No puede ser, Real

La Real se está metiendo en un buen lío. Son dos puntos de 15, lo que supone el peor arranque liguero desde una temporada nefasta como la del descenso en 2006. Podría no ser un drama para un nuevo proyecto si las sensaciones fueran sólidas pero, pese a que hay algún aspecto rescatable e incluso positivo, hay otras cosas que no se pueden permitir que pesan bastante más. La segunda parte de la Real fue tan mala que quedó olvidado el grave error del árbitro en la primera no mostrando la amarilla a Natan y sí a Amrabat que luego hubiese supuesto la expulsión del primero. En el partido se dieron cosas que no pueden ser. El nivel de fichajes no puede ser el de un Caleta-Car totalmente por debajo del mínimo exigible, con Jon Martín en el banquillo. Cabe mencionar la desacertada actuación de Sucic en todo lo que hizo también. La imagen de equipo desordenado y roto tras el segundo gol no es aceptable para la Real. Ni por juego ni por actitud. De pasotismo en algunos casos. El equipo sigue siendo una máquina de regalar goles y una autopista en transición, lo que deja sin valor cualquier logro en ataque, de menor valor que lo que resta lo anterior. Por cierto, por momentos con dos de casa, tres al final con Aritz. Sergio tiene un marrón importante encima y debe coger por los cuernos la situación si quiere conservar su puesto a medio plazo. Como se suele decir en el gremio, tras batacazos lo mejor es jugar cuanto antes para resarcirse. La Real se la juega el miércoles en casa contra un Mallorca también muy tocado. Hay runrún y hay que acabar con él. Ya.

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