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El pueblo de La Rioja que quedará envuelto de humo este fin de semana gracias a una tradición mágica

La centenaria Procesión del Humo de Arnedillo combina devoción, velas, quema de romero y participación vecinal, conservando un ritual declarado Fiesta de Interés Turístico RegionalEl precioso pueblo de Tarragona con un monasterio que es Patrimonio de la Humanidad y en el que descansan numerosos reyes Arnedillo, un municipio de La Rioja ubicado en el valle del Cidacos, ofrece este fin de semana la oportunidad de participar en una tradición única que transforma la localidad cada último domingo de noviembre y constituye un ejemplo de patrimonio cultural inmaterial, integrando historia, devoción y participación comunitaria. El municipio riojano cuenta con edificaciones históricas, restos de fortificaciones medievales y fuentes termales conocidas desde la época romana, así como celebraciones que preservan la memoria colectiva de la localidad. Arnedillo se encuentra además en una zona de gran valor ecológico que fue declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 2003. El entorno combina un relieve montañoso con el curso del río Cidacos, formando valles, cascadas y zonas de vegetación diversa que contribuyen a su riqueza natural. Estos elementos configuran paisajes que se entrelazan con calles y construcciones históricas, reflejando la interacción entre el medio natural y la actividad humana a lo largo de los siglos. La Procesión del Humo Cada año, el último domingo de noviembre, el municipio riojano de Arnedillo revive una tradición que combina historia y devoción. La Procesión del Humo tiene su origen a finales del siglo XIX, cuando una epidemia de viruela negra afectó gravemente a la villa y provocó decenas de muertes en un periodo muy corto. Ante la ausencia de tratamientos médicos efectivos, los habitantes recurrieron a rituales de fe para protegerse y encontrar consuelo, dando lugar a la práctica que hoy sigue siendo uno de los eventos más representativos de la localidad. Según la tradición, se utilizaba un sistema de velas para determinar qué santo debía acompañar a la comunidad durante la procesión. La elección recayó en San Andrés, considerado protector de la salud. Para reforzar este acto de devoción se encendieron hogueras de romero y grojo en las plazas y calles del pueblo. El humo aromático y denso que desprendían estas plantas se convirtió en un elemento central de la ceremonia, mientras la imagen del santo recorría las vías de la villa acompañada por los vecinos, consolidando un vínculo simbólico entre protección, comunidad y memoria histórica. En la actualidad, la Procesión del Humo mantiene este esquema ritual. La jornada comienza con la preparación de las hogueras, continúa con la procesión del santo y finaliza con la Misa Mayor, durante la cual se bendicen productos artesanales que posteriormente se subastan. En 2013, la festividad recibió la declaración de Fiesta de Interés Turístico Regional, reconocimiento que evidencia su importancia cultural y su capacidad para preservar tradiciones que conectan a los habitantes con la historia de su municipio. La procesión sigue siendo un encuentro que integra patrimonio, fe y participación colectiva. Espacios históricos y termales de Arnedillo Arnedillo cuenta con un conjunto de elementos históricos y naturales que reflejan la evolución del municipio. La iglesia de San Servando y San Germán es uno de los edificios más representativos. Fue declarada Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento el 28 de junio de 1984. Su estructura y elementos arquitectónicos muestran la combinación de estilos desarrollados a lo largo de los siglos y constituyen un ejemplo destacado del patrimonio religioso de la localidad. Las ruinas del Castillo de Arnedillo datan de un origen en 1170, cuando se cree que fue construido para controlar el paso de la zona en un territorio que aún no estaba consolidado bajo dominio cristiano. Los restos que se conservan actualmente corresponden principalmente al siglo XIII y permiten apreciar la ubicación estratégica de la fortificación sobre un promontorio que domina el valle del río Cidacos. Aguas termales de Arnedillo. El municipio también es reconocido por sus aguas termales, que emergen de varios manantiales con carácter minero medicinal. Estas aguas presentan una temperatura de emergencia de 52,5 °C y han sido utilizadas históricamente por la población local, constituyendo un recurso de interés tanto para la salud como para el turismo. El puente sobre el río Cidacos conecta el núcleo urbano con el castillo, el cementerio y la iglesia de San Servando y San Germán. Esta construcción facilita el acceso a los distintos elementos patrimoniales y mantiene la relación histórica entre los espacios naturales y edificados del municipio, reflejando la planificación tradicional de Arnedillo.

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