de la Plaza de Castilla, el hermano en Badajoz, sus secretarios de organización, al igual que la esposa de Sánchez. Es imposible abstraerse de todo esto. Ahora bien, hemos aprobado una ponencia política y en ella está lo que queremos hacer”. Ya no es que no responda siquiera a las preguntas, es que lo que proyecta es que, por no conocer, no conoce siquiera el contenido de su propia ponencia política. Con estos mimbres, no extraña que hasta en su propio electorado se le considere un líder que ni lidera ni tiene contenido.
eldiario
hace alrededor de 9 horas
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