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Obediencia debida

«Cuando las órdenes entrañen la ejecución de actos que manifiestamente sean contrarios a las leyes y usos de la guerra o constituyan delito, en particular contra la Constitución, ningún militar estará obligado a obedecerlas; en todo caso asumirá la grave responsabilidad de su acción u omisión». Este es el artículo 34 de las Ordenanzas Militares de 1978 y que se mantiene intacto tras la modificación de 2009. He sido profesor de la Academia General Militar de Zaragoza durante años y recuerdo que los cadetes del Cuerpo General lo estudiaban desde su ingreso, y a algunos les costaba asimilarlo, pues no entendían que se pudiera desobedecer una orden, a diferencia de los del Cuerpo Jurídico, que lo captaban inmediatamente. Me viene a la memoria este artículo al leer que una fiscal alega obediencia a un superior para eludir un posible delito. Y recuerdo también a un coronel de la Guardia Civil que no ascendió a general por cumplir este mandato, y lo que es peor en este caso, por la orden de un ministro con formación de juez, que no acató una sentencia del Tribunal Supremo. No sé si estas actuaciones son ejemplos de lo que algunos denominan como 'lawfare'. Luciano Ibáñez Dobon . Zaragoza Después de escuchar, en una entrevista en el principal medio audiovisual del sanchismo, a Leire Díez responder con desfachatez, amenazas constantes, aplastante seguridad de impunidad y una falta del más mínimo decoro y respeto a las reglas éticas de una sociedad democrática, me pregunto: ¿quién es realmente esta señora? La diferencia entre Leire y otros personajes del pasado tenebroso del PSOE, como Juan Guerra o Luis Roldán, es que nadie responde sinceramente quién es y a quién representa esta señora. Juan Guerra era el hermano del vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, quien montó un suculento negocio personal, lucrándose sin vergüenza, con un despacho montado a su gusto en la Subdelegación del Gobierno en la plaza de España de Sevilla. Su caso de corrupción se sentenció en su día, pero todo el mundo conocía quién era y de sus andanzas. De Luis Roldán, ex director general de la Guardia Civil en la época final de Felipe González, su esperpéntica huida a un país exótico y su condena son de sobre conocidas; falta por saberse el destino de tantos millones de las antiguas pesetas, aún en paradero desconocido. Ahora bien, ¿quién es Leire Díez? Silencio y oscuridad. Lo que no es está claro: no era una militante de base del PSOE vulgar y del montón, no es periodista profesional, ni hacía un trabajo de investigación para un libro. Sí está clara su vinculación con altas esferas de Ferraz y del Gobierno. Con una confianza pasmosa a nivel orgánico, entraba y salía de la sede nacional del PSOE, como «Pedro por su casa», nunca mejor dicho. En lugar de estar ya investigada judicialmente, se pone en estado 'febril' y asegura tener mucha información reservada. Julio José Elías Baturones . Sevilla

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