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Si aquí hay una mafia, será el PP

Si aquí hay una mafia, será el PP
Feijóo y su partido deben de tener una jeta de hormigón de las de récord Guinness para ser ellos, precisamente ellos, quienes acusen al Gobierno de ser una "mafia"Feijóo vuelve a pedir apoyos para una moción de censura y convoca una manifestación contra Sánchez 1. Entre 2015 y 2016 se montó desde el Ministerio del Interior del Gobierno de Mariano Rajoy la mayor trama de espionaje político de la democracia. La denominada “policía patriótica”, conformada por varios comisarios y agentes policiales, llevó a cabo unas pesquisas masivas en bases de datos sobre al menos 55 parlamentarios recién elegidos de Podemos –entre ellos Pablo Iglesias, Yolanda Díaz, Ione Belarra e Irene Montero– con el propósito de fabricarles escándalos que los hundieran políticamente. El caso se encuentra en la Audiencia Nacional desde enero de 2024 y están imputados el que fuera el titular de Interior, Jorge Fernández Díaz, y su número dos, Francisco Martínez. La “policía patriótica” también actuó contra dirigentes independentistas catalanes. 2. Desde el mismo Ministerio del Interior se activó en 2013 una operación policial ilícita, denominada Kitchen, con el fin de obtener toda la información posible que pudiera resultar incriminatoria para el Partido Popular y sus máximos dirigentes tanto en el caso de la Caja B del partido como en el caso Gürtel, un formidable escándalo de corrupción político-económica que tenía al PP contra las cuerdas. El grueso de la información comprometedora lo guardaba el extesorero del partido, Luis Bárcenas, en el estudio de su mujer en el madrileño barrio de Salamanca. Un grupo de agentes activado para obtener ese material siguió sigilosamente durante unos meses los pasos de la mujer de Bárcenas. Los secretos que escondía el extesorero desde la cárcel eran tan explosivos que el propio presidente Rajoy se movilizó para pedirle por SMS: “Luis, sé fuerte. Hacemos lo que podemos”. Unas palabras que sonaron a no te vayas de la lengua que ya veremos cómo sacarte de esta. Por la operación Kitchen también están imputados, junto a más de una docena de personas, Jorge Fernández Díaz y Francisco Martínez. El PP suspendió de militancia en 2021 al primero y le abrió un “expediente informativo” del que no se ha vuelto a saber nada. Por su parte, Martínez ha sido detenido esta semana por su presunta colaboración con un hacker y sus empresas ilegales. Una vía de investigación en este caso intenta determinar si Martínez recibió además información del hacker durante su etapa como secretario de Estado de Interior. Hay que recordar que el único partido (como persona jurídica) condenado por corrupción en España es el PP, por el caso Gürtel. 3. La foto forma parte de la iconografía política española. Muestra al actual líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en un yate con el torso desnudo y recubierto de crema protectora junto al narcotraficante Marcial Dorado, también a pecho descubierto. Eran los años 90. Feijóo era joven, pero no tanto, pues en esa década ejercía cargos públicos en en Galicia y en ⁸Madrid. Y el encuentro con Dorado era cualquier cosa menos casual: ambos personajes mantenían una estrecha relación que incluía intercambios de visitas familiares y viajes al exterior. En una entrevista con la Cope en julio de 2023, preguntado por su relación con Dorado, Feijóo, flamante líder del PP, manifestó a modo de exoneración de todo pecado: “En aquel momento era contrabandista, cuando yo lo conocí. Contrabandista, nunca narcotraficante”. Y ahí sigue tan pancho al frente del partido. 4. Noviembre de 2024. El empresario Víctor de Aldama, recluido en la cárcel de Soto del Real desde hacía un mes por la multimillonaria trama corrupta de los hidrocarburos, solicita hacer una confesión voluntaria. En ella, dijo al juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno que había pagado cuantiosas comisiones al exministro de Transportes José Luis Ábalos y a su exasesor Koldo García, así como una serie de mordidas a cargos socialistas. Tras su batería de acusaciones –unas fundados, otras sin pruebas– pidió al juez que llevaba el caso hidrocarburos, Santiago Pedraz, que lo dejara en libertad por haber demostrado su “compromiso de colaboración con la justicia”, pese a tratarse de dos causas distintas. El fiscal anticorrupción Luis Pastor, antiguo asesor en un gobierno del PP y que ejerce la acusación pública en ambas causas, apoyó la solicitud y de este modo el empresario fue excarcelado solo unas horas después de su larga deposición. Al salir de la prisión, advirtió a Sánchez de que ya tendría las pruebas de sus acusaciones, evidenciando que no las había aportado en su supuesta colaboración con la justicia. Era lo de menos: lo que había contado era suficientemente jugoso para abrir otro frente político-judicial y mediático contra el presidente del Gobierno. 5. El 12 de marzo de 2024, tras la publicación en exclusiva por elDiario.es de que el novio de Isabel Díaz Ayuso, Alberto González Amador, había defraudado 350.951 euros a Hacienda con una trama de facturas falsas y empresas pantalla, el jefe de Gabinete de la presidenta madrileña, Miguel Ángel Rodríguez, envió el siguiente mensaje por WhatsApp a nuestra periodista Esther Palomera: “Os vamos a triturar. Vais a tener que cerrar. Idiotas. Que os den”. “¿Es una amenaza?”, inquirió Palomera. A lo que Rodríguez respondió: “Es un anuncio”. Pese a la guerra sucia pilotada por Rodríguez desde la Comunidad de Madrid para salvar al novio de su jefa —ofensiva de la que no se ha salvado ni el fiscal general del Estado–, la jueza Inmaculada Igesias ha propuesto esta semana juzgar a González Amador por dos delitos de fraude fiscal y uno de falsificación documental. Y eso que aún están sin explorar los negocietes con Quirón, la compañía de salud que se está forrando de lo lindo con el gobierno madrileño y con la que González Amador, desde que comenzó su relación con Ayuso, ha visto cuadruplicarse sus ingresos por la prestación de servicios varios a través de sus sociedades 6. Conversación por WhatsApp, en 2021, entre Juan Vicente Bonilla, capitán de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guarda Civil, y uno de sus informantes. Este le dice al agente que aproveche “los dos años de sanchismo que quedan”. “O una bomba lapa en los bajos” del coche del presidente del Gobierno, responde Bonilla. Y añade: “Podría ser”. A continuación, plantea otra posibilidad: encargarle el asunto a un “sicario venezolano”, a lo que el confidente le responde que, cuando se reúnan en persona, le “explica cómo funcionan” esos matones a sueldo. En octubre pasado, Bonilla fue fichado por el Gobierno de Ayuso como responsable de la Gerencia de Seguridad del Servicio madrileño de Salud, un ente adscrito a la Consejería de Sanidad. 7. El PP, con su líder Feijóo a la cabeza, afirma que el Gobierno es una “mafia” y Sánchez, su “capo”. Realmente, hay que tener una jeta de hormigón de las de récord Guinness para que sean ellos, precisamente ellos, quienes hagan esa acusación, cuando cualquiera de los pasajes expuestos parecen sacados de las novelas de Mario Puzo.

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