cupure logo
queloslasdelparaporpocopolíticapeorevitar

Trump ahoga y Sánchez prepara su criminal 11-M

Trump ahoga y Sánchez prepara su criminal 11-M
Donde José K., El Ojo Izquierdo y El Catavenenos charlan amigablemente pero avinagrados de sus cosas, que son las nuestras. José K. Llueve. Hace frío. Gaza sufre y Netanyahu se anexiona Cisjordania. Ucrania llora. Trump está ahí, Feijóo sigue en Génova, sede pagada con coimas y la polímata de Isabel Díaz Ayuso vocifera tan ricamente sus miserias desde ese edificio en el que Billy el Niño o el comisario Conesa torturaban a los rojos. A mí qué me dicen de esas antigüedades, dice la reina del vermú, dudosa de si Franco vivió en el siglo XX o en el XVIII, que son cosas que no interesan a nadie. Y no digo nada más.  El Ojo Izquierdo. Pues sí, haga el favor de callar que nos amarga la mañana.  El Catavenenos. Y lo peor de todo, dicen los amigos de la prensa de la fiel infantería, es que Sánchez sigue en La Moncloa. “La sociedad española, la oposición, las instituciones y la propia democracia deben encontrar la manera de desalojar a Sánchez sin más dilación. A Sánchez hay que echarlo a patadas”, exige José A, Naranjo en El Debate.  El Ojo. A ver. Trump, lo primero, que lleva días amenazando a España como un vulgar matón, un salvaje redomado, que es lo que es. La última, con el payaso de Mark Rutte a sus pies, dígame señorito que hago ahora, qué cabriola emprendo, qué bobería digo. ¡Qué tipo éste Rutte, tan alto y tan de bicicleta! Durante diez años fue primer ministro de los Países Bajos y tuvimos los mediterráneos la mala suerte de que nos tocara este calvinista fanático en los días de la Europa de la austeridad, aquella pesadilla que se llevó por delante los bienes e incluso la vida de muchos españoles, italianos y, sobre todo, griegos, ahogados por los ricos del norte. Fue durante su mandato cuando aquel estúpido que fungía de ministro de Finanzas de Países Bajos, Jeroen Dijsselbloem, justificó su absurda y culposa política contra el sur con aquella famosa frase que tan bien reflejaba el pensamiento de Rutte, el moralista: “No puedo gastarme todo mi dinero en copas y mujeres y luego pedir ayuda”, soltó el deslenguado.  Cuánto mejor derrochar en manzanilla, grappa u ouzo, que en misiles de largo alcance, artefactos que sólo sirven para matar, mucho, o hacer ricos, muy ricos, a unos fabricantes felones de instrumentos guerreros, monstruos que se convierten en chatarra en pocos años para jolgorio de esas mismas fábricas, mayormente de Estados Unidos, por eso brama Trump, siempre dispuestas a fabricar más y más armas mortíferas.  José K. El verdadero problema de ese animal desatado es que su poder económico y todos los milmillonarios que le sostienen lo ocupan todo. Dentro de Estados Unidos, fuera de Estados Unidos y a poco que miremos hasta en el espacio sideral, que sus compinches Musk o Bezos van a comprar la Luna, Marte y todos sus alrededores, desde Cabo Cañaveral hasta el mismísimo Monte Olimpo marciano, ese volcán de 22 kilómetros de altura, que así, a ojo de buen cubero, viene a ser casi algo menos de tres veces la altura del Everest. Y no sólo ocurre esa tragedia, es que… El Ojo. … Déjame que complete tu razonamiento. Lo peor es que actúan con una impunidad total y absoluta, el mundo paralizado a sus pies. Gaza, por supuesto, pero también Ucrania. Fíjense esta estúpida polémica con la OTAN. ¿Un 5%? ¿Y por qué no un 3%, o un quizá un 7%? ¡Pero si ningún país europeo, y tampoco Estados Unidos cumple con ese desorbitado 5%! El gasto público en defensa en España, dicen los datos oficiales, creció 2.871,6 millones en 2023, es decir un 17,62%, hasta 22.601,4 millones de euros. Esta cifra supone que el gasto público en defensa en 2023 alcanzó el 1,51% del PIB, y está previsto llegar hasta el 2%. Suficiente, dijo Sánchez y le aceptó la OTAN. ¿Le parece mal a Trump? Allá se las componga, porque seguro que al presidente español le preocupará el enfado del magnate naranja, tan vengativo, pero lo hará mucho más el enfado de sus socios de coalición y, sobre todo, de sus propios votantes.  