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El pequeño pueblo conocido por albergar el que llegó a ser el recinto amurallado más extenso de Aragón

El pequeño pueblo conocido por albergar el que llegó a ser el recinto amurallado más extenso de Aragón
Daroca tuvo hasta cientos de torreones y cuatro kilómetros de trazado del que conserva una parte El castillo de Alicante que fue escenario de varias de las películas de Drácula Las murallas, los torreones y su imponente castillo seguramente sean lo que mejor definan a Daroca, un pequeño pueblo de menos de dos mil habitantes situado en el centro del valle del Jiloca (Zaragoza) que vivió su época de mayor esplendor durante la Edad Media y que, en actualidad, puede considerarse casi como un museo al aire libre.  En ese pequeño rincón llegó a formarse el recinto amurallado más extenso de Aragón con cientos de torreones y cuatro kilómetros de trazado amurallado que rodeaba la ciudad, una obra de ingeniería al alcance de pocos lugares.  Se trata de un legado que se intenta revivir a través de las fortificaciones que aún siguen en pie, como el Portal de Valencia, la Puerta Baja, Puerta del Arrabal o el Castillo Mayor, desde el que se tiene una visión panorámica de este pequeño pero encantador enclave que traslada al que lo visita a la Edad Media.  Protección en aumento  La primera piedra del recinto de Daroca la pusieron los musulmanes al poco de asentarse en la península, aunque su proyecto tenía una menor extensión. Inicialmente, la murallas englobaban al actual Castillo Mayor y al muro de los Tres Guitarros, desde donde cortaba los barrancos de la Grajera y Valcaliente para volver a enlazar con la base del castillo.  Puerta Alta, Daroca (Zaragoza) Sin embargo, tras la conquista cristiana, la comunidad creció considerablemente y se amplió el recinto fortificado para abrazar así los nuevos barrios. El resultado: un recinto imponente que unía los cerros de San Cristóbal y de San Jorge, con dos puertas de acceso, la Alta y la Baja, a ambos extremos de la calle Mayor. Un viaje por el recinto Las murallas forman parte de la historia de Daroca y por eso se ha creado una ruta específica, un itinerario señalizado e interpretado con paneles explicativos que conducen al visitante por todo el recinto fortificado hasta la ladera del monte de San Cristóbal. La duración aproximada del recorrido, dos horas a pie, de acuerdo con el servicio de turismo. El recinto amurallado también se puede visitar en versión reducida, desde la muralla desde la calle Grajera hasta el mirador del Castillo Mayor, en unos 45 minutos. Otra opción es visitar solamente alguna de las puertas o torres que se conservan: la Puerta Baja, con dos enormes torreones flanqueando un amplísimo arco; la pequeña puerta del Arrabal; o la torre de los Huevos, de planta hexagonal.  

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