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La ruta de senderismo en Málaga que te lleva entre acequias y cascadas: es breve y perfecta para un día entre naturaleza

La ruta de senderismo en Málaga que te lleva entre acequias y cascadas: es breve y perfecta para un día entre naturaleza
Un recorrido circular desde Faraján que discurre por antiguos sistemas de riego, cultivos tradicionales y dos saltos de agua entre la vegetación húmeda de la SerraníaLa ruta al pico Jultayu: un sendero con vistas impresionantes en los Picos de Europa En el interior montañoso de la provincia de Málaga, se halla una de las rutas más refrescantes y singulares de la comarca: el sendero que lleva a las Chorreras de Balastar, en el término municipal de Faraján. Se trata de un recorrido breve, circular y de baja dificultad, ideal para quienes buscan disfrutar de un entorno natural sin necesidad de una preparación física específica. A lo largo de aproximadamente tres kilómetros, el camino avanza entre antiguas acequias, paredes de piedra, huertas tradicionales y cascadas que sorprenden por su belleza. Faraján, un pequeño municipio del Valle del Genal, es el punto de partida de esta ruta que permite adentrarse en uno de los rincones más valiosos del entorno. El agua es protagonista durante todo el trayecto. De hecho, este recurso ha sido fundamental en la configuración del paisaje y en la forma de vida local. Las acequias, que conducen el agua desde los manantiales hasta las zonas de cultivo, han dado forma a bancales agrícolas sostenidos por muros de piedra seca. Este sistema tradicional de aprovechamiento hídrico, aún en uso, dota al recorrido de un interés añadido desde el punto de vista etnográfico. El paraje de las Chorreras de Balastar ha sido declarado por la Diputación de Málaga como 'Rincón Singular', una distinción que reconoce espacios naturales de especial valor ecológico, paisajístico o cultural dentro de la provincia. La riqueza ambiental del lugar, unida a su accesibilidad y cercanía al casco urbano de Faraján, convierte este enclave en una propuesta atractiva para realizar una caminata corta, con la posibilidad de disfrutar de un entorno húmedo, frondoso y lleno de vida, incluso en los meses más cálidos del año. Un paraje de agua y vegetación exuberante El sendero, bien definido, discurre por un terreno en ligero descenso, entre terrazas agrícolas y vegetación de ribera. Enseguida aparecen las acequias tradicionales que canalizan el agua desde los nacimientos situados en la zona más alta del paraje. Este sistema de riego, mantenido por los propios vecinos, se integra perfectamente en el entorno y permite seguir el curso del agua durante buena parte del camino. La Chorrera de Balastar, situada a unos 600 metros del inicio de la ruta, es el principal atractivo del itinerario. Se trata de una cascada natural de unos 20 metros de altura, formada por la confluencia de varios manantiales que brotan en la ladera de la montaña. La roca, tapizada de musgo y helechos, se mantiene húmeda durante todo el año. La segunda cascada del recorrido alcanza los 22 metros de altura y se sitúa en un tramo más apartado. Este salto de agua presenta un perfil más vertical y estilizado, y el entorno que la rodea conserva una vegetación aún más densa. Ambas cascadas constituyen los puntos más fotografiados de la ruta y son ejemplo del valor natural que encierra este pequeño valle. Salto de agua inferior, rodeado de musgo y árboles en una zona de umbría constante. La biodiversidad del paraje es notable. En las zonas más sombrías prosperan especies propias de ambientes húmedos como el culantrillo, el ombligo de Venus o el helecho real. También es posible observar mariposas, libélulas y pequeños reptiles, además de aves que habitan los bosques de ribera. Este entorno ofrece, por tanto, no solo un atractivo visual, sino también un espacio propicio para la observación de fauna y flora local. Un paseo circular de regreso a Faraján Desde el área de las chorreras, el sendero continúa por una ladera cubierta de vegetación que asciende suavemente hacia el pueblo. Este tramo ofrece vistas del valle y permite contemplar el mosaico de bancales agrícolas que caracteriza la zona. El camino, aunque algo más empinado en algunos puntos, sigue siendo accesible para la mayoría de los visitantes. En total, el recorrido puede completarse en alrededor de dos horas, sin prisas y con tiempo para detenerse en los puntos de mayor interés paisajístico. La proximidad al casco urbano permite realizar la ruta sin necesidad de desplazamientos largos ni planificación compleja. Faraján conserva su estructura tradicional, con calles estrechas y casas encaladas, y cuenta con algunos servicios básicos para el visitante. La combinación entre la riqueza natural de las Chorreras de Balastar y el encanto del entorno rural refuerza el atractivo de esta propuesta, que permite disfrutar de una experiencia completa en contacto con la naturaleza. Las Chorreras de Balastar representan un modelo de sostenibilidad y aprovechamiento del entorno natural. Su valor ambiental y su belleza paisajística, unidos a la facilidad del recorrido, convierten este rincón en una opción destacada para quienes desean conocer la cara más tranquila y auténtica del interior malagueño.

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