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Pequeños gestos al conducir con los que puedes ahorrar combustible

El consumo de combustible de un coche se ve afectado por diversos factores relacionados con el estilo de conducción y las circunstancias del trayecto. En el tráfico urbano, las constantes paradas y arranques obligan al coche a gastar más combustible para recuperar la inercia desde cero. Cada aceleración desde parado requiere un esfuerzo mayor del motor que mantener una velocidad constante. La resistencia aerodinámica aumenta exponencialmente con la velocidad. A partir de cierta velocidad (generalmente por encima de 80-90 km/h), el motor necesita trabajar mucho más para vencer esta resistencia del aire, lo que incrementa significativamente el consumo. Por ejemplo, la DGT estima que aumentar la velocidad de 90 km/h a 120 km/h puede incrementar el consumo en un 30%. Aunque el consumo en ralentí es relativamente bajo (entre 0,5 y 0,7 litros por hora), si se mantiene el motor encendido durante paradas largas (más de un minuto), se está consumiendo combustible innecesariamente. Apagar el motor en estas situaciones puede generar un ahorro. Según los expertos de Norauto cada día se desperdiciaban 1,35 millones de litros de gasolina por no inflar los neumáticos correctamente. Es un ejemplo de una serie de gestos sencillos con los que mensualmente nos podremos ahorrar una importante suma en gasto de carburante. Así, el estilo de conducción influye de forma decisiva en el consumo de combustible y las emisiones del vehículo. Llevar una velocidad constante es favorable. A mayor velocidad, el motor tiene que trabajar más y, por lo tanto, aumenta el consumo. Por ello, se recomienda optimizar el cambio de marchas. En el caso de los vehículos automáticos, es importante evitar acelerones bruscos y frenazos. Un vehículo con exceso de carga consume más combustible, ya que requiere mayor esfuerzo del motor para desplazar el peso adicional. El peso también es uno de los grandes responsables del aumento del consumo de un vehículo. Llevar el maletero de techo o el remolque instalado solo cuando sea necesario . Su uso permanente afecta negativamente a la aerodinámica del coche, aumentando la resistencia al avance y, con ello, el consumo. Si hablamos de la climatización, poner el aire acondicionado o llevar las ventanillas bajadas pueden contribuir a un aumento del consumo. En el caso de las ventanillas, es más perjudicial según va aumentando la velocidad a la que se circula, ya que hay una mayor resistencia y peor aerodinámica. Por ello, en caso necesario, se aconseja circular con las ventanillas bajas solo a baja velocidad y, a partir de velocidades más altas, optar por el uso del aire acondicionado o climatizador, de forma que el vehículo tenga un mejor comportamiento aerodinámico. Se recomienda mantener una temperatura razonable (entre 21-22 ºC) y utilizar los sistemas de ventilación cuando sea posible. También conviene evitar al máximo los atascos planificando con antelación los trayectos. Por ejemplo, se puede evitar coger el vehículo en horas punta y moverse por el centro de la ciudad donde las constantes paradas y arranques pueden incrementar el consumo. Los neumáticos no siempre se revisan con la frecuencia apropiada y, muchas veces, se circula con una presión incorrecta, lo que afecta directamente al consumo de combustible. De hecho, se estima que aproximadamente el 20% del consumo de combustible está relacionado con la resistencia a la rodadura de los neumáticos. En este sentido, Norauto insiste en la importancia de llevar la presión indicada por el fabricante , muy especialmente cuando hay peso de más. Circular con 1 bar de presión por debajo de lo recomendado puede implicar, según los fabricantes, un gasto adicional equivalente a un depósito de combustible al año. Del mismo modo, llevar una presión excesiva tampoco es aconsejable. Lo ideal es respetar siempre las indicaciones del fabricante, algo que repercute tanto en la seguridad como en el ahorro. Si tienes que cambiar los neumáticos, es un buen momento para decantarse por aquellos más eficientes, una información que se puede consultar en el etiquetado. Otro factor destacable es su durabilidad o composición. El símbolo de la bomba de combustible representa la resistencia a la rodadura de un neumático. Cuando menor sea, menos energía requiere y, por lo tanto, menor es el consumo de combustible. Se recomiendan neumáticos con la etiqueta A. Además de seguir las indicaciones de la marca en lo que se refiere a las revisiones, es importante realizar una puesta a punto y comprobaciones periódicas. De esta forma, nos aseguramos, no solo de que el vehículo esté en buen estado, sino que además mantiene un rendimiento óptimo. Y es que si el coche consume más de lo habitual puede ser porque algo no está funcionando como debería. Por ejemplo, la necesidad de cambiar el filtro de combustible suele estar detrás de muchos de estos aumentos en el consumo de combustible. El uso de determinados aditivos puede reducir el consumo de combustible entre un 3 y 5% aproximadamente . Basta con echarlo en el depósito de combustible. Por ello, se puede decir que el tipo de combustible y si lleva aditivos o no, también es un factor importante para reducir el consumo de combustible. En este sentido, se pueden encontrar en el mercado aceites con aditivos que mejoran su rendimiento. La cantidad y los tipos de aditivos utilizados contribuyen a la calidad del producto final. No hay que olvidar que el aceite se encarga de lubricar todas las piezas del motor. Cambie el aceite y el filtro cuando sea necesario también es importante. En este sentido, Norauto recuerda que debe hacerse entre los 15.000km y 30.000km o cada dos años como máximo, lo que antes suceda. Cambiar el aceite y el filtro se puede realizar desde 70 euros, según el modelo de coche, y puede suponer un importante ahorro. También puede ser necesario cambiar el filtro de aire para conseguir que el motor respire correctamente o comprobar que los inyectores no están sucios ni obstruidos y que las bujías están en buen estado. Respecto a la reducción de las emisiones, desde Norauto recomiendan realizar un diagnóstico de emisiones de gases , también específicos para diésel o gasolina . Conocer el estado de las emisiones ayudará a saber si el motor del coche funciona correctamente y si pasa la prueba de gases de la ITV. En este servicio también se comprueba el estado de consumo de combustible. En definitiva, los momentos de mayor consumo de combustible están ligados a la necesidad de vencer la inercia (aceleraciones), la resistencia del aire (alta velocidad), la gravedad (subidas) o a alimentar sistemas auxiliares demandantes de energía (aire acondicionado). Una conducción suave y anticipada, manteniendo una velocidad constante dentro de los límites legales y con un vehículo bien mantenido, es clave para optimizar el consumo de combustible.
abc.es
hace alrededor de 14 horas
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