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El PP espera la propuesta de primarias de Feijóo con la mirada puesta en Ayuso

El PP espera la propuesta de primarias de Feijóo con la mirada puesta en Ayuso
Madrid y Catalunya han defendido en los últimos años la fórmula "un militante, un voto", pero importantes territorios como la Andalucía de Juan Manuel Moreno o Almeida apuestan por reducir el peso directo de los afiliados en un sistema que será de aplicación a nivel autonómico, provincial y municipal tras el próximo congresoFeijóo avanza el programa de su congreso: ganar al PSOE, bajar impuestos, dejar las cosas que funcionen y quitar las que no Alberto Núñez Feijóo y su equipo presumen de que al líder del PP nunca se le ha filtrado un nombramiento ni una decisión crítica. En su prolongada carrera como dirigente, dicen, los periodistas no han podido anticipar a ciencia cierta sus movimientos. Un principio que el gallego pretende cumplir ante el congreso de reafirmación que ha convocado para el próximo mes de julio. Y eso que OkDiario le reventó la sorpresa para enfado de su equipo de comunicación y estupor de su propio Comité de Dirección, que no sabía nada. Esa fue la última filtración y de nuevo el silencio se ha impuesto. Dos semanas después del anuncio y cuando ha pasado ya una desde la convocatoria oficial se mantiene el habitual secretismo en organizaciones tan verticales como el PP. “Quien diga que sabe algo, miente”, asegura un presidente autonómico a elDiario.es. Los barones, único contrapoder a Feijóo, han optado por respetar a su jefe de filas. Entienden que este es ‘su’ congreso, el momento de redefinir el proyecto con el que intentar un segundo asalto a la Moncloa tras el fiasco de 2023. El problema es que lo que se decida ahora a nivel orgánico aplicará durante años a todos los niveles del partido. Nadie con posibilidades de ganar se va a postular contra Feijóo y, por tanto, será él quien defina las líneas generales con las que el partido concurrirá al próximo ciclo electoral. Por eso ha colocado al frente de la ponencia política a dos de los presidentes más cercanos, el andaluz Juan Manuel Moreno y el castellano y leonés Alfonso Fernández Mañueco. Ambos contarán con el apoyo de la madrileña (y muy ‘ayusista’) Alma Ezcurra, pero limitada por su papel como directora de la fundación del partido, Reformismo 21, que depende directamente de la dirección nacional. Culmina el cuarteto la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, muy próxima al aragonés Jorge Azcón. El líder del PP definirá las líneas ideológicas del partido, pero es consciente de que cada barón y baronesa planteará luego su propia línea discursiva. Si por algo se caracteriza el PP de Feijóo es por la poca uniformidad que existe y, sobre todo, porque estas diferencias son muy evidentes y elocuentes para cualquiera, algo impensable por ejemplo en tiempos de José María Aznar. Pero Feijóo no solo quiere “resetear” el partido, como dijo el pasado lunes cuando convocó oficialmente el cónclave que se celebrará en Madrid del 4 al 6 de julio. Quiere aprovechar para actualizar los estatutos internos, redactados en 2017 durante el mandato de Mariano Rajoy. Y tiene un objetivo en mente que no todo el mundo comparte en el PP: acabar con las primarias. El doble sistema electoral que rige en el PP fue introducido a regañadientes y ante la presión de partidos como Ciudadanos. Casi desde su salida del Gobierno Rajoy renegó de la que, dijo, fue su peor decisión. Con todo, el sistema de primarias puras reconducidas después por un congreso clásico de compromisarios fue lo que permitió el ascenso de Pablo Casado, con la inestimable colaboración de buena parte del aparato del partido, incluido el propio Feijóo. Sea como fuere, el actual líder del PP quiere terminar con ese sistema. Es, en sus palabras, el “nudo gordiano” que el partido “tiene que resolver”. Lo que todavía no se sabe es hacia dónde quiere transitar Feijóo. Sí dio una pista en 2022, nada más alcanzar el poder orgánico, cuando sentenció que él apuesta por un sistema único de compromisarios a la antigua usanza, donde los afiliados solo puedan interferir indirectamente en la elección del presidente de su partido. Los encargados de la ponencia de estatutos, donde se deberá dirimir este asunto, son también dos barones relevantes y próximos a Feijóo: el murciano Fernando López Miras y la extremeña María Guardiola, además de la alcaldesa de Santander, Gema Igual, y el portavoz en el Ayuntamiento de Barcelona, Daniel Sirera.  Moreno, con Feijóo Feijóo tendrá así el control sobre las dos ponencias, como suele ocurrir. Pero el debate está abierto en el partido porque los cambios orgánicos que introduzca el XXI Congreso Nacional del PP afectarán a todo el partido y a los procesos que deberán venir en cascada después del estatal: autonómicos, provinciales/insulares y municipales. Y vuelta a empezar, porque el siguiente congreso nacional también se regirá por el nuevo método. El reparto del poder interno del PP para los próximos años se dirimirá así según las reglas que se decida este mes de junio. Y los principales dirigentes ya están marcando posición. O poniéndose de perfil, lo que en algunos casos es muy elocuente por inusual. Uno de los primeros ha sido Moreno, quien rápidamente se puso del lado de Feijóo al sostener que el sistema actual “tiene defectos claros”. La excusa de ambos es que se puede producir un agravio con la militancia si, como ocurrió en 2018, las primarias presentan