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Esta antigua villa medieval ahora es un pueblo fantasma: está en Extremadura y perteneció a la Casa de Alba

Esta antigua villa medieval ahora es un pueblo fantasma: está en Extremadura y perteneció a la Casa de Alba
Pese a su condición de pueblo deshabitado, Granadilla no está olvidado. Su recuperación parcial, valor arquitectónico y su entorno lo convierten en un caso único de patrimonio vivo gestionado por el EstadoRobledillo de Gata, el pueblo extremeño que es como visitar una cápsula del tiempo Granadilla es una antigua villa medieval situada en el norte de la provincia de Cáceres, dentro del término municipal de Zarza de Granadilla, en la comunidad autónoma de Extremadura. Se encuentra en una pequeña península rodeada por el embalse de Gabriel y Galán, que cambió radicalmente el paisaje y la historia del lugar a mediados del siglo XX. Hoy está deshabitada y se considera un pueblo fantasma, aunque conserva buena parte de su estructura original y recibe miles de visitantes cada año. El núcleo urbano de Granadilla, amurallado y con un marcado carácter defensivo, fue fundado por los almohades en el siglo XI. Su posición estratégica en el valle del río Alagón y su cercanía a rutas históricas como la Vía de la Plata hicieron de ella un enclave importante durante la Edad Media. En 1170 recibió el título de villa por parte del rey Fernando II de León y, desde 1446 hasta el siglo XIX, perteneció a la Casa de Alba. El abandono definitivo del pueblo se produjo en 1964, como consecuencia de las expropiaciones ligadas a la construcción del embalse, aunque el agua nunca llegó a cubrir el casco urbano. Desde 1980 está declarado Conjunto Histórico-Artístico, y desde 1984 forma parte del Programa de Recuperación y Utilización Educativa de Pueblos Abandonados (PRUEPA), bajo gestión del Organismo Autónomo Parques Nacionales. Historia de la villa Historia de la villa Granadilla fue fundada por los musulmanes, probablemente por los almohades en el siglo XI, bajo el nombre de “Granada”. La ubicación no fue casual: un promontorio elevado sobre el río Alagón, de difícil acceso y gran visibilidad territorial, en un punto clave de paso de la histórica Vía de la Plata. En 1160, el rey Fernando II de León conquistó el enclave y en 1170 le otorgó el título de villa. Pasó a manos de la Orden de Santiago en 1191, aunque más adelante volvió a depender directamente de la Corona. A lo largo de los siglos, Granadilla pasó por varias manos nobles, hasta que en 1446 el rey Juan II de Castilla otorgó el señorío a la Casa de Alba. Permaneció en manos de esta poderosa familia hasta 1830, cuando la desamortización forzó su desvinculación patrimonial. Durante siglos, fue el principal núcleo poblacional de su comarca y capital de las Tierras de Granadilla, conservando esa condición hasta su abandono. El éxodo final se produjo en 1964, tras la construcción del embalse de Gabriel y Galán. Aunque el pueblo no fue inundado directamente, sí lo fueron sus mejores tierras, sus accesos y casi todo su término, La expropiación forzó el desalojo y, en 1965, la disolución del municipio. El territorio fue repartido entre Zarza de Granadilla y Mohedas de Granadilla. Granadilla quedó vacía, bajo gestión de la Confederación Hidrográfica del Tajo, hasta que en 2007 pasó al Organismo Autónomo Parques Nacionales. El patrimonio de Granadilla El patrimonio de Granadilla Esta villa destaca por conservar prácticamente intacta su estructura medieval, un caso singular en el contexto peninsular. Todo su desarrollo urbano se mantiene dentro del recinto amurallado original, lo que permite entender su lógica defensiva y su morfología urbana original. La muralla, de origen musulmán, está construida en argamasa y pizarra sobre zócalo del mismo material. Tiene una altura media de siete metros y un espesor de tres metros, con restos de cuatro puertas históricas de las que sobreviven dos, ambas con arcos de medio punto en granito. El castillo, edificado en el siglo XV, posiblemente por orden del primer duque de Alba, es una construcción entre fortaleza y residencia señorial. Su planta cuadrada cuenta con torreones semicilíndricos en cada cara, tres niveles de altura, un torreón superior y barbacana de protección. En su interior, se organizan espacios cuadrados con bóvedas de cañón y cámaras laterales. Fue restaurado parcialmente entre 1979 y 1983. También es destacable la iglesia parroquial del siglo XVI, de una sola nave, con bóvedas de crucería gótica y ábside poligonal. El conjunto se completa con casas señoriales, algunas con porches y escudos, y con longueras, huertos intramuros que han llegado hasta la actualidad. Todo el conjunto fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1980. Un monte rodeado por el embalse Pueblo de Granadilla El entorno natural de Granadilla cambió drásticamente a partir de la construcción del embalse de Gabriel y Galán. Antes, el territorio estaba compuesto por vegas fértiles, dehesas y tierras agrícolas. Con la creación del embalse, esas zonas quedaron inundadas, dejando emergidas solo las tierras de monte o secano, también expropiadas, El pueblo, que se encuentra sobre una elevación no afectada por las aguas, quedó aislado en una península rodeada por el embalse. El antiguo término de Granadilla, hoy conocido como Monte de Granadilla, tiene una superficie aproximada de 5.000 hectáreas, actualmente cubiertas en su mayoría por pinares de repoblación forestal. Estas repoblaciones se realizaron en los años 60 para proteger la cuenca del embalse. El acceso histórico al pueblo por puentes desapareció bajo el agua, y fue sustituido por un camino asfaltado. La villa en la actualidad Granadilla Desde 1984, Granadilla es una de las sedes del Programa de Recuperación y Utilización Educativa de Pueblos Abandonados (PRUEPA), impulsado por varios ministerios. Gracias a este programa se han restaurado diversas construcciones para alojar talleres y residencias educativas. La villa combina ese uso con el turístico, recibiendo en torno a 50.000 visitantes anuales. Las visitas están reguladas para preservar el patrimonio y evitar conflictos con los programas educativos. El acceso se realiza por carretera local desde Zarza de Granadilla, y el horario varía según la época del año. Existen normas específicas para grupos organizados y para la conservación del lugar, y fines de semana suele haber personal que informa. Pese a su condición de pueblo deshabitado, Granadilla no está olvidado. Su recuperación parcial, valor arquitectónico y su entorno lo convierten en un caso único de patrimonio vivo gestionado por el Estado. Hoy es un espacio de memoria, de formación y de interés cultural para todo aquel que lo visita.

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