cupure logo
quedelhistoriamásbarcelonaesteroadstermartinabiertocielo

Aston Martin Vantage Roadster: un agente secreto a cielo abierto

Que Aston Martin sea el coche de James Bond siempre me pareció un poco extraño. Aunque ambos son la imagen de la sofisticación, la precisión y las altas capacidades en momentos que hay que ponerse serios, lo último que quiere un agente secreto es llamar la atención y con el nuevo Vantage descapotable eso es Misión Imposible. Presentado en 2024 y cerrando la renovación de su gama de productos, el fabricante de Gaydon ha terminado su travesía en el desierto, dejando atrás a dos consejeros delegados, dudas sobre su financiación y un precio de sus acciones que parecía ser el final de la compañía y sus más de 110 años de historia. El Vantage es un deportivo biplaza de lujo con el que no se puede pasar desapercibido. Aunque el problema de Aston nunca ha sido su diseño, con cada generación el constructor parece superarse y no es raro que quieran hacerle una foto al coche, ya esté parado o en movimiento. Pero la belleza del Vantage no radica en su diseño –y aquí es enorme–, sino en cómo se conduce. El nuevo modelo cuenta con la capota que se despliega más rápido del mercado gracias a una ingeniosa arquitectura en Z que se ancla al vehículo directamente al chasis, reduciendo su peso considerablemente: la versión roadster apenas pesa 60 kilos más que el coupé. La mecánica sigue siendo el V8 biturbo fabricado por la división deportiva de Mercedes-Benz, AMG. Este es el mismo que tenía el modelo anterior pero, en palabras de su director de Ingeniería, «es completamente irreconocible», después de haber pasado por las manos de los mecánicos que están en el equipo de Formula 1. Ahora, el motor produce 665 caballos sin ningún tipo de asistencia eléctrica –este no tendrá la etiqueta Eco de la DGT, aunque nadie que esté considerando seriamente un descapotable de este calibre debería estar preocupado por las ventajas de estacionamiento– y se entregan rápido, muy rápido, hasta alcanzar los 100 km/h en 3,6 segundos. Uno de los principales problemas a los que se enfrentaba Aston Martin era con la calidad percibida en su interior, y especialmente con el sistema multimedia. Los compradores dispuestos a pagar alrededor de 200.000 euros no concebían que la conectividad con el teléfono todavía necesitase un cable o que la pantalla no fuera táctil, elementos que ofrecía un Dacia de 10 veces menos de precio. Eso ha cambiado. En el nuevo Vantage, el sistema multimedia responde rápidamente, tiene alta resolución y el Apple Car Play no tuvo ningún problema imprevisto, como sí ocurre en otros modelos de una fracción de su importe. En el DBX, Aston acaba de estrenar el Car Play Ultra, la versión más avanzada de este sistema y es lógico esperar que llegue al Vantage con una actualización. Además, el interior es exquisito y absolutamente todos los detalles están cuidados, desde el sistema de sonido Bowers & Wilkins capaz de tronar por encima del motor y el aullido del viento descapotado, hasta el tacto de la rueda de volumen del navegador. En las curvas, se comporta de manera ejemplar y es el clásico coche ágil que permite comportamientos que no debería: la aceleración es instantánea, la adherencia es gigantesca y las dimensiones son contenidas, lo que hace que se sienta como conducir un bisturí del asfalto. Si hubiera que sacar un fallo, es que la pantalla multimedia a veces refleja demasiado la luz del sol en determinados ángulos. Así de bueno es. Pero, siendo sinceros, si eso te molesta es porque estás conduciendo un Vantage sin techo en un día soleado. Y eso a duras penas podría considerarse un contratiempo.
abc.es
hace alrededor de 10 horas
Compartir enlace
Leer mas >>

Comentarios

noticias de automóviles