A los españoles nunca nos ha caído muy bien la Organización del Tratado del Atlántico Norte. OTAN NO, gritábamos a pleno pulmón, y sólo fue OTAN sí cuando Felipe González, con calzador, logró ganar en 1986 un referéndum que dividió a la sociedad española. Ganó el SÍ con el 56,85% de los votos válidos a favor de permanecer en la OTAN con una magra participación del 59,4%. Nueve millones votaron afirmativamente, pero casi 7 millones dijeron “no”. Hoy no intenten la prueba, no vaya a ser. Desde el 39, estamos ahítos de muerte y destrucción. José K. Esto no acaba. El mundo es mío, grita el energúmeno. Y ahora, dice a sus militares furiosos, me borran del mapa en aguas internacionales a todos los barquitos que les resulten sospechosos. Esos de ahí me los bombardea, hágame el favor. ¿Muertos sus tripulantes colombianos, venezolanos o gentes morenas de por ahí? Todo sea por el bien supremo. No tengo ni idea de cuál es el bien supremo, pero hago y deshago sin que nadie me ponga freno. Soy, literalmente, el amo del mundo, óiganlo bien, hormigas miserables, como ya decía aquel señor de bigotito jugando con el globo terráqueo, Chaplin inolvidable.   El Cata. Eso entiende el amigo Naranjo, el mismo de antes, que éste sí que sabe cuál es el bien supremo: “Llegó un señor [Trump] que lo simplificó (…): a los malos hay que tratarles como tales y los buenos deben cometer algún exceso para lograrlo”.  José K. Algún exceso, dice el muy desahogado. Claro que ellos son los buenos, esos blancos que han masacrado a razas inferiores, negros, indios, durante siglos. O Franco, por qué no recordarlo, a los comunistas o anarquistas, que todo el mundo sabe que son los malos. A eso me refería antes, a que el pensamiento –por llamarlo de alguna manera- tan brutal de la extrema derecha que nos va rodeando como el pulpo gigante del viaje submarino de Julio Verne, hace tiempo que ha pasado la línea roja de la decencia, de la justicia, de la humanidad.   Se trata de una maldad justificada con toda clase de argumentos religiosos o falsamente morales. Late, por debajo, esa trampa mortal que han ido introduciendo poco a poco, coma la gota china, que no malaya, en seseras dúctiles y poco formadas. Te he zurrado con el cinturón porque has sido malo y quiero ayudarte a que seas bueno, le dice el padre despiadado al chaval que gime y llora; no quería pegarte pero me has obligado, le dice el marido canalla a la mujer maltratada. O, también, venimos a traeros la civilización, nigerianos o paquistaníes inhumanos, y a vosotros, siboneyes y taínos, aztecas, aimaras, quechuas o guaranís, idólatras ignorantes. El dios verdadero.  Sois vosotros los culpables, gentes miserables, y por eso necesitáis la corrección del bueno, del que sabe cuál es el lado acertado de la historia. Os rebeláis y queréis ser como nosotros, los blancos o los ricos, los altos o los guapos. No entendéis que el buen dios ya decidió por vosotros quién debe estar arriba y quién abajo. Y si el altísimo, y en su nombre, nosotros –Trump, Hitler, Stalin- os puso donde estáis, ahí abajo, y a nosotros aquí, en la cúspide, quiénes sois vosotros para rebelaros ante la verdad divina.  El Ojo. Cierto. ¡Qué terrible esa culpabilización de la víctima! ¡Cuánto daño hace esa sucia manipulación!  