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La megaprensa Komatsu que ayudó a Toyota en sus primeros modelos regresa a Japón 90 años después tras dar la vuelta al mundo

La megaprensa Komatsu que ayudó a Toyota en sus primeros modelos regresa a Japón 90 años después tras dar la vuelta al mundo
Reliquia del automovil - Las fábricas modernas dependen de equipos sofisticados, pero todavía existen empresas que apuestan por mantener máquinas antiguas en pleno rendimientoCruzar medio mundo en un coche de 900 euros le ha dado a este tiktoker la mejor 'road movie' del 2025 Toyota mantiene en la actualidad una filosofía industrial que concede valor a las máquinas antiguas capaces de seguir rindiendo en tareas de producción modernas. Esa elección no responde a nostalgia, sino a la constatación de que ciertos equipos pesados conservan una eficacia incuestionable pese a acumular décadas de servicio. El caso más revelador dentro de esta estrategia se centra en una gigantesca prensa Komatsu de 700 toneladas que, contra todo pronóstico, sigue integrada en el proceso de fabricación de piezas en pleno siglo XXI. Este ejemplo resume con claridad cómo la compañía japonesa entiende la relación entre innovación y permanencia, al punto de haber devuelto a su país una herramienta que lleva consigo casi un siglo de historia. Una compra ligada a la transición de los telares hacia la construcción de automóviles Esta historia arranca mucho antes de que Toyota se convirtiera en sinónimo de automóviles fiables. En los años 20, la empresa familiar Toyoda destacaba por sus telares automáticos y en 1934 decidió adquirir la prensa Komatsu. Aquella compra coincidió con la transición hacia la fabricación de motores y automóviles, todavía en un contexto donde el negocio textil seguía siendo el pilar de la compañía. Kiichiro Toyoda impulsó la decisión de incorporar esa máquina, con capacidad para moldear grandes planchas metálicas, porque consideraba que la experiencia en ingeniería de precisión aplicada a telares podía trasladarse a la producción de vehículos. Tres años después, la fundación oficial de Toyota Motor Corporation confirmaba el rumbo definitivo. El viaje transoceánico de la Komatsu marcó la expansión de Toyota en América Latina El recorrido internacional de la prensa comenzó en 1962, cuando la marca eligió a Brasil para instalar su primera planta fuera de Japón. En Sao Bernardo, la Komatsu resultó esencial para estampar los paneles del Bandeirante, una versión local del Land Cruiser. Masahiro Inoue, máximo responsable de Toyota en América Latina y el Caribe, explicó que aquel equipo “debió ser increíblemente caro” y recordó que la compañía pudo costearlo gracias a la venta de patentes de su telar automático a una empresa británica. La compañía japonesa conserva en activo una prensa monumental de casi un siglo de antigüedad que sigue cumpliendo funciones productivas El traslado de semejante pieza supuso un esfuerzo logístico extraordinario, pero durante casi cuatro décadas demostró ser indispensable. Con el fin del Bandeirante en 2001, la prensa continuó activa para producir piezas del Corolla y de la Hilux. La clausura de la planta brasileña en 2023 planteó un dilema evidente sobre el destino de esta máquina veterana. En lugar de retirarla, el presidente Akio Toyoda ordenó su regreso a Japón bajo un plan definido como “conservación funcional”. Según recogió Toyota Times, la decisión perseguía que la Komatsu se reinstalara en su ubicación original de la planta de Honsha y se utilizara tanto en la formación de nuevos empleados como en la fabricación de recambios. Una ceremonia en Aichi con antiguos trabajadores y representantes de la marca subrayó la magnitud del acontecimiento. La rehabilitaci-on rescató su aspecto original y le dio un nuevo papel en la era del hidrógeno La restauración previa al regreso no resultó sencilla. Localizar el tono de pintura que tuvo en 1934 obligó a especialistas a eliminar capas acumuladas durante décadas, ya que las fotografías en blanco y negro no aportaban pistas útiles. Se recuperó finalmente el gris inicial, sustituyendo los colores blanco y amarillo empleados en Brasil. Una vez reinstalada, la Komatsu se incorporó a un área de producción orientada a módulos de pila de combustible de hidrógeno, confirmando que su papel no sería ornamental. La primera planta brasileña de la marca se apoyó en esta máquina para producir el Bandeirante y, más tarde, piezas de modelos globales El propio Akio Toyoda expresó su impresión al contemplar la prensa, al afirmar que “está claro que no sólo querían hacer coches, sino también construir una industria automotriz en Japón”. Esa declaración sintetiza cómo la compañía interpreta el valor de mantener vivo un equipo que ya es parte de su memoria productiva. La historia de esta prensa prácticamente centenaria no responde únicamente a cuestiones de eficiencia, sino a una manera de comprender la continuidad tecnológica dentro de la empresa. Tras casi 90 años de servicio, haber cruzado océanos y formar parte de tres plantas distintas, la Komatsu se ha convertido en un ejemplo palpable de cómo Toyota entiende el tiempo en la industria: no como una cuenta atrás hacia la obsolescencia, sino como una oportunidad para dar nuevas funciones a máquinas que siguen en pie.
eldiario
hace alrededor de 3 horas
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