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Viajar con animales: cómo llevar a tu mascota durante horas por carretera

España es un país que ama sus mascotas. Desde la pandemia de 2020, el número de animales de compañía se ha multiplicado considerablemente, hasta superar los nueve millones de perros, seis millones de gatos, ocho millones de peces y cinco millones de pájaros: un 38% más que en los últimos tres años. Para abastecer la demanda de estos propietarios, cada vez es más frecuente encontrar destinos turísticos, restaurantes y hoteles 'pet-friendly', en donde los peludos son bienvenidos. Algunos establecimientos incluso ofrecen menús específicos para las mascotas, como si de un huesped más se tratase. Es fácil encontrarlos en aviones y trenes, pero es el coche la opción predominante para viajar con animales, y un 82% de los perros y gatos que viajan lo hacen en un vehículo. A fin de cuentas, es lo que más libertad permite a los usuarios, tanto para elegir su destino, sus tiempos y la manera de viajar con animales. Para este verano, la Dirección General de Tráfico ha señalado que espera un récord de desplazamientos de larga distancia por las carreteras españolas, superando los 100 millones de trayectos. Esto supone que una parte considerable de ellos se harán con mascotas y que se reforzarán las medidas de vigilancia, por lo que a un animal de manera incorrecta podría traducirse en multas considerables. Según datos del RACE, uno de cada cinco conductores lleva a sus mascotas sin ningún sistema de protección. De los que lo hacen, un 87% lleva sistemas de retención, un 11% lleva al perro en el maletero –pero suelto y sin red de separación con el habitáculo– y un 1% lleva al animal sujeto en brazos de un pasajero. Esta última y no tener ningún sistema son prácticamente lo mismo. Es importante considerar la física de un accidente de tráfico, en la que varias fuerzas contrarias se enfrentan. Un objeto sin sujeción aumenta su masa con la velocidad y, en un accidente de 50 km/h, esta se ve multiplicada por 35. Es decir, un perro pequeño, de 10 kilos se convierte en un cuerpo de 350 kilos que sale proyectado y puede generar daños mortales a los ocupantes. Aunque la inmensa mayoría de conductores (91%) esté de acuerdo con que llevar a los animales sin sujeción en el habitáculo es peligroso, más de la mitad de ellos no lo hace correctamente, según la DGT. Existen varios sistemas de retención de animales, que varían en función del tamaño y peso del mismo. El más extendido es el arnés de seguridad, que se anclan al coche a través del enganche del cinturón de seguridad, o de los Isofix de los asientos. Según el RACE, las opciones de un solo enganche no son recomendables, porque son frágiles y su mosquetón se podría romper, especialmente con perros que superen los 20 kilos de peso. Son preferibles los que tienen un doble enganche, pues son más resistentes y reparten mejor las fuerzas ante un accidente. Estos sistemas deben usarse siempre con arnés y no con collar, pues este podría causar daños graves a la columna del animal o a su cuello. Otro sistema de retención, más apto para animales más grandes es el de la rejilla divisoria. Esta es una opción para vehículos con maleteros grandes, ya sean SUV o con carrocería familiar, y evitan que el perro acceda al habitáculo para molestar al conductor. El problema que tiene este sistema es que, en caso de colisión, la mascota no está sujeta y sufriría golpes contra el interior. Las más seguras son las que se ajustan desde el techo del coche hasta el suelo del maletero y cumplen con la norma DIN 75410. Finalmente, la otra opción para sujetar a una mascota en el interior es un transportín. Aquí, lo importante es invertir en uno de calidad que se ajuste al tamaño de nuestra mascota. Comprar uno de plástico malo puede hacer que se rompa en caso de un accidente, algo que también puede ocurrir si se sujeta con el cinturón de seguridad. La posición adecuada para un transportín en el coche es en el suelo del coche, entre los asientos delanteros y traseros. Esto suele hacerse con los más pequeños, que son los que caben en esta posición. Para animales más grandes, lo ideal es hacerlo en el maletero, en el sentido transversal a la marcha. Desde la DGT señalan, sin embargo, que el maletero puede ser un lugar peligroso por las zonas de compresión diseñadas, en las que un coche deforma su estructura para absorber los impactos. Una vez que hayamos elegido el sistema de retención adecuado para la mascota, conviene tener en cuenta algunos consejos prácticos a la hora de viajar con ella. Los animales son propensos a los mareos en carretera, así que es mejor evitar darles de comer –o que sea una gran cantidad– antes de emprender la ruta para evitar vómitos. Idealmente, se les habrá acostumbrado a viajar en coche desde que eran cachorros para que lo soporten mejor. Los gatos se benefician de tener el transportín cubierto, como si fueran un pájaro. En cualquier caso, un veterinario puede suministrarle un calmante o antieméticos para hacer el viaje más llevadero. Lo recomendable es que se hagan paradas cada dos horas para que los animales puedan dar un paseo y hacer sus necesidades antes de retomar la carretera. Aquí es importante, además, tenerlos controlados con correa para evitar que salgan disparados y generen algún riesgo con los otros coches. En cuanto a la limpieza del habitáculo, los pelos y los vómitos son dos posibilidades que hay que considerar cuando se viaja con mascotas. Lo más eficaz para mantener la tapicería limpia es equipar la zona donde va a estar el animal con una funda fácil de limpiar o retirar. Siguiendo estos consejos se llegará sano y limpio a nuestro destino.

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