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El desconocido pueblo de Huesca a orillas de un embalse a 1.118 metros sobre el nivel del mar y rodeado de un paisaje espectacular

El desconocido pueblo de Huesca a orillas de un embalse a 1.118 metros sobre el nivel del mar y rodeado de un paisaje espectacular
Rodeado de montañas, con acceso directo al Parque Natural Posets-Maladeta y muy próximo a las estaciones de esquí de Cerler y Los Llanos del Hospital, Eriste es un destino ideal para quienes buscan paisajes espectaculares y tranquilidadEl pequeño pueblo que guarda un castillo árabe y esconde uno de los paisajes más bonitos de la Sierra de Espadán A orillas del embalse de Linsoles, en el corazón del valle de Benasque y rodeado por un impresionante paisaje de montaña, se encuentra Eriste, un pequeño pueblo perteneciente a la provincia de Huesca. A 1.118 metros sobre el nivel del mar, y con apenas 138 habitantes, esta localidad conserva una atmósfera serena que contrasta con la vitalidad del pueblo vecino Benasque, situado a unos tres kilómetros de distancia. Su ubicación privilegiada lo convierte en un destino inesperado para quienes buscan naturaleza en estado puro. Este pueblo conserva muchas de las características tradicionales de la arquitectura de montaña como muros anchos de piedra, tejados de pizarra y detalles en madera. También destaca la iglesia parroquial de San Félix, recientemente restaurada, que ocupa un lugar central en la localidad. Aunque Eriste tuvo mayor importancia en el pasado donde llegó a ser villa en la Edad Media, hoy es más conocido por su valor como punto de partida para rutas de senderismo y actividades en la naturaleza. Rodeado de montañas, con acceso directo al Parque Natural Posets-Maladeta y muy próximo a las estaciones de esquí de Cerler y Los Llanos del Hospital, Eriste es un destino ideal para quienes buscan paisajes espectaculares y tranquilidad. La cercanía con Benasque permite combinar la calma del entorno rural con actividades de ocio, convirtiendo al pueblo en un lugar perfecto para explorar esta parte del Pirineo. El entorno de Eriste Parque Natural Posets-Maladeta El entorno natural de Eriste es uno de sus principales atractivos. A los pies del pueblo se encuentra el embalse de Linsoles, un lugar tranquilo y agradable para pasear. Está cerrado al tráfico y cuenta con bancos y mesas. Desde aquí se pueden hacer rutas sencillas de senderismo como llegar al pueblo cercano de Anciles o subir al paraje de Conques. Eriste también es uno de los accesos al Parque Natural Posets-Maladeta, una de las zonas más importantes del Pirineo aragonés. Este parque destaca por sus montañas, lagos de origen glaciar y bosques de alta montaña. Desde el pueblo se puede comenzar la ruta hacia el pico Posets o Llardana, el segundo más alto del Pirineo con 3.375 metros. En el mismo pueblo se encuentra el Centro de Interpretación de los Glaciares del Pirineo y del Parque Posets-Maladeta. Allí se puede aprender más sobre la naturaleza de la zona, su formación y su valor ecológico. Gracias a su ubicación y a la variedad de rutas, Eriste es un buen punto de partida para explorar la montaña. Rutas y excursiones El entorno de Eriste Eriste ofrece varias rutas y excursiones que se adaptan a distintos niveles de experiencia y condición física. Desde paseos tranquilos junto al embalse de Linsoles hasta senderos de montaña más exigentes, el entorno del pueblo es ideal para quienes disfrutan de caminar en la naturaleza. Una de las rutas más populares comienza en el embalse y permite llegar caminando al pueblo de Anciles, conocido por su arquitectura tradicional. Otra opción sencilla es subir al paraje de Conques, con buenas vistas al valle. Para quienes buscan algo más exigente, la Ruta Real que sube por el Valle de Eriste es una opción perfecta. En este recorrido se pasa por la palanca de Tramarrius y se llega hasta la cascada de la Espigantosa, una impresionante caída de agua de 300 metros, y además, se llega al refugio Ángel Orús. Este refugio está considerado uno de los mejor equipados del Pirineo y es un punto clave para quienes se dirigen hacia el pico Posets o hacia otras cimas cercanas. El camino hasta la cascada es de algo más de cuatro kilómetros y se tarda aproximadamente una hora y media a pie. Otra ruta recomendada es la que conecta Eriste con el pueblo de Sahún por el camino de Guayente. En el trayecto se puede hacer una parada en el Santuario de Guayente desde donde hay una de las mejores vistas del valle. Todas estas rutas de senderismo muestran la variedad de paisajes que rodean el pueblo como bosques, ríos, cascadas y vistas de alta montaña. La onomástica local Valle de Benasque En 1999, el Ayuntamiento de Sahún encargó al lingüista José Antonio Saura un estudio titulado “Onomastica Sositana I”, centrado en la lengua y la onomástica del municipio. El resultado fue un trabajo detallado sobre los nombres tradicionales de lugares, casas y personas en las localidades de Sahún, Eriste y Eresué. Este estudio, disponible en la web municipal, ofrece una mirada profunda al uso histórico del habla local, con especial atención al patués, variante del aragonés pirenaico, y a las formas propias de nombrar el territorio. La onomástica recogida en el documento es una herramienta valiosa para entender cómo se ha transmitido la identidad cultural en la zona a través del lenguaje. En el caso de Eriste, permite conocer mejor la forma en que organizaba el espacio y cómo los nombres de casas, caminos o parajes reflejan una historia colectiva. Este trabajo no solo conserva la memoria lingüística del municipio, sino que también la pone al alcance de nuevas generaciones e investigadores interesados en el patrimonio cultural del Pirineo. Iglesia parroquial de San Félix Iglesia parroquial de San Félix En el centro de Eriste se encuentra la iglesia parroquial de San Félix y tiene su origen en el siglo XII. Aunque fue construida en estilo románico, ha sufrido muchas reformas a lo largo del tiempo, sobre todo en 1767 y después de la Guerra Civil. En su forma actual, conserva pocos elementos originales, pero sigue siendo un edificio con valor histórico. El templo tiene una sola nave y cabecera recta que reemplazó al antiguo ábside. El interior está cubierto por un techo liso que oculta la bóveda original de medio cañón. En uno de los muros laterales se levanta la torre del campanario, de planta cuadrada y tejado piramidal, con las campanas en la parte superior. La entrada al campanario se hace desde fuera, subiendo por una escalera de piedra. El interior se amplió con varias capillas laterales: tres pequeñas y cuatro más profundas con bóveda. Una de ellas, cerca del altar, conserva una pila bautismal gallonada. La iglesia fue restaurada por última vez en el siglo XXI y hoy sigue siendo un punto destacado del patrimonio de Eriste.

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