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Infectados de doble rasero

Infectados de doble rasero
He visto a jueces manifestarse contra la ley de amnistía que iba a debatir el Congreso. Y hacer huelga para oponerse a otra ley que regularía el acceso a su carrera. Ahora hasta planifican montar un numerito antigubernamental en la próxima inauguración del curso judicial. Si esto no es interferencia en la actuación de los otros dos poderes del Estado, que venga Dios y lo vea Me subleva desde niño la práctica del doble rasero, la aplicación de criterios distintos para juzgar hechos similares en función de su autoría. Esta misma mañana, al ver las noticias, me he indignado al verificar que casi todas las noticias incluían su buena dosis de doble vara de medir. Lo que en unos resultaba inexcusable ni tan siquiera se mencionaba si eran otros sus protagonistas. He estado esperando que los portavoces del PP-Vox y sus tertulianos de cabecera salieran en tromba a denunciar el acoso al que está siendo sometida Nuria Ruiz Tobarrra, la jueza de Catarroja que investiga posibles responsabilidades penales por la actuación del Gobierno de Mazón en la tarde de la gran riada de Valencia. Ha sido en vano. Al parecer, no tenían nada que decir ante el machismo manifiesto del letrado de un imputado que acusa a la jueza de actuar al dictado de su marido. O ante la grabación de imágenes de su hija, menor de edad. En cambio, esos mismos portavoces y tertulianos denunciaban como gravísimo ataque a la independencia judicial un comentario de Pedro Sánchez en TVE afirmando que hay algunos jueces que actúan por motivaciones políticas. Sánchez no dio nombres, pero puede deducirse que aludía a los que intentan empurar sin pruebas a su esposa, su hermano y el fiscal general. Pues bien, a mí me parece que Sánchez estuvo más bien comedido. ¡Ah, qué escándalo, capitán Renault, en el Rick´s Café se juega! Ciérrelo de inmediato y no se olvide de retirar sus ganancias. ¿Cómo puede decirse que todos y cada uno de los jueces no son seres angelicales, absolutamente incapaces de actuar por motivaciones políticas e ideológicas? Sabido es que el mero hecho de haber ganado unas oposiciones les confiere de inmediato la santidad. No, Javier, no lo pillas. Tú sí puedes decir que hay jueces manifiestamente escorados políticamente, pero no el presidente del Gobierno. Este debe sufrir en silencio y sostener siempre la milonga de la exquisita neutralidad de todos y cada uno de los jueces. Venga, te lo compro, compañero. ¿Pero puedo preguntarte si esta idea no sirve también para los jueces? ¿No deberían ellos sufrir en silencio y aplicar sin rechistar las leyes que emanan del poder legislativo? Te lo digo porque he visto a jueces ataviados con togas y puñetas manifestarse ante sus juzgados contra la ley de amnistía en Cataluña que iba a debatir el Congreso. Y hacer huelga para oponerse airadamente a otra ley que regularía el acceso a su carrera. Los he visto también emitir comunicados, dar conferencias y retorcer los procedimientos para expresar su hostilidad a la mayoría parlamentaria surgida de las urnas que eligió presidente a Sánchez. Ahora hasta planifican montar un numerito antigubernamental en la próxima inauguración del curso judicial. Si esto no es interferencia en la actuación de los otros dos poderes del Estado, que venga Dios y lo vea.  Las derechas son grandes practicantes del doble rasero, de ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio. Está en su naturaleza, como lo está lo de picar en la del escorpión. La justicia y la ética están siempre por debajo de sus intereses politiqueros o económicos. Lo sé y no pretendo yo cambiarles sus fundamentos ontológicos. Pero, francamente, confieso que desearía que fueran menos zafios. Disimulen más, por favor. Por razones estéticas, al menos. Me apena que algunos de mis colegas periodistas haya asumido una equidistancia cobarde en esta y otras materias. Lo hacen, por ejemplo, con sus reiterativas alusiones a la crispación, la polarización y zarandajas semejantes. No hace falta ser sanchista para recordar que a Sánchez le llaman alegremente “hijo de puta” en concentraciones callejeras derechistas. Ya lo hizo Ayuso en el mismísimo Congreso de los Diputados y nadie de derechas se lo reprochó. Sin embargo, no recuerdo a Sánchez insultar personalmente así a nadie. Las sedes del PSOE son vandalizadas, los ultras agreden a informadores e inmigrantes, Abascal pide hundir barcos de rescate y manifestarse frente a centros de menores, Bendodo llama “pirómana” a la directora de Protección Civil, Feijóo anuncia el Apocalipsis varias veces al día, todo esto huele a Alemania años 1930, pero la crispación es culpa de los rojos o, en el mejor caso, de las dos partes. No, colegas equidistantes, el periodismo no es decir que unos afirman que llueve y otros que luce el sol. El periodismo es salir a la calle y ver qué pasa. Esta mañana informativa, repito, ha ido de las de doble vara de medir. Hasta Sánchez la ha citado expresamente en su entrevista en el The Guardian al denunciar que la Unión Europea la practica en el trato distinto que da a la invasión rusa de Ucrania y el genocidio practicado por Israel en Gaza. Durísimos hasta niveles peligrosos con el malvado Putin. Complacientes con el amigo Netanyahu. No soy tonto, no me consuela que la hipocresía sea mal de muchos, que vaya más allá de las fronteras españolas e infecte también a Europa. Sin valores éticos universalmente aceptados, la vida en la Tierra es el infierno, decía Camus. “Es una idea que puede que le haga reír, pero el único medio de luchar contra la peste es la honestidad ”, remachaba el personaje camusiano del doctor Rieux. Haber sido víctima de un holocausto no otorga a nadie carta blanca para cometer otro. Más bien, debería ser al contrario. Las víctimas de ayer tendrían que ser los faros éticos del presente y el futuro. Digo esto pensando en Israel. Y, pensando en Europa, y muy en particular en Alemania, digo también que los verdugos de ayer tendrían que ser particularmente duros con los de hoy y mañana.
eldiario
hace alrededor de 2 horas
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