cupure logo
quepordelpueblomásdoslaslosespectacularestá

Un baño entre naturaleza: el embalse que está entre Cuenca y Guadalajara perfecto para una escapada refrescante

Un baño entre naturaleza: el embalse que está entre Cuenca y Guadalajara perfecto para una escapada refrescante
Un enclave de aguas turquesas, paredes verticales y calas escondidas donde se entrelazan paisajes casi vírgenes, restos históricos y opciones de ocio al aire libreLa ermita que está apenas a una hora de Madrid y que merece una visita: con arte modernista y entrada libre A poco más de una hora y media en coche desde Madrid, entre las provincias de Cuenca y Guadalajara, se encuentra un rincón natural que sorprende por su belleza y tranquilidad: el embalse de Bolarque. Este paraje, enclavado en un profundo barranco de la sierra de Altomira, ofrece un entorno idílico para quienes buscan una escapada refrescante lejos del bullicio urbano. Sus aguas cristalinas, rodeadas de frondosos bosques y formaciones rocosas, crean un paisaje que evoca las calas mediterráneas, pero sin necesidad de recorrer largas distancias. El embalse de Bolarque, inaugurado en 1910 como central hidroeléctrica, se sitúa en la confluencia de los ríos Tajo y Guadiela. Este enclave forma parte del conocido “Mar de Castilla”, un conjunto de embalses que abastecen de agua y energía a diversas regiones. Además de su función hidroeléctrica, el embalse se ha convertido en un destino popular para el turismo de naturaleza. Su microclima particular, más cálido que el de las áreas circundantes, permite disfrutar de sus aguas durante gran parte del año. La playa de Bolarque, situada en la provincia de Guadalajara, es uno de los principales atractivos del embalse. Este espacio cuenta con servicios como chiringuito, club náutico y socorristas, lo que garantiza una experiencia segura y cómoda para los visitantes. Durante el verano, la afluencia de turistas aumenta, por lo que se recomienda acudir temprano para asegurar el acceso. La zona es ideal para familias, grupos de amigos o parejas que deseen pasar un día rodeados de naturaleza, disfrutando de un baño en aguas limpias y tranquilas. Naturaleza y actividades acuáticas en un entorno privilegiado El embalse de Bolarque se ha consolidado como un destino destacado para la práctica de deportes acuáticos. Empresas locales ofrecen alquiler de kayaks, paddle surf e hidropedales, permitiendo a los visitantes explorar las tranquilas aguas del embalse y descubrir rincones escondidos entre las montañas. Una de las rutas más populares en kayak lleva hasta la Cueva de las Tortugas, un lugar singular accesible solo desde el agua, donde se pueden observar varios ejemplares de tortugas. Además, la navegación permite acercarse a lugares con encanto como la ermita de los Desamparados de Buendía, incrustada en la pared de roca, la cala Las Moras, la playa Chica o la presa de Bolarque, que se alcanza atravesando una zona de paredes verticales que se estrechan mostrando un paisaje único. Ermita de los Desamparados de Buendía. Para quienes prefieren actividades en tierra firme, el entorno del embalse ofrece rutas de senderismo que permiten disfrutar de vistas panorámicas. Una de las más recomendadas es la que conduce al mirador de Bolarque, desde donde se obtiene una vista espectacular del embalse y su entorno. La subida, aunque algo exigente, recompensa con una panorámica que abarca las aguas esmeralda del embalse, las formaciones rocosas y la vegetación circundante. El embalse también es un lugar privilegiado para la observación de aves. Durante las migraciones, el embalse se convierte en un lugar de descanso para muchas aves acuáticas. Además, en los alrededores del embalse habitan mamíferos como el jabalí, el zorro y el ciervo, así como reptiles como la culebra de escalera y el lagarto ocelado. Historia y patrimonio en las orillas del embalse El embalse de Bolarque no solo destaca por su belleza natural, sino también por su importancia histórica y patrimonial. Inaugurado el 23 de junio de 1910 por el rey Alfonso XIII, el embalse fue construido como central hidroeléctrica para abastecer de energía a la población de Madrid. La presa está ubicada en la confluencia de los ríos Tajo y Guadiela, y junto con otros embalses como Buendía, Entrepeñas, Almoguera, Estremera y Zorita, forma parte del conocido “Mar de Castilla”. En las proximidades del embalse se encuentra el Desierto de Bolarque, un antiguo monasterio carmelita en ruinas situado en un paraje remoto de la sierra de Altomira. Este lugar, cargado de historia y misticismo, fue fundado en el siglo XVI por monjes carmelitas que buscaban un lugar de retiro. Hoy en día, las ruinas del convento, invadidas por la vegetación, ofrecen una experiencia única para los visitantes interesados en el patrimonio cultural y espiritual de la región. Además, navegando entre cañones y enormes paredes de roca, se puede llegar al castillo de Anguix, una construcción del siglo XIV con grandes torreones que domina el paisaje sobre el Tajo. Esta fortaleza, aunque en ruinas, es testigo de la historia medieval de la zona y ofrece una perspectiva diferente del entorno natural del embalse. En resumen, el embalse de Bolarque se presenta como una opción ideal para quienes buscan una escapada natural cerca de Madrid. Su combinación de paisajes impresionantes, aguas cristalinas y una amplia oferta de actividades lo convierten en un destino perfecto para disfrutar de la naturaleza y desconectar del ritmo frenético de la ciudad. Ya sea para un día de baño y sol, una jornada de deportes acuáticos o una caminata por sus senderos, Bolarque ofrece una experiencia inolvidable en el corazón de Castilla-La Mancha.

Comentarios

noticias de viajes