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La playa catalana que ha sido declarada recientemente Bien de Interés Cultural por su toque retro

La playa catalana que ha sido declarada recientemente Bien de Interés Cultural por su toque retro
La Playa del Garraf: un rincón de nostalgia y tradición protegido por la GeneralitatLas playas de Barcelona podrían desaparecer en 30 años A tan solo 30 minutos de Barcelona, se encuentra uno de los rincones más especiales de la costa catalana, un lugar que parece detenido en el tiempo y que, por su singularidad, ha sido recientemente declarado Bien de Interés Cultural. La Playa del Garraf, en el municipio de Castelldefels, es conocida no solo por su belleza natural y sus aguas cristalinas, sino también por las curiosas casetas de pescadores que adornan su arenal y que le otorgan un carácter único. Un pasado que vive en sus casetas Lo que hace tan especial a esta playa no es solo su entorno natural, sino las 33 casetas que la rodean. Estas pequeñas construcciones de madera pintadas de verde y blanco han sido un símbolo de la playa del Garraf durante más de 100 años. Su origen se remonta a 1920, cuando se comenzaron a erigir para albergar a los pescadores que, en aquellos tiempos, vivían en la zona. Con el paso de los años, las casetas se fueron convirtiendo en pequeñas viviendas veraniegas, y su estética pintoresca ha sido un atractivo tanto para los locales como para los turistas. Las casetas, que actualmente son privadas, han sido testigos de innumerables momentos históricos y culturales, y su apariencia, simple pero encantadora, ha hecho que esta playa se haya convertido en un lugar de culto para los amantes de la fotografía y el turismo nostálgico. Estas construcciones, a pesar de haber sufrido algunas modificaciones, conservan su encanto retro, lo que las ha convertido en un escenario frecuente para anuncios publicitarios y producciones cinematográficas. Un patrimonio protegido En 2019, el Poble de les Casetes de Garraf fue finalmente declarado Bien Cultural de Interés Nacional por la Generalitat de Cataluña. Esta decisión reconoce tanto su valor histórico como su importancia arquitectónica dentro del patrimonio catalán. Las casetas, que fueron construidas con materiales sencillos como madera y hormigón, tienen un valor incalculable ya que representan una época de la historia local, tanto social como económica. La lucha vecinal, especialmente en la década de 1980, fue clave para la conservación de este lugar, cuando la Asociación de Vecinos del Poble de les Casetes de Garraf consiguió evitar su destrucción y promover su restauración. Espacios de ocio y naturaleza Hoy en día, la Playa del Garraf es un lugar ideal tanto para quienes buscan relajarse como para los más aventureros. Sus aguas tranquilas, su fina arena blanca y su entorno natural rodeado de acantilados hacen de este lugar un destino perfecto para pasar el día en familia o con amigos. Además, el Garraf ofrece una gran variedad de actividades, desde el alquiler de kayaks y tablas de paddle surf hasta rutas de senderismo por los caminos cercanos. La playa también cuenta con varios servicios, como chiringuitos y restaurantes, donde los visitantes pueden degustar platos típicos de la gastronomía local, en su mayoría basados en productos frescos del mar. Todo ello en un ambiente relajado y sin aglomeraciones, lo que convierte a la Playa del Garraf en una excelente opción para escapar del bullicio de las playas más turísticas de la Costa Brava o la Costa Dorada. El Garraf: un lugar lleno de historia Más allá de sus famosas casetas y su playa, Garraf tiene una historia fascinante que se remonta a principios del siglo XX. Originalmente, la zona fue ocupada por una colonia de pescadores y trabajadores de la cantera de La Falconera, cercana a la localidad. Fue en este contexto que el conde Güell, mecenas de Gaudí y promotor de grandes proyectos en Cataluña, impulsó el desarrollo de la zona, creando una estación de tren y fomentando la construcción de un pequeño pueblo. La presencia de una bodega modernista diseñada por Gaudí, en la que actualmente se encuentra un restaurante, también contribuye a la riqueza histórica de este pintoresco rincón de la costa catalana. Acceso y entorno Aunque la Playa del Garraf se encuentra en una ubicación privilegiada cerca de la ciudad de Barcelona, su acceso no es siempre sencillo debido a la limitada oferta de aparcamiento. Sin embargo, se puede llegar fácilmente en tren desde Barcelona, ya que la línea R2 Sud de Renfe conecta la estación de Garraf con la capital catalana en menos de media hora. También es posible llegar en coche, aunque en verano el aparcamiento público es limitado y suele llenarse rápidamente. Además de la playa, Garraf ofrece varios atractivos naturales y culturales. Los alrededores están llenos de rutas de senderismo, como las que ascienden al Parque Natural del Garraf, que ofrecen vistas espectaculares de la costa y el mar Mediterráneo.
eldiario
hace alrededor de 18 horas
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