cupure logo
quedelmáspuebloporbarcelonapor quélosnueva yorkpara

Un accidente natural muy curioso: la ruta de senderismo que lleva hasta un arco de 20 metros de altura

Un accidente natural muy curioso: la ruta de senderismo que lleva hasta un arco de 20 metros de altura
En la provincia de Burgos, descubrimos la Senda del Ventanón, uno de esos lugares que demuestran que no hace falta irse muy lejos para descubrir maravillas naturalesUna bonita ruta de senderismo que hacer en España: está en Euskadi y tiene un castillo del siglo XIX Desde los Pirineos hasta Sierra Nevada, pasando por los Picos de Europa o la Sierra de Guadarrama, España alberga miles de rutas que atraviesan paisajes de una belleza abrumadora. Pero más allá de los destinos más conocidos, hay rincones menos transitados que sorprenden por su singularidad. Es el caso de la Senda del Ventanón, en la provincia de Burgos, un recorrido que culmina en un impresionante arco de piedra natural de más de 20 metros de altura. Aventurarse a recorrer la Senda del Ventanón es el plan perfecto para una escapada de fin de semana, una excursión familiar o una jornada de desconexión al aire libre. Y lo mejor de todo es que, pese a la espectacularidad de este majestuoso accidente geológico, sigue siendo un rincón relativamente desconocido para el gran público. Quizás sea precisamente eso lo que le da su encanto: la sensación de haber descubierto un secreto compartido solo por aquellos que se animan a recorrer esa senda escondida entre bosques y praderas, hasta plantarse ante un arco de piedra que ha desafiado siglos de viento, lluvia y nieve. Un accidente natural muy curioso, sí. Pero también, sin duda, un lugar para recordar. El Ventanón: una escultura natural en las alturas El Ventanón El Ventanón se encuentra en el Parque Natural de Ojo Guareña, un espacio protegido que alberga uno de los complejos kársticos más importantes de Europa. Allí, la erosión del viento, el agua y el paso del tiempo han esculpido un arco de dimensiones impresionantes. Con unos 20 metros de altura y unos 30 metros de ancho, esta estructura se alza sobre el valle como una gigantesca ventana al cielo. Lo que lo hace aún más impresionante no es solo su tamaño, sino su ubicación. Está emplazado en la cresta de una loma que permite a los caminantes disfrutar de unas vistas panorámicas de ensueño. Si tienes suerte o estás atento a las previsiones del tiempo, en días despejados, la visión desde el Ventanón es un espectáculo visual que combina lo abrupto del relieve con la suavidad de los bosques y praderas que lo rodean. Un recorrido accesible y cargado de belleza Vistas de Ojo Guareña La ruta de senderismo que conduce hasta el Ventanón es tan atractiva como el destino mismo. Se trata de una senda circular de unos 11 kilómetros, de baja dificultad, lo que la hace apta para la mayoría de senderistas, incluidos los más pequeños o aquellos con poca experiencia en montaña. El inicio más habitual parte del Alto de la Cocha. A partir de ahí, el camino discurre entre paisajes repletos de encinas, con tramos que alternan la sombra del bosque y zonas abiertas con vistas espectaculares. Durante la primavera y el otoño, los colores del paisaje multiplican la belleza del entorno, con una combinación de verdes, ocres y dorados que acompaña al senderista hasta llegar al ansiado arco natural. A medida que se avanza por la senda, las suaves lomas del sur del valle de Sotoscueva dan paso a un imponente cortado rocoso, donde emerge el Ventanón. A través de su abertura se obtiene una vista privilegiada de los montes del Somo y de algunos pueblos de la cercana Merindad de Valdeporres. Muy cerca de este lugar, se extiende el paraje de los Canales de Dulla, un entramado natural de barrancos y gargantas que se entrecruzan. Este laberinto geológico puede recorrerse siguiendo el sendero PRC-BU 33, una opción ideal para quienes deseen ampliar la experiencia y explorar aún más el entorno. Para completar la jornada, es recomendable regresar al Alto de la Cocha y, desde allí, visitar dos de los lugares más emblemáticos del Parque Natural de Ojo Guareña: el sumidero del río Guareña y la Ermita de San Bernabé. Ambos forman parte del sistema kárstico de la zona y son visitas imprescindibles para comprender la riqueza natural y cultural del entorno. Consejos prácticos para la senda Aunque el recorrido no es especialmente exigente, es recomendable llevar calzado adecuado, especialmente en épocas lluviosas, puesto que algunos tramos pueden volverse resbaladizos. En verano, una gorra y protección solar son esenciales. El tramo hasta el Ventanón queda bastante expuesto y apenas hay lugares donde uno pueda resguardarse de los rayos del sol. Por lo que también es recomendable llevar agua y algo de comida para reponer fuerzas, ya que de media se suelen tardan de unas tres a cuatro horas en completar la ruta. Por último, conviene tener en cuenta que nos encontramos en un entorno natural protegido. Así que recuerda que hay respetar la señalización, no dejar basura y evitar salir del sendero marcado para proteger tanto la flora como la fauna del lugar. Una joya del patrimonio geológico y cultural Ermita San Bernabé El Ventanón no es el único accidente geológico llamativo. El de Ojo Guareña también cuenta con más de 110 kilómetros de galerías subterráneas, cuevas y formaciones calcáreas. Por ello, la zona ha sido objeto de múltiples estudios científicos, geológicos y arqueológicos. Y si necesitabas algún motivo más para hacer una escapada a Ojo Guareña, a escasa distancia del Ventanón se encuentra el acceso a la cueva de San Bernabé, otro punto de interés dentro del parque natural. Esta cueva combina valores naturales y patrimoniales, ya que en su interior se encuentran restos prehistóricos y una ermita rupestre dedicada al santo que le da nombre. Fauna, flora y tranquilidad El entorno del Ventanón es también un refugio de biodiversidad. En el camino es posible avistar aves rapaces como el buitre leonado o el alimoche, que surcan el cielo con auténtica majestuosidad. En los bosques que rodean la senda habitan corzos, jabalíes y pequeños mamíferos, mientras que la vegetación presenta una variedad interesante de especies adaptadas al clima de montaña. Lo que más destaca, sin embargo, es la paz que reina en el lugar. Incluso en fines de semana o en temporada alta, la Senda del Ventanón rara vez se encuentra saturada. Es un destino perfecto para quienes buscan naturaleza sin aglomeraciones.

Comentarios

noticias de viajes