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Raíces hundidas en el fango

Raíces hundidas en el fango
El resort de lujo sobre la masacre de Gaza, como símbolo, se asemeja a lo que la derecha está intentando en España: lograr para sí su boyante proyecto sobre las ruinas de la decencia y de la democracia. Un triunfo edificado con las raíces hundidas en el fango, y a menudo con el dolor ajeno. Pero alguna vez se producen fisuras... Israel se retira de las negociaciones en Qatar e insiste en que su plan es echar a los palestinos que aún queden vivos en la franja y convertir Gaza en un resort. Quiere aplicar, dice, el plan de Trump para llevarlo a cabo y hacer de Gaza la Riviera Maya de Oriente Medio. Netanyahu se mofa de la cobardía de la sociedad internacional, de su hipocresía. Porque está respondiendo a las acciones de repulsa que se producen estos días en algunos gobiernos, sabiendo que lo más probable será que queden en poco. Parece presumir de su impunidad. La imagen de ese resort de lujo sobre los restos de miles de víctimas inocentes asesinadas, apenas cubiertas por las nuevas construcciones turísticas, produce verdadero escalofrío, pero tanto Trump como Netanyahu se regodean en ella. Era verdad lo que el autócrata estadounidense dijo en sus inicios políticos: ni pegando tiros por la Quinta Avenida perdería seguidores. Los va a perder de otra forma con gran probabilidad: por las medidas que aplica, en particular las sanitarias, u otras de su demencial gobierno. Leyendo las noticias de la mañana, he caído en la cuenta del simbolismo de la imagen: se asemeja a lo que la derecha está intentando en España: lograr para sí su boyante proyecto sobre las ruinas de la decencia e incluso de la democracia. Un triunfo edificado con las raíces hundidas en el fango y, a menudo, con el dolor ajeno. No es una exageración, el aumento acelerado de la ofensiva conduce a pensar eso y mucho más. Saben cómo hacerlo, de alguna manera sus ancestros practicaron algo parecido y todavía seguimos viviendo con las cenizas de sus víctimas en las cunetas. Ocurre así porque la ciudadanía se ha dejado distraer en extremo, aquí, en Estados Unidos y en muchos otros lugares. Durante la mañana -como sucede todo el día y todos los días- los informativos y las tertulias siguen paso a paso la actualidad que ha marcado esa derecha política, judicial y mediática. Hay otros medios y otros periodistas, por supuesto, pero la mayoría se conduce por la línea que marca la agenda del PP y adláteres de la que hablamos. Sobre las posturas acerca de Israel nos han contado, por ejemplo, que Feijóo ya se queja algo de sus desmesuras, que ha dejado de aplaudir el genocidio. Ayuso no, todo es antisemita a su modo de ver. ¿Ayuso, por qué? Es famosa por sus exabruptos y Madrid es Madrid, pero además hay otras 16 comunidades autónomas. ¿Por qué está Ayuso hasta en la sopa? Esto tan serio no se puede abordar así. Pero se sigue una especie de inercia con casi todo y allí van como en fila india. Mientras tanto la jueza de Extremadura que atiende, como varios otros colegas, denuncias de la ultraderecha, ha imputado al hermano de Sánchez por un puesto que ostenta desde hace 7 años sin que nadie pusiera objeciones. Al contrario: contaron maravillas, hasta en el diario El Mundo. En 2015 David Sánchez era un ser portentoso que hablaba 6 idiomas y difundía la música española por todo el planeta. Entonces no había que “echar a Pedro Sánchez”, porque no era ni secretario general del PSOE. La jauría sigue contenta mientras avanza el día. Se emplea a fondo para crear un clima de violencia insostenible que consiga asquear de la política a los ciudadanos. Ya lo arreglarán ellos, ¿recuerdan a Montoro? Lo arreglaban PARA ellos. Es un instrumento muy útil de crispación.  Esther Palomera detallaba aquí el ensañamiento de la jauría con la ministra y portavoz del gobierno Pilar Alegría. A qué extremo de bajeza llegaron en sus insultos y calumnias “hombres y mujeres, ”mayoritariamente del PP“ (…) Pero también de Vox y del partido de Alvise Pérez. Diputados nacionales, diputados regionales, asesores, jefes de gabinete y hasta periodistas”. Merece la pena leerlo porque es el “argumentario” común para agredir a políticas y periodistas que consideran progresistas. Tenerlas de rodillas les gustan mucho como humillación y tal vez porque en esa posición las mujeres están a la altura del falo que sustenta al machismo. Vi parte de la comparecencia de Alegría y las insidias que tuvo que soportar de la senadora del PP, aragonesa como ella, Rocio Divar. Como letrada debería saber lo que implica difamar.  