un resultado que luego los compromisarios modifican. Se refieren a cuando Casado ganó el congreso después de que Soraya Sáenz de Santamaría se impusiera en la votación directa, aunque la realidad es que entre ambos solo hubo dos puntos de diferencia y que más de un 60% de los militantes eligieron una opción diferente a la de la exvicepresidenta de Rajoy. Cuando a Moreno, como a Feijóo en 2022, se le preguntó si prefiere primarias puras o congreso de compromisarios, dijo que las primeras “podrían ser esa una opción”. “Pero hay otras muchas”, añadió inmediatamente, sin concretar: “Hay que buscar un sistema justo, democrático, pero que no sea complejo y que no genere tensiones o divisiones internas innecesarias”. El resto de barones ha intentado no ser tan explícito en sus respuestas. “Vamos a ver si hay una propuesta y si mejora el sistema actual, y tal vez lo valoraremos, pero sin duda yo creo que todo es mejorable y que nuestro sistema también es mejorable”, dijo Miras, quien como ponente debe ahora intentar mostrar una imagen de ecuanimidad.  El gallego Alfonso Rueda también juega al misterio. “Ahora empieza un debate y precisamente es lo que tendremos que ver cómo queda después de las ponencias que están haciendo, por lo tanto, estas cosas se discuten internamente y después espero que todos estemos de acuerdo con el resultado final”, dijo. Quien no se ha pronunciado es Mañueco, envuelto en una larga investigación judicial precisamente por las primarias del PP en Salamanca que lo catapultaron a él al liderazgo autonómico. La causa ha sido archivada. Tampoco Marga Prohens o Jorge Azcón han dicho nada. Del silencio no hay que desdecirse. Ayuso pide a los suyos presentar “enmiendas” En la otra orilla están los más ‘duros’ del PP. El más claro ha sido el catalán Alejandro Fernández, quien en su reciente libro A calzón quitao (Esfera de los Libros) plantea una reforma legal que imponga obligatoriamente las primarias en los partidos. En su presentación en Madrid exigió a Feijóo “autonomía política”. Fernández recuerda que él mismo llegó a la cúpula del PP catalán a través de primarias, “con todas las bendiciones”. De hecho, su mandato está prorrogado de forma irregular y ‘sine die’ ante la imposibilidad por parte de Feijóo de encontrar a alguien que pueda ganarle entre los afiliados. Pero el problema le puede venir a Feijóo del mismo sitio del que le vino a Rajoy durante sus 14 años al frente del PP: de Madrid. Esperanza Aguirre, primero, y Cristina Cifuentes, después, aguijonearon al sucesor de Aznar desde uno de los territorios más importantes para la derecha. Aguirre amagó con presentarse contra él, lo que obligó a Rajoy a pactar con el PP de Francisco Camps, a la postre un lastre cargado de corrupción. Y Cifuentes, a quien Rajoy promocionó al frente de la gestora que dirigió el PP madrileño tras ser descabezado también por corrupción, impuso en el congreso de 2017 la posibilidad de que los territorios inferiores al estatal (es decir, todos) pudieran optar por un sistema de primarias puras a una única vuelta. Ella misma ganó así la presidencia del partido en la región. Ese sistema es el que defiende todavía hoy el PP de Madrid de Isabel Díaz Ayuso, aunque la lideresa ha optado, en contra de lo que suele ser habitual, por el silencio. “Lo que pase en el partido, se queda en el partido”, dijo, para salir del paso cuando fue preguntada al respecto. Ayuso tiene a uno de sus alfiles en una posición muy avanzada. Su 'número dos' y hombre para todo, Alfonso Serrano, es el presidente de la Comisión Organizadora del Congreso de julio, y este se celebrará en Madrid. “Todo es revisable en esta vida”, dijo esta misma semana Serrano al ser preguntado por las primarias.  Quien sí ha rechazado en público el actual sistema es el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, quizá porque teme que su candidatura pueda quedar fuera de juego en un proceso de primarias puras si opta a un tercer mandato.  El otrora portavoz de Pablo Casado cuando las cosas comenzaron a torcerse con Ayuso dijo esta misma semana que las primarias “no suelen funcionar muy allá en los partidos”. “Eso sí lo tengo claro”, añadió. La relación del alcalde de la capital con su jefa es manifiestamente mejorable desde hace años. En el PP, en voz baja, hay quien sostiene que el tándem Feijóo-Moreno aprovechará la reforma de los estatutos para blindar un sistema que dificulte la llegada de Ayuso a la dirección del PP si el gallego vuelve a fracasar en 2027 o, en caso de éxito, después. Y es que el nuevo sistema afectará también a la elección del próximo líder del partido, sea cuando sea. Y si algo tiene Ayuso es predicamento entre las bases. Casi tanto como el que no tiene entre muchos altos y medios cargos orgánicos en buena parte del país. La presidenta de Madrid no ha hablado mucho del proceso congresual, consciente de que su opinión marca la agenda de todo el partido. Pero este viernes, en la inauguración de la nueva sede del PP en el riquísimo municipio de Pozuelo de Alarcón, animó a los suyos a participar en el proceso de enmiendas. “Tenemos una etapa en la que ahora vamos a poder presentar nuevas ideas, propuestas”, dijo. “Os animo a todos a participar desde las sedes o también como afiliados particulares”, concluyó. Toca esperar a ver si la apelación implica que el PP de Madrid va a dar la batalla para, al menos en su ámbito, poder manejarse a su antojo.
eldiario
hace alrededor de 7 horas
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