El Cata. ¿Víctimas y culpables? Atentos, que os va a gustar este texto extraordinario de Juan Abreu en VoxPopuli: “Qué vergüenza, cómo han obligado a Israel a ceder ante los bárbaros. La llamada Paz en Gaza no es más que el preludio de la próxima guerra islamista contra Israel. En qué tiempos cada vez más abyectos vivimos. Occidente merece desaparecer y desaparecerá, barrido por la siniestra ola islamista. Qué miserable fin para Occidente, el mejor fruto, la luz de la especie. Que sucio final rendirse así ante hordas de misóginos tarados convencidos de que matan en nombre de un líder tribal analfabeto que hace mil quinientos años subió al cielo montado en un caballo”. José K. ¿Lo veis? Un tarado, me apunta el Ojo. Ya, seguramente, pero es fiel reflejo de esa plaga de conspiranoicos que han crecido como el cangrejo azul, la mítica langosta africana o las deleznables cucarachas o termitas, sin olvidarnos de la procesionaria o el barrenillo. En este extraordinario ejemplo conspiranoicovictimista constatamos el odio al Islam, ridículo en el pánico, gravísimo en sus consecuencias defensivas. Pero es que hoy tenemos extendida en el mundo la estupidez insuflada por tantas y tantas amenazas de conspiraciones tan absurdas como peligrosas.  El Cata. Antes de que sigas os traigo otra perla. Ésta es una información (¿?) de La Gaceta: “Progresa la islamización de España en las aulas: tres colegios de España ya tienen hasta un 100% de alumnos musulmanes”. ¿Islamización? En España hay 28.654 centros educativos. Tres, se aterra el órgano de Vox.   José K. Lo que os decía. Proliferan los conspiranoicos porque una vez que una insensatez de tamaño gigantesco te ha horadado el cerebro, los antivacunas o los terraplanistas, se abre una vía, una compuerta por la que van a entrar otras muchas conspiraciones. Laurence Rees nos lo advierte de manera muy articulada en su libro “En la mente nazi: 12 advertencias de la historia”: “Lo que es peor: según ha señalado la profesora Karen Douglas, cuando alguien da crédito a una teoría conspiranoica, es más fácil que dé crédito a otras o se interese por ellas. Es una vorágine en la que uno puede acabar por perderse un poco”. El Ojo. Tienes toda la razón. Fíjate que hay un futbolista de buen porte, grácil carrera y maneras acertadas en el campo de juego, hasta ser seleccionado para el equipo nacional, que además de largarnos esotéricas lecciones de neurociencia al hilo de unas gafas amarillas y otras rojas, dice estar muy preocupado por las estelas que dejan los aviones, que según él no son simples rastros de vapor de agua, sino sustancias químicas liberadas con el fin de manipular el clima o ejercer control sobre la población. Teoría conspiranoica con nombre inglés, chemtrails, en las que sus creyentes, como en otras muchas, exigen explicaciones, cuando desde hace años y años hay miles y miles de organismos científicos que han desechado tal paparruchada. Da Igual: exigimos explicaciones, dicen sañudos.  El Cata. Hablando de conspiranoicos, qué mejor ejemplo que Federico Jiménez Losantos, ese señor con un embudo en la cabeza que escribe cosas tan atrabiliarias como la que sigue: “Sánchez va preparando su 11M: Para no irse, camino de la cárcel, Sánchez intentará un acto violento que cambie abruptamente la tendencia de la sociedad española”. Entra, Ojo. El Ojo. Locas, sí, pero enormemente peligrosas. Es terrible. He leído el artículo entero y no se puede dar crédito al contenido salvaje de tan delirante bazofia. José K. Tremendo. Conviene irse hasta el último párrafo: “Y con la calle en llamas, el país polarizado y las encuestas tezanosas legitimando el pucherazo, en vísperas de las elecciones, zas, un crimen, un atentado de gran valor simbólico, un asesinato inexplicable, una masacre. Y la excepcionalidad hasta ahora llamada Sánchez, convertida en normalidad”. ¿Qué habla de asesinatos o masacres este ser indigno, el mismo que mantuvo –y mantiene- la mentirosa conspiración sobre el 11-M?  ¿Y si de verdad ocurre un grave accidente cualquiera, un descarrilamiento o una DANA? ¿Será entonces obra del malvado Sánchez? O, para seguir al mismo disparate y estúpido juego conspiranoico, podríamos doblar la apuesta y ser, aún, más estúpidos: ¿no será la extrema derecha la que está preparando un aquelarre mortal para poder culpar de esa hipotética catástrofe al presidente?  José K., El Ojo, El cata, los tres a una: Locos, muy locos. Pero canallas. 
eldiario
hace alrededor de 6 horas
Compartir enlace
Leer mas >>

Comentarios

Opiniones