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AECA-ITV advierte sobre las consecuencias de viajar cargado en verano: “En los vehículos que se sobrecargan de forma sistemática suelen sufrir las partes mecánicas”

AECA-ITV advierte sobre las consecuencias de viajar cargado en verano: “En los vehículos que se sobrecargan de forma sistemática suelen sufrir las partes mecánicas”
Frenos, suspensión y neumáticos pueden deteriorarse con mayor rapidez si no se respeta la carga máxima, especialmente durante desplazamientos largos por carretera AECA-ITV alerta: “Los neumáticos juegan un papel fundamental en la seguridad vial” Vacaciones, coche cargado, carretera. La combinación más común del verano es también una de las más peligrosas si no se toman precauciones. Equipajes hasta el techo, cofres traseros, bicicletas, bolsas y neveras pueden convertir un trayecto familiar en un riesgo técnico si el vehículo circula sobrecargado o mal equilibrado. AECA-ITV alerta, en una entrevista para eldiario.es, sobre los efectos directos que el exceso de peso tiene sobre la seguridad vial, especialmente en esta época del año. “Durante el verano es más común detectar defectos en sistemas como la suspensión, neumáticos y frenos”, advierten desde la asociación. Las altas temperaturas, los viajes largos y el sobrepeso provocado por equipaje y ocupantes “pueden acelerar el desgaste de estos componentes”. Por eso, antes de salir, es fundamental revisar el estado del vehículo, especialmente si se va a circular con carga elevada. Frenos y suspensión: los más castigados Los sistemas más afectados por el exceso de peso son el de frenado y el de suspensión. “En los vehículos que se sobrecargan de forma sistemática suelen sufrir las partes mecánicas que soportan este peso y que, dinámicamente, tienen que controlarlo”, explican desde AECA-ITV. Entre los fallos más comunes que detectan en inspecciones técnicas se encuentran amortiguadores reventados, ballestas partidas, soportes de ejes dañados, neumáticos con desgaste no uniforme, mayores holguras de dirección e incluso grietas en carrocerías o chasis. El sistema de frenado sufre especialmente. El exceso de peso provoca un doble problema: “con más peso, los frenos necesitan más distancia para detener el vehículo, incrementando el riesgo de colisiones” y además, “los frenos se sobrecalientan y desgastan más rápido debido al esfuerzo adicional, lo que puede suponer fallos y la pérdida de eficiencia”. En el caso de la suspensión, el sobreesfuerzo constante “puede determinar un desgaste acelerado de sus componentes” y provocar “una pérdida de estabilidad, ya que la suspensión se vuelve menos efectiva, afectando la maniobrabilidad y la capacidad del vehículo para mantener la trayectoria, especialmente en curvas”. ¿Cuánto peso es demasiado? Muchos conductores ignoran el límite de carga de su vehículo. “Depende del modelo, pero un coche medio suele tener una carga útil (peso que puede llevar incluyendo pasajeros y equipaje) entre 400 y 600 kg”, señalan desde AECA-ITV. Superar ese margen puede afectar la estabilidad, aumentar la distancia de frenado y forzar la suspensión y los neumáticos. La información concreta se encuentra en la ficha técnica del vehículo, bien en el manual o en el marco de la puerta del conductor. Señales de fatiga tras un viaje largo Un trayecto con el coche cargado hasta los topes puede dejar huella. Según AECA-ITV, los signos más comunes de fatiga en la suspensión tras un desplazamiento prolongado son los ruidos anómalos al pasar por baches, la inestabilidad al tomar curvas o frenar, el hundimiento anormal de la carrocería en las esquinas del vehículo, el desgaste irregular de los neumáticos o el rebote persistente después de pasar una irregularidad en la carretera. Detectar cualquiera de estos comportamientos debería llevar a revisar el sistema de suspensión, los frenos y los neumáticos antes de volver a realizar otro trayecto largo. Preparar el coche para viajar: errores frecuentes Muchos de los fallos relacionados con el sobrepeso comienzan antes incluso de arrancar. AECA-ITV identifica varios errores habituales: sobrecargar el vehículo por encima del peso permitido; distribuir mal la carga, colocando demasiado peso en el techo o en la parte trasera; no asegurar el equipaje, lo que puede causar desplazamientos bruscos en caso de frenada; reducir la visibilidad al apilar maletas hasta bloquear la luna trasera; o ignorar la presión de los neumáticos, que debe ajustarse al peso añadido. Una mala sujeción del equipaje no solo afecta a la estabilidad, sino que puede convertirse en un peligro directo. Como recuerda la asociación, “con la velocidad los objetos multiplican su peso, por lo que un simple frenazo podría hacer que cualquier objeto suelto se convierta en un peligro tanto para el conductor como para el resto de los ocupantes del vehículo”. Qué detectan las ITV Los efectos de una carga mal gestionada son fácilmente identificables en las estaciones de inspección técnica. “Las estaciones de ITV detectan con frecuencia problemas provocados por sobrepeso o mala distribución de la carga”, confirman desde AECA-ITV. Entre ellos, destacan los daños en la suspensión y los amortiguadores, el desgaste prematuro o anómalo de los neumáticos, las dificultades en la dirección, la pérdida de estabilidad y los fallos en los frenos provocados por sobreesfuerzo. Por todo ello, la asociación insiste en la importancia de planificar la carga, respetar los límites establecidos y revisar el vehículo antes de cualquier desplazamiento largo. Circular con el coche sobrecargado no solo compromete el confort, también puede poner en riesgo la seguridad de todos los ocupantes.
eldiario
hace alrededor de 1 mes
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