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La rendición de la UE

La rendición de la UE
No hay acuerdo como tal, sino la cesión a un chantaje en términos verdaderamente humillantes. Un estigma difícil de superar. Evitar la guerra comercial con el trumpismo por semejante precio, no cuela, porque en realidad es incapacidad, cobardía, y una muestra de la desunión real de este club europeo.Más aranceles, gasto militar y compra de energía: claves de la rendición de la UE ante Trump Los ves sonriendo –más complacida ella que él– rubricando su acuerdo con un apretón de manos, entre aplausos de selectos testigos y no puedes creer lo que Ursula von der Leyen, como presidenta de la Comisión Europea, ha firmado con Trump. Es la rendición de Europa a un tirano caprichoso, símbolo de la degradación de nuestro tiempo. Porque no hay acuerdo como tal, sino el pago de un rescate por un secuestro en términos verdaderamente humillantes. El único logro que ofrece la Comisión Europea es –dice– haber evitado que Trump endurezca aún más las condiciones, lo que es mucho suponer. Von der Leyen ha firmado la sumisión de Europa a Donald Trump. Un ser que demuestra su desesperación por el paso de un tiempo que se le escapa y en el que quiere imponer su personalidad tóxica de ese modo: humillando países enteros, más aún, a la soñada e idílica Europa convertida en una colonia subordinada a sus intereses. Inadmisible desequilibrio firmar aranceles del 15% a las exportaciones a EEUU, manteniendo el 50% para el acero y el aluminio, y dejar las importaciones de los países europeos a coste cero. Por si fuera poco, la UE se ha obligado a comprar energía estadounidense por valor de 750.000 millones de dólares y a gastar en armamento, también estadounidense, otros 650.000 millones. La alegría de Von der Leyen por su acuerdo se debe a que ha quedado en el 15% la pretensión inicial de Trump de cobrarnos a los europeos un 30%. Todo esto es tan bochornoso que cuesta verbalizarlo sin atragantarse Sin duda, la rendición de la UE al tirano Trump, cediendo a sus amenazas a un nivel denigrante es la noticia del día, del mes y del año. Junto al genocidio palestino a manos de su colega Netanyahu que también patrocina. No se puede pasar página a cambio de cualquier anécdota. Porque cuando previmos que el mundo llevaba camino de regirse por idiotas, no calculamos que su mejor arma sería el despotismo y el chantaje y su resultado el sometimiento de países completos con sus líderes en cabeza. Evitar la guerra comercial por semejante precio, no cuela. Porque en realidad es incapacidad, cobardía, sin descontar una posible corrupción, y una muestra de la desunión real de este club europeo, dado que ha pesado que algunos países no querían poner en más peligro sus productos: concreta y casualmente, Alemania, y su industria del automóvil. Temen varios por los productos farmacéuticos que es algo que, encima, Trump ha dejado en el aire. Cierto patetismo en la italiana Meloni que creyó estar a salvo de los aranceles por su sintonía ideológica con Trump, así lo afirmó también Abascal para atacar una vez más a Sánchez por comparación. No entienden a Trump y su angustiado ejercicio del poder. Lo cierto es que millones de personas quedan al pairo de esta gente y un alto porcentaje ni se enteran. Más de 77 millones de seres votaron a un Trump, convicto de 32 delitos, que no ocultó sus intenciones y que ya demostró quién era en su anterior mandato. Los nacidos en otro lugar diferente a su sacrosanto país se están viendo en situaciones espantosas al nivel de tener que comer, atados de manos, con la boca en un barreño como los animales. A Trump le gusta humillar, como a todos los ultras. La situación en Estados Unidos se está volviendo crítica. A los ataques a la justicia –reales y a la justicia que funciona–, a los medios que informan, a la Universidad, a la Seguridad, alterando datos críticos con una frivolidad de pasmo… a todo ello, se está uniendo el destrozo de la investigación o de la sanidad que ya ocasiona víctimas. No solo de personas vulnerables en otros países por el cierre de la Agencia USAID y otros programas, sino en el suyo propio entre los ciudadanos víctimas directas de ese gobierno de incompetentes delirantes. El trumpismo enferma y mata. Repunta el sarampión, enfermedad que había sido declarada ya como erradicada en EEUU, y con un récord de casos. La mayoría por cerriles no vacunados, pero no todos, dado que por culpa de los antivacunas la epidemia se extiende. Amplio y profundo el destrozo que está causando el gobierno Trump. Allí y fuera. ¿Cómo ha podido firmarse el sometimiento a un régimen tan destructivo e inestable? Quizás algunos dirigentes confían en los cambios de opinión que ha tenido Trump, pero ceder a un chantaje y ponerse de felpudo es un estigma difícil de superar y no se quedara ahí. El Premio Nobel de Economía Paul Krugman insiste en los daños que causará, incluso a empresas estadounidenses y a sus consumidores, el delirio de los aranceles. Y entre los países europeos afectados, poco a poco, como despertando de un mal sueño, van surgiendo voces críticas al acuerdo firmado por Von der Leyen. No demasiadas, ni rotundas. La Unión Europea da signos de potente decadencia desde hace décadas. Precisamente, desde que sus asientos se tiñeron de azul conservador y la socialdemocracia se acopló. Dejar entrar en tromba a la ultraderecha fue un error gravísimo, ahora influye en las decisiones sobre todo del PPE. La alemana Von der Leyen fue siempre un error, aunque opciones como Manfred Weber, el gran amigo del PP español y de Dolors Monserrat en particular, eran si cabe peor. En lugar de hacer valer su potencial, de aumentar su autonomía, la UE ha firmado su dependencia de los Estados Unidos trumpistas. Dominique de Villepin, que fuera primer ministro de Francia y que se enfrentó en la ONU a la invasión ilegal de Irak, ha llamado a lo que acaba de ocurrir “27 de julio de 2025, Día de la Declaración Europea de Dependencia”. Y no solo resalta lo obvio, la profunda desigualdad firmada, añade que “es ilusorio creer que Donald Trump detendrá allí sus reivindicaciones contra una Europa cuya soberanía desprecia” y que “es igualmente ilusorio creer que un futuro presidente norteamericano más razonable revertirá los beneficios inesperados de estos derechos aduaneros sin una compensación adicional una vez que ya han sido aceptados”. Cómo han cambiado el mundo y sus líderes. No es admisible que los dirigentes de los países que componen la Unión Europea aprueben este indeseable acuerdo. Deben replantearse si esta capitulación certifica que la supuesta Unión no funciona. De entrada, habría que revocar el acuerdo y a la complacida presidenta de la Comisión que lo firmó. El mundo tiene un nuevo Hitler, le crecen potenciales dictadorzuelos fascistas en otros muchos países, en este incluido. La derecha dominante no se entera, o eso parece, o no le importa, y sus sicarios mediáticos siguen haciendo volar atractivas moscas, escandalosos sucedidos alimento del morbo, flechas envenenadas teledirigidas, mientras todo esto sucede. En serio, ¿se puede estar tranquilo con lo que ha firmado para la UE de la que formamos parte la presidenta Von der Leyen con ese Trump que ya es un libro abierto del peor sadismo?

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