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El embutido que parece chorizo pero solo podrás degustar en Asturias

El embutido que parece chorizo pero solo podrás degustar en Asturias
El sabadiego, con orígenes humildes y sabor intenso, renace como manjar local en Noreña y tiene hasta su propia festividadLos templos del cachopo en Asturias: diez buenos restaurantes para disfrutar este bocado tradicional En el extenso recetario de la gastronomía asturiana, donde conviven platos contundentes, recetas centenarias y productos del mar y la montaña, hay un embutido que ha pasado del olvido al reconocimiento. Se trata del sabadiego, una variedad autóctona del concejo de Noreña, en el centro del Principado, que hoy goza de prestigio y devoción, pero que durante décadas fue considerado un alimento de baja calidad. El sabadiego nació como producto de aprovechamiento, elaborado con los restos del chorizo, mezclados con sangre y arroz. Una receta humilde y campesina que, durante años, se asoció con la escasez y las mesas más austeras. Sin embargo, gracias al impulso de productores locales y la atención que ha despertado entre cocineros de cocina de autor, este embutido ha vuelto a ocupar un lugar destacado en las cartas y barras de muchos restaurantes de la región. Así se elabora: entre la morcilla y el chorizo Lo que diferencia al sabadiego de otros embutidos tradicionales es, precisamente, su composición y tratamiento. Se elabora con carne magra de cerdo, sangre y arroz, lo que le otorga un color oscuro característico y un sabor profundo que recuerda tanto al chorizo como a la morcilla, sin llegar a ser ninguno de los dos. A diferencia de otros embutidos asturianos, no se ahúma, sino que se cura en condiciones naturales. Además, no se consume crudo, sino que se fríe o se asa antes de servirlo, lo que potencia su textura y aroma. Hoy, el sabadiego se presenta en forma de tapas, platos elaborados o bocadillos, y ha conquistado tanto a vecinos como a visitantes por su versatilidad. Un nombre con raíces religiosas El curioso nombre de este embutido también tiene historia. Se cree que “sabadiego” proviene del término “sabat”, una antigua manera de referirse al sábado. En tiempos de estricto cumplimiento de los ayunos religiosos, era costumbre consumir este tipo de alimento justo ese día, como parte de una tradición que ha llegado hasta nuestros días. Una fiesta en su honor El apego de Noreña por el sabadiego es tal que, cada año, el concejo organiza una fiesta gastronómica dedicada exclusivamente a este embutido. La celebración se convierte en un escaparate de cultura local, tradición y buena mesa, en el que se degustan diferentes formas de preparar el sabadiego y se rinde homenaje a su evolución histórica. Además de las degustaciones, hay muestras culturales, música y actividades populares, en una jornada que refuerza el vínculo de la comunidad con su producto más representativo. Así, lo que fue un alimento de pobres ha terminado siendo una seña de identidad asturiana. Un clásico reinventado Lejos de los clichés que lo condenaron al olvido, el sabadiego se ha transformado en un ingrediente con personalidad propia, presente tanto en cocinas tradicionales como en propuestas innovadoras. Desde bares de pueblo hasta restaurantes de autor, este embutido ha encontrado su sitio, reivindicando su origen y demostrando que la calidad también puede nacer de la sencillez.

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