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Cámaras de fotos, carretes y un velocímetro en el retrovisor: la historia del primer radar en España

¿Sabes cuántas personas murieron en 2024 en accidentes de Tráfico?  1.154.  Una cifra "inasumible", en palabras de Fernando Grande-Marlaska, ministro del Interior quien dio la rueda de prensa en la que se hicieron públicos los datos. En total, murieron 14 personas más que en 2023 y la cifra ha ido creciendo lentamente desde 2020 cuando la pandemia de coronavirus redujo significativamente los desplazamientos. En la última década, España se mueve en la frontera de los 1.000 fallecidos pero no consigue seguir bajando esta cifra.  Ahora imagina multiplicar esa cifra por cuatro.  Y más o menos tendremos el número de fallecidos contabilizados en 1964. Aquel año, en España se contabilizaron 3.803 muertos en la carretera. Pero es que, además, 82.953 personas resultaron heridas de diversa gravedad. En total, se contabilizaron 79.494 accidentes. De ellos, se calcula que el 31,63% de los conductores viajaban a una "velocidad peligrosa", según el Anuario Estadístico de Accidentes.  Había llegado el momento de tomar medidas.  Y esas medidas trajeron el primer radar de tráfico que se vio en España.  En Xataka Cómo saber todas las ubicaciones oficiales de los radares de la DGT Así era el primer radar  No es casual que la DGT hable de 1964 como el año clave que nos acabó abriendo al puerta a los radares en España. Ese año, señalan en su web, la revista Blanco y Negro explicaba lo que era un "cinemómetro", del que decían que "este nuevo aparato registra el número de vehículos que pasan por determinado lugar de una carretera y al mismo tiempo señala la velocidad que llevan".  Sin embargo, no sería hasta 1968 cuando la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil vio un aparato que debieron sentir llegado del cielo. Hasta entonces, los agentes utilizaban un sistema... llamémosle precario.  Antes de que existieran los radares, los coches de la Guardia Civil llevaban un velocímetro en el faro derecho. Entonces, el conductor se acercaba al coche infractor y se ponía al mismo ritmo. Desde el lado del copiloto, se tomaba una fotografía en la que se veía la velocidad a la que se circulaba y el coche infractor.  En Xataka La DGT instalará 122 nuevos radares en 2025. Ubicaciones y cuándo empezarán a multar los 24 radares que ya están activos Fue en 1968 sin embargo cuando los radares hicieron acto de presencia. Después de las primeras pruebas, los agentes empezaron a montar los equipos en los coches. Lo elegidos fueron los Renault 10 y los Seat 124 que la Guardia Civil utilizaba a diario pero tenían que llevar un portaequipajes para poder transportar los enormes aparatos.  Éstos constaban de un sistema de radio que, mediante microondas, era capaz de estimar la velocidad a la que se movía un vehículo. Éste actuaba junto a otro aparato, conocido como fotocontrol, que era el encargado de realizar la fotografía para que quedara constancia del vehículo infractor.  Terminada la jornada, los rollos de película de la cámara tenían que ser enviados a la Jefatura de Tráfico para que fueran revelados y, posteriormente, positivados. En la fotografía quedaba registrada la hora de la toma, la fecha y la velocidad a la que se estaba circulando en ese momento. El sistema no era muy diferente al actual por tanto.  En Xataka La DGT ha creado un Gran Hermano contra el cinturón y el móvil. Siguiente objetivo: la línea continua Los aparatos además tenían otros problemas. Solo se podían utilizar sobre suelo completamente llano. Si no era así, al calibración empezaba a cometer errores. Además, eran pesados de transportar y, evidentemente, solo podían utilizarse en parado. Era algo así como tener que instalar todos los días un radar fijo. Eso hacía que la gestión de las multas fuera especialmente engorrosa. Cada día, los agentes que les tocaba hacer estas funciones tenían que desplazarse hasta el lugar indicado. Una vez allí, se tenían que introducir todos los datos relativos al control a mano. Con cada cambio de carretera, el agente se tapaba con una cortina negra para evitar que con el cambio de los mismos alguna foto se velara. Seis horas después de mantener en funcionamiento el radar, el agente tenía que estar otras dos horas redactando informes sobre lo sucedido. Explican en la página de la DGT que como el número de estos aparatos eran mínimos y había muy pocos conocimientos sobre ellos, la guardia Civil tenía que enviar a sus agentes a Francia o Alemania para que reciclaran sus conocimientos.  Aquellos primeros radares empezaron a extenderse desde Madrid y Barcelona y poco a poco, ya en los años 70, se fue ampliando su número. El margen para cometer una infracción era bajo ya que los radares no podían captar a vehículos que circularan por encima de 150 km/h. En aquellos días, apenas un puñado de coches podían superar esta velocidad. ¿Qué se dijo en aquellos momentos? Poca cosa. Cosas de un país que vivía en aquellos días una dictadura, así que las voces discrepantes tendieron a cero... al menos en los medios de comunicación. De hecho, se llegó a alabar la llegada de estos aparatos, señalando La Vanguardia que, ahora sí, los conductores tenían que circular "como debía ser". Foto | DGTEn Xataka |  74.000 multas y subiendo: el radar más voraz de toda España se encuentra en un punto concreto de Madrid - La noticia Cámaras de fotos, carretes y un velocímetro en el retrovisor: la historia del primer radar en España fue publicada originalmente en Xataka por Alberto de la Torre .
xataka
hace alrededor de 3 horas
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