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La ciudad murciana que es la quinta Ciudad Santa del catolicismo, junto a lugares como Roma o Jerusalén

La ciudad murciana que es la quinta Ciudad Santa del catolicismo, junto a lugares como Roma o Jerusalén
Ya sea como peregrino, turista cultural o amante de la naturaleza, la ciudad de la Vera Cruz ofrece una experiencia completa, profunda y emocionalCinco viajes que puedes hacer por España aprovechando los descuentos de Verano Joven 2025 Enclavada en la comarca del Noroeste de la Región de Murcia, Caravaca de la Cruz se erige como un destino excepcional donde la historia, la fe y la tradición convergen de manera única. A poco más de una hora por carretera desde Murcia capital, esta ciudad no solo destaca por su riqueza patrimonial y sus paisajes de interior, sino por ostentar un título que solo comparten cinco lugares en el mundo: el de Ciudad Santa del cristianismo. Este reconocimiento, otorgado por el Vaticano en 1998, le permite celebrar un Año Jubilar cada siete años, atrayendo a miles de peregrinos y visitantes de todas partes del mundo. Pero Caravaca es mucho más que religión. Caravaca es cultura viva, fiesta, naturaleza, gastronomía y un legado histórico que se palpa en cada rincón. Visitarla no es solo descubrir una ciudad monumental o participar en una fiesta singular. Es sumergirse en una historia que se remonta siglos atrás, es caminar por calles empedradas cargadas de leyenda, admirar bordados que son obras de arte y sentir una devoción que traspasa lo religioso. Ya sea como peregrino, turista cultural, amante de la naturaleza o simplemente viajero curioso, la ciudad de la Vera Cruz ofrece una experiencia completa, profunda y emocional. El Santuario de la Vera Cruz: la leyenda detrás da la cruz Uno de los rituales de la Cruz de Caravaca En el corazón de la fortaleza medieval que hoy corona la ciudad, se encuentra el mayor símbolo de Caravaca: la Basílica-Santuario de la Vera Cruz, construida entre los siglos XVII y XVIII en estilo barroco. Este templo fue construído para custodiar una de las reliquias más veneradas de la cristiandad. Se trata de un fragmento del lignum crucis, la cruz donde murió Jesucristo, según la tradición católica. La leyenda más conocida cuenta que, durante el siglo XIII, mientras se celebraba una misa para convertir al gobernador musulmán Abu-Zeit, dos ángeles descendieron del cielo y colocaron la cruz sobre el altar, provocando su conversión inmediata. Este relato, que mezcla historia y mito, cimentó la fama milagrosa de la reliquia y motivó su veneración a lo largo de los siglos. Patrimonio monumental y museístico Más allá de la basílica y el castillo, Caravaca cuenta con un amplio patrimonio arquitectónico y cultural. Entre los lugares más emblemáticos de la localidad, destacan la Iglesia de El Salvador, uno de los mejores ejemplos del renacimiento murciano, y el Convento de las Carmelitas Descalzas, donde vivió Santa Teresa de Jesús. La ciudad también acoge varios museos de gran interés, como el Museo de la Vera Cruz, que explica la historia de la reliquia; el Museo de los Caballos del Vino, dedicado a esta tradición única; el Museo Arqueológico La Soledad, con piezas que abarcan desde el Neolítico hasta la Edad Media; y el Museo de la Fiesta, que recopila elementos de las celebraciones populares de la ciudad. Rutas de fe y naturaleza: el Camino de la Cruz Inspirado en el modelo del Camino de Santiago, el Camino de la Cruz es una red de rutas de peregrinación que conectan distintos puntos de la geografía española con Caravaca. Una de las más conocidas es la que parte de Orihuela, pasando por Murcia y que sigue hacia el interior hasta llegar a la ciudad santa. Esta ruta se va abriendo camino mientras los peregrinos atraviesan paisajes rurales, viñedos, montañas y antiguas vías ferroviarias que han sido reconvertidas en vías verdes. Este tipo de turismo espiritual y sostenible está en auge, atrayendo no solo a creyentes, sino a senderistas, ciclistas y viajeros en busca de experiencias auténticas, contacto con la naturaleza y conexión con el pasado. Fiestas de mayo: devoción, caballos y cultura popular Caballos del Vino Las Fiestas en honor a la Santísima y Vera Cruz, celebradas del 1 al 5 de mayo, son uno de los grandes emblemas de Caravaca. Declaradas de Interés Turístico Internacional, estas celebraciones reúnen elementos religiosos, históricos y folclóricos en una mezcla explosiva que transforma la ciudad. Uno de los eventos más esperados es la Carrera de los Caballos del Vino, que tiene lugar el 2 de mayo y que además fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Esta tradición, cuyos orígenes se remontan a una leyenda medieval, consiste en una carrera a contrarreloj en la que caballos ricamente enjaezados suben a toda velocidad la cuesta del castillo. Cada animal va guiado por cuatro mozos que lo acompañan en la empinada ascensión, en un espectáculo que combina fuerza, emoción y un impresionante despliegue de bordados artesanales. A lo largo de los días festivos también tienen lugar la ofrenda floral, los desfiles de moros y cristianos, las romerías, fuegos artificiales y numerosos actos culturales y gastronómicos que convierten a Caravaca en un hervidero de color, música y fervor popular. Las Fuentes del Marqués: un oasis natural a los pies de la ciudad Fuentes del Marqués A apenas dos kilómetros del casco histórico de Caravaca, se encuentra uno de los espacios naturales más emblemáticos y visitados de toda la comarca del Noroeste: Las Fuentes del Marqués. Este paraje, que es el pulmón de Caravaca, combina un alto valor ecológico con una fuerte carga histórica. El nombre del lugar proviene del Marqués de San Mamés, antiguo propietario de estas tierras en el siglo XVIII, aunque su uso como espacio agrícola y de abastecimiento de agua se remonta a siglos atrás. Las fuentes que brotan en este rincón surgen del acuífero del Campo de San Juan y alimentan el río Argos, generando un ecosistema de gran diversidad donde el agua, los árboles y la fauna conviven en equilibrio. El paseo por el paraje es de una belleza serena: grandes álamos, sauces y fresnos acompañan al visitante a lo largo de senderos bien señalizados que recorren el curso del agua. En otoño, el colorido de las hojas convierte el lugar en un espectáculo visual, mientras que en primavera y verano, es refugio de frescor para caminantes y familias. Uno de los puntos de mayor interés es el Torreón de los Templarios, una construcción de origen medieval que ha sido rehabilitada y que actualmente alberga el Centro de Interpretación de la Naturaleza. Este espacio ofrece exposiciones sobre la fauna, flora y geología del entorno, así como contenidos sobre la historia del lugar y la influencia de las órdenes religiosas que lo ocuparon.
eldiario
hace alrededor de 13 horas
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