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Estafas del desguace: el engaño de piezas que nunca llegan

Si algún ámbito es lucrativo, que surjan estafas es inevitable. Los componentes de automoción de segunda mano, que provienen casi exclusivamente de desguaces, no son una excepción y, ahora, su asociación principal, Aedra, denuncia que se están dando cada vez más casos de abusos en la venta de piezas. Los ruedos en donde se llevan a cabo estos fraudes son las páginas de anuncios de particulares, principalmente Wallapop y Milanuncios, en donde actúan «organizaciones criminales que suelen ser de Europa del Este», según la propia organización. Aedra ha identificado tres fraudes que son los más extendidos en internet, de los cuales ya ha informado a la Guardia Civil. Aunque se reporten los crímenes y se cierren las cuentas de aquellos que los llevan a cabo, estos vuelven rápidamente a reincidir bajo otros perfiles. El primero de ellos es la venta de piezas sueltas a título particular. Estas pueden provenir de distintos orígenes, incluso siendo robadas, y por supuesto, carecen de ningún tipo de garantía. Desde Aedra subrayan que son solo los centros de desguace los que pueden manipular componentes de coches dados de baja bajo la legislación actual. La segunda estafa es la de usar fotos de los componentes en la página web de un desguace legal y venderlos con datos que suplantan su identidad. El comprador envía el importe a una cuenta bancaria cuando recibe una factura proforma falsificada, con los datos del supuesto desguace. Después de esperar por una pieza que no llega nunca e intentar reclamar a un correo y teléfono que no existen, acuden al propio desguace, donde descubre la estafa. «A pesar de las reiteradas demandas del sector, Wallapop sigue sin exigir la licencia de Centro Autorizado de Tratamiento (CAT) pere la apertura de perfiles de venta de piezas. Esta carencia de control facilita que particulares sin autorización operen libremente», afirma el responsable de Desguaces y Recuperaciones Valdizarbe, Javier Goñi. La tercera estafa va un paso más allá y suplantan la página web de un desguace, en vez de usar solo fotos de su oferta en las plataformas de compraventa. Todo parece estar en regla, pero el contacto y, evidentemente, la información de pago. «El daño reputacional es enorme», señalan desde Desguaces Vidaurrieta. Para evitar estos engaños, desde Aedra señalan que lo adecuado es contactar con un desguace legal y verificado –incluso llegando a contactar con él directamente para comprobar la veracidad del anuncio–, y siempre desconfiar de precios sospechosamente baratos, especialmente cuando se trata de elementos difíciles de localizar.

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