Aunque ya no, parece que lo hace todo el partido sin el menor empacho. Medio mundo miente y difama sin problemas. La violencia de un portador de micrófono de ultraderecha, al servicio de un medio infame, contra Antonio Maestre ha sido otro hecho intolerable de estos días. Oír a ese morlaco sin cerebro empujar al periodista diciendo: “no tienes fuerza”, cuando Maestre  quería defenderse produce una sensación de incomodidad terrible. Otro grandísimo miserable de este clima que vivimos cuyo micro hay que silenciar como cuantos se utilizan para agredir. Después de todo esto lo que pide el cuerpo es cerrar y marcharse. Pero no puede ser porque esas bestias siguen trabajando en su objetivo. Y alguna luz se ve. De repente la agenda cambia porque salen dos o tres asuntos fuera de programa: Hurtado se ha visto obligado a citar a cuatro periodistas que aseguraron conocer la confesión de la pareja de Ayuso antes que el fiscal general. Y también ha tenido que interrogar al denunciante Alberto Quirón de Ayuso. El novio de la presidenta de Madrid se ha quitado de encima a su propio abogado, y a Miguel Ángel Rodríguez de Ayuso, diciendo que obraron por su cuenta . Si así fuera ¿por qué no prescindió al menos del letrado? y, si lo sabía como parece lógico, ¿por qué denunció al fiscal general? No vaya a ser que los haya inculpado para librarse él. A ver qué hace este juez que se ha mostrado tan especial en este procedimiento. A Ayuso se le ha atragantado el día y no para de soltar mentiras y exabruptos para los que no faltan micrófonos, ni cámaras. A una periodista de TVE la ha increpado diciendo: “Con los impuestos de todos los españoles TVE se interesan por la declaración fiscal de un particular”. La presidenta convive en pareja con ese “particular”, ha puesto a la comunidad de Madrid a trabajar en el caso del novio y, con los impuestos de los madrileños, tiene a Telemadrid hecha una vergüenza pública como televisión. Luego, llega otra esperanzadora noticia: un juzgado de Madrid ha imputado a dos altos cargos de Ayuso, por fin.  Al que firmó el protocolo de la vergüenza -declarando que fue cumpliendo órdenes- y a su sustituto cuando Carlos Mur puso -o le pusieron- tierra de por medio. La nueva estrategia de las demandas de los familiares ha dado resultado, tal vez también porque han topado con un juez que quiere hacer justicia. Ya veremos. Como declaran el próximo lunes, vamos a esperar el desarrollo. Ayuso ha vuelto a sacar el comodín del señor particular y a decir que el asunto estaba archivado. No es así exactamente, es una denuncia nueva. La génesis es distinta, lo contamos aquí en noviembre.  Qué bochorno todo esto. Sigue de momento en marcha todo ese conglomerado que, con aspecto de lawfare, es utilizado para que el PP se explaye en sus torpedos contra Sánchez y el coro mediático lo amplifique. A veces no se sabe si tienen una personalidad disociada o una desfachatez cósmica. Tremendo que Marimar Blanco, mande “p´adelante” al hermano de Sánchez, por si se aprovechó de que un día tendría en Pedro, un hermano presidente de gobierno. Marimar Blanco, la hermana de Miguel Ángel Blanco. Esto de los hermanos y las parejas de algunos políticos es tan llamativo en su tratamiento político, jurídico y mediático. Claro que a un tal Pablo Casado le costó muy caro pensar que podía denunciar alguna cosilla de uno de ellos, sin permiso. Lo triste es cómo están cavando para meter corrupción y otras basuras en los cimientos de este país, aun cabe, a pesar de lo que se ha limpiado aunque haya sido tan poco durante décadas. Con impunidad, con el desinterés de los ciudadanos que son las principales víctimas. Si esto no se detiene, veremos a Trump y Netanyahu tomando cócteles al sol, sobre el cemento y la arena que trate de tapar el genocidio palestino. Y aquí en La Moncloa, como ya comentamos, a la ultraderechista sin escrúpulos que dejó morir sin asistencia medica a 7291 ancianos, aunque la cosa se le está poniendo cuesta arriba por sus líos. Igual ni toda la maquinaria de lavado y propaganda que usa y paga con nuestros impuestos, no consigue librarla esta vez. Al amigo del narco se le ve mal situado. Baste decir que lo han avalado públicamente un par de traidores de la talla de Cuca Gamarra y un tal Zayas. Con información no podremos parar los bulos de Ayuso pero sí evitar que llegue al gobierno del Estado. Ni que algunos medios y personas emitan basura mediática, pero sí se puede desconectar de ellos. En la justicia, pedir a los profesionales honestos que luchen por la limpieza de la profesión que eligieron, seguro que conocen mecanismos legales con qué lograr algo. No podremos resolverlo todo, pero como acaba de proponer el maestro Iñaki Gabilondo, ahora que escasea “constituyámonos en una burbuja de alta calidad informativa en esta inundación de fake News que ha venido para quedarse”.  Esa es la base. Creo que ustedes saben encontrarla y valorarlo.
eldiario
hace alrededor de 11 